La Audiencia Provincial de Sevilla confirma la condena por robo con fuerza y maltrato animal a los miembros de una conocida banda dedicada al robo de perros de caza
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha confirmado, en todos sus pronunciamientos, la del Juzgado de lo Penal nº 16 de Sevilla, por la que se condenaba, a cada uno de los acusados, a la pena de 27 meses de prisión, por el robo continuado de perros de caza y 8 meses más, por el delito de maltrato animal.
La condena, además, les inhabilita durante tres años para cualquier actividad dedicada a la tenencia de animales, a indemnizar los daños y perjuicios, así como al pago de las costas.
Una vez firme esta sentencia, entre otras medidas, va a determinar el ingreso en prisión de los condenados sin posibilidad de suspensión.
Los hechos se remontan a la madrugada del 3 al 4 de agosto de 2020
Recordamos que los hechos se remontan a la madrugada del 3 al 4 de agosto de 2020 cuando, según declaran probado las sentencias, los acusados sustrajeron, en una sola noche, 22 perros de caza, en diversas perreras situadas en Gerena, varias de ellas, propiedad de socios de la AER.
Para conseguir sus fines, se declara probado que apalearon en las instalaciones a uno de los perros guardianes. Este animal falleció posteriormente a causa de las lesiones.
Ya destacamos en nuestra anterior nota de prensa que, para aclarar la autoría de los hechos, ha sido determinante la colocación de una cámara de foto-trampeo en una de las perreras, con la que se consiguió identificar, sin ningún lugar a dudas, a los autores de los hechos.
Agradecimiento y felicitación de la AER al Equipo ROCA de la Guardia Civil
Reiteramos nuestro agradecimiento y felicitación al Equipo ROCA de la Guardia Civil, Comandancia de La Rinconada, por su labor instructora.
A la vista de esta sentencia, reiteramos la intención de la Asociación Española de Rehalas de interponer denuncia penal, solicitando que se investigue el destino dado a tal cantidad de perros, ante la sospecha de que estamos ante la punta de un iceberg, que oculta una auténtica mafia dedicada a comerciar con perros de caza robados.
