Se completa la última fase de un proyecto que ha recibido el respaldo institucional de más de 150 ayuntamientos andaluces.
La Federación Andaluza de Caza (FAC), la Asociación Española de Rehalas (AER) y Ateca presentaron el viernes en la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía el informe técnico preceptivo para la declaración de la Montería y la rehala como Bien de Interés Cultural en Andalucía.
La presentación de este informe técnico, elaborado por Pablo Palenzuela, doctor en Antropología Social por la Universidad de Sevilla, supone la última fase de un proyecto que acumula dos años de trabajo y que conseguiría para la montería y la rehala una catalogación importante para garantizar su futuro como modalidades arraigadas en la cultura y la tradición de la sociedad andaluza.
Junto a la entrega de la documentación técnica, los representantes de las asociaciones impulsoras de este proyecto también aportaron el respaldo institucional concedido por más de 150 municipios andaluces que aprobaron en sus plenos municipales esta catalogación ante la importancia social, económica y medioambiental de ambas modalidades cinegéticas en su territorio. Asimismo, lo han reconocido también, con su apoyo institucional, las Diputaciones Provinciales de Córdoba y Huelva.
José Andrés García, coordinador del proyecto y vicepresidente de la Federación Andaluza de Caza, Pablo Palenzuela, catedrático de la Universidad de Sevilla y responsable técnico del mismo, y Alfonso Aguado, presidente de la AER, fueron los encargados de registrar la documentación el pasado viernes en la Dirección General de Bienes Culturales y Museos de la Junta de Andalucía en Sevilla.
Además de las instituciones ya mencionadas como impulsoras, el proyecto ha contado con el apoyo de la Oficina Nacional de la Caza (ONC), ARRECAL, Fundación Artemisan, Agrupación Forestal Baños de la Encina, Asociación Club Monteros, Asiccaza, Fundación Jaime González Gordon, Roberto Melgarejo y Martínez.
Una vez entregada la documentación, el proyecto está a la espera de que la propia Consejería de Cultura resuelva el expediente y lo comunique a las entidades promotoras, que esperan una catalogación que reconocería la importancia social y cultural de una de las modalidades cinegéticas con mayor arraigo e importancia en nuestra región.