Del total de las piezas inspeccionadas para consumo humano, 564.604 corresponden a caza menor y 118.190 piezas a caza mayor, según ha informado Sanidad.
Respecto a las especies de caza mayor inspeccionadas, en su mayoría fueron ciervos, con un total de 62.375 piezas y jabalíes con 43.481, entre otros. En cuanto a las de caza menor, la mayor parte fueron perdices con 487.251 piezas inspeccionadas; 22.171 conejos y 17.387 palomas, principalmente.
Asimismo, durante la última temporada se notificaron 4.038 actividades cinegéticas, en las que el destino de las piezas era para consumo humano, de las cuales se celebraron un total de 3.716, lo que se traduce en cerca de un 95 por ciento del total, y se suspendieron 214 debido a la meteorología adversa en la mayoría de los casos.
«La caza es una actividad de ocio, pero también es un recurso generador de empleo, compatible con la conservación de la biodiversidad»
Estos datos se han dado a conocer a través de la memoria de caza publicada por la Consejería de Sanidad en la web de la Junta, www.castillalamancha.es, con el fin de que sean accesibles a la ciudadanía.
Mayor seguridad alimentaria
Con estas inspecciones, el Gobierno regional busca ofrecer la mayor garantía en la seguridad alimentaria de los productos que consumen los ciudadanos, consiguiendo los mayores niveles de protección de su salud.
La Dirección General de Salud Pública y Consumo, en ejercicio de las competencias que tiene atribuidas en materia de higiene y control de los alimentos, ejerce, a través de los Servicios Veterinarios, la inspección sanitaria de las piezas de caza silvestre, mayor y menor, destinadas a la comercialización para consumo humano y al autoconsumo, procedentes de actividades cinegéticas celebradas en el ámbito de la comunidad autónoma.
En la nota, el gobierno de Castilla-La Mancha indica que la comunidad cuenta con una extraordinaria riqueza cinegética natural y un amplio número de especies tanto de caza mayor como menor, señalando que la caza en esta región «es una actividad de ocio, pero también es un recurso generador de empleo, compatible con la conservación de la biodiversidad».