El año pasado, por estas mismas fechas, esta publicación organizaba un sorteo venatorio, coincidiendo con el Sorteo de la Lotería de Navidad, en el que, el afortunado ganador, adquiría el derecho y la posibilidad de recechar tres animales medallables en la finca Ribera Alta.
Ha pasado ya cerca de un año y en la reciente berrea, nuestros amigos Vicente y María se acercaban a Ribera Alta desde Sevilla en una mañana preotoñal, fresca a primera hora pero de intenso calor según avanzó la mañana, tras haber pernoctado y disfrutado de la noche en el singular hotel/plaza de toros de la cercana Almadén.
La mañana no pudo ser más satisfactoria y exitosa y tanto Vicente como María (en quien ha nacido recientemente la afición venatoria, de la mano de las monterías que había vivido hasta la fecha junto a su marido y Jóvenes Monteros), pudieron disfrutar de la exuberancia, calidad y densidad cinegética de la finca, y ambos lograban cobrar trofeos de una categoría importante (el venado arrojó una puntuación cercana a los 200 puntos), y sobre todo, se vivió, una vez más, una mañana de caza, gozo, disfrute y camaradería en Ribera Alta, de la mano del propio Jesús Fernández, un propietario y gestor particularmente implicado en el desarrollo y evolución de la población cinegética que alberga la Ribera Alta.
A continuación les mostramos, en imágenes, el resultado de esta mañana de recechos en la finca, de la mano del equipo de Caza y Safaris / Cazawonke.com
Por Luis de la Torriente
Carta al director respecto a este artículo:
Es mi deseo el poder aclarar a todos nuestros lectores, en estas mismas páginas en las que fue publicado el reportaje inicial origen de esta fe de erratas, cualquier posible malentendido que pudiera surgir o haber surgido a raíz de la publicación del artículo La suerte…en Navidad en nuestro pasado número 360, y que resumía la cacería efectuada en la finca Ribera Alta de los tres animales sorteados por esta misma revista el pasado 22 de diciembre de 2013, coincidiendo con el Sorteo de la Lotería Nacional.
En su lectura se podía dar a entender que la persona agraciada con la papeleta ganadora era la misma que finalmente abatió los animales sorteados, cuando, en honor a la verdad y a la honorabilidad y ética de las personas implicadas en ello y de esta propia revista, me gustaría precisar y aclarar todo lo siguiente, pues fui testigo de todo ello en primera persona.
Según las bases publicadas, el ganador del sorteo sería aquél cuyo número de papeleta coincidiera con las tres últimas cifras del Gordo de la Navidad. La suerte fue caprichosa y el agraciado con la papeleta, como usted bien sabe, no fue otro que el propio presidente de Cega Multimedia, don Marcial Gómez Sequeira (si bien también es cierto que había comprado más de una participación).
La decisión de Marcial al respecto fue instantánea y honorable, vendería esta papeleta a un tercero y donaría los fondos obtenidos a financiar ayudas a los pequeños más necesitados a través de la Fundación Gómez Sequeira, devolviéndole de este modo el guiño a la suerte.
Guillermo Rowe, al mando de Jóvenes Monteros, se interesó de inmediato por la oferta de la papeleta ganadora, así como por los nobles fines, adquiriendo la misma con el objetivo de poder ofertar la cacería de dichos animales sorteados, y cuyas fotografías ya acompañamos en el número 360, a sus clientes y amigos, Vicente y María, quienes no dudaron un segundo en colaborar con tan desinteresada causa.
Agradezco de antemano el espacio concedido para poder aclarar, en atención a la responsabilidad ética y humana de esta revista y empresa, el trasfondo de la historia de una cacería que, sin duda, fue de una gran hermosura, espacio garante de la veracidad de los hechos aquí relatados.
Fdo.: Luis de la Torriente