El pasado 25 de agosto nos dejó una de las personas más influyentes en la caza de la España reciente: José Lara Alén, Doctor Ingeniero de Montes y antiguo director del desaparecido ICONA (Instituto para la Conservación de la Naturaleza).
“Pepe” Lara, nacido en Madrid, comenzó su carrera en Jaén, allá por los años cincuenta, dentro del Patrimonio Forestal del Estado, trasladándose posteriormente a Quintos de Mora (Toledo), donde se le encomendó la repoblación forestal y una tarea especial: criar por primera vez perdiz roja en cautividad. Pepe reconocía la dificultad de aquel desafío: “Realmente, sabíamos muy poco sobre la perdiz roja en aquellos momentos, porque en España nunca antes se había intentado criar perdices a la escala que se deseaba desde Madrid. Pero a mí no me asustaba nada y sólo pensaba en sacar a mi familia para delante».
El equipo que dirigió, entre los que se encontraban también Florentino Pérez, Octavio Arenzana y Benito Pérez, consiguió en un tiempo récord criar perdices en un número suficiente para abastecer a los que posteriormente serían los cotos sociales, que para Pepe eran fundamentales para responder a la demanda de caza de perdiz roja. Por ello durante la redacción de la Ley de Caza de 1970, en la que intervino activamente, Lara trabajó para que dichos cotos “pudieran facilitar el ejercicio de la caza, en régimen de igualdad de oportunidades, a todos los españoles que lo deseen” (art. 18.1). Antes de la asunción de las competencias en materia de caza por parte de las comunidades autónomas, el Estado poseía más de 500.000 hectáreas de cotos sociales.
Junto a la cría de perdiz, contribuyó a la captura y cría de venados, siendo Quintos de Mora un “generador” para repoblar ciervos en otras partes de España, y además, participó en las primeras experiencias de la gestión de especies emblemáticas de fauna de la Península Ibérica, como el lince ibérico.
En los años setenta y ochenta ocupó varios cargos dentro de Servicio Nacional de Pesca Fluvial y Caza y posteriormente ICONA, llegando a ser director general, puesto por el que muchos cazadores y distintas administraciones aún le recuerdan.
Pepe recordaba en una entrevista sus éxitos pero también las dificultades: “En más de una ocasión, en aquellas reuniones con los altos cargos se nos acusaba de hacer las cosas mal, de abusar de la caza y otras mentiras y yo casi siempre respondía lo mismo, “yo trabajo para que otros disfruten cazando””. Y de momentos amargos que siempre tuvo en su recuerdo, “como aquellos nefastos incendios en Gerona cuando yo era director del ICONA”.
Pepe Lara no sólo impulsó los cotos y monterías sociales, sino que también promovió la protección de especies que hoy vuelven a ser comunes en nuestros montes y sobretodo, fue uno de los pioneros de la profesionalización de la gestión cinegética en España a través de todos los cargos que desempeñó. Su estela ha sido seguida por uno de sus hijos, Pepe Lara Zabía, jefe de Área de Fauna y Flora en la Comunidad de Madrid.
Obituario realizado por la Fundación Artemisan