Tras publicación del Real Decreto sobre Uso Sostenible de Fitosanitarios, de 14 de septiembre de 2012, que establece el marco de actuación para un uso de plaguicidas y que supone, en la práctica, un endurecimiento en las normas para su utilización en la agricultura a partir de 2013, la Federación Andaluza de Caza (FAC) ha hecho público su interés porque esta nueva norma suponga una mejora en la sostenibilidad de la agricultura de manera que se potencie la conciliación entre agricultura y caza a través de un mayor cuidado de los hábitats de las especies cinegéticas.
Uno de los puntos fuertes de este decreto, que establece nuevas obligaciones a todos los implicados en la utilización de los productos fitosanitarios, así como importantes novedades que van a afectar a la forma de usar los fitosanitarios, es la obligatoriedad a partir de 2014, de seguir los principios generales de la gestión integrada de plagas en las explotaciones, que consiste en la aplicación de prácticas de bajo consumo de productos fitosanitarios, dando prioridad cuando sea posible a métodos alternativos.
El nuevo marco legal obliga a cada explotación agraria, desde enero de este año, a mantener actualizado un registro de tratamientos fitosanitarios denominado ‘cuaderno de explotación’ en el que se anotarán todos los tratamientos fitosanitarios realizados. Del mismo modo, los productores y distribuidores de este tipo de productos químicos deberán realizar el registro de las operaciones realizadas con ellos.
La prohibición de aplicaciones aéreas de fitosanitarios, la regulación de su manipulación o el control de uso en zonas no agrarias son algunos de los aspectos que son regulados en este decreto que también contempla la protección sobre el medio ambiente y el agua potable así como la reducción de riesgos en zonas específicas como hábitats de especies autóctonas.
La publicación de este decreto supone trasponer a la normativa nacional una directiva de la Unión Europea sobre el uso sostenible de plaguicidas. Precisamente, con esta directiva la Unión Europea regula por primera vez, y de forma general, el uso de fitosanitarios y plaguicidas.