Un grupo de cazadores y vigilantes locales mataron a 75 miembros de Boko Haram y lograron liberar la ciudad de Maiha, en el nordeste de Nigeria, que estaba bajo control del grupo terrorista, según han informado varios testigos.
Los hechos ocurrieron ayer, cuando cientos de cazadores y vigilantes locales armados con arcos, flechas y machetes entraron en varios camiones en la localidad del estado de Adamawa, tomada por Boko Haram el lunes, y se enfrentaron a los insurgentes.
«Hemos tenido que despertar y luchar contra los bastardos que acosan a nuestras sociedades y matan a almas inocentes», aseguró uno de los cazadores que participaron en el asalto, Baba Dauda, citado por el diario nigeriano ‘Premium Times’.
Según Dauda, «la gente debe prepararse y empezar a luchar contra ellos. Matamos a muchos. No tenemos miedo de ser asesinados».
Sani Abubakar, un vecino de Yola, capital de Adamawa, aseguró en declaraciones a los periodistas que «cerca de diez camiones cargados con cazadores se dirigieron a Maiha».
Otro residente, Josué Zirra, dijo que tras el ataque muchos insurgentes huyeron de la localidad y se refugiaron en Mubi, la segunda ciudad más grande del estado.
Por su parte, ni el ejército ni las autoridades han confirmado estos hechos ocurridos en Adamawa que, junto a los estados de Borno y Yobe, se encuentran en estado de emergencia desde el pasado mayo.
En los últimos meses, Boko Haram ha emprendido una campaña de ocupación de territorios donde posteriormente ha declarado un califato islámico.
Así, decenas de localidades del norte del país están bajo el control de los terroristas tras haber asesinado a centenares de personas -en su mayoría cristianas-, lo que supone su primer paso en firme para lograr el objetivo de implantar el Estado Islámico en el país.
Boko Haram, cuyo nombre significa en lenguas locales «la educación no islámica es pecado», mantiene una sanguinaria campaña que ha causado más de 3.000 muertes en lo que va de año, según datos del Gobierno nigeriano.