Los jinetes de la luz (I): .257 Weatherby Magnum frente a 6,5×68
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Por Miguel Coya Algunas veces, pocas, tenemos la suerte de encontrarnos frente a retos que asumidos, suponen enriquecer nuestro propio yo. Juzgar aquello que nos lleva al límite exige un buen puñado de ilusión, volver a la infancia, recabar en lo más profundo de nuestro conocimiento y, ante todo, humildad en dosis suficientes como para encajar que podemos no conseguir el fin perseguido.
En los años más convulsos del siglo pasado, lejos de la inactividad, cartucheras y wildcatters afrontaban el reto de la física más rabiosa, la cinética, que aplicada abriría definitivamente un nuevo horizonte al cazador deportivo. A ambos lados del Atlántico, europeos y americanos ponen en práctica la teoría, construyendo entonces cartuchos que nos llegan hoy en día, setenta años después, como referentes en el mundo de la caza lejana, como aliados inexcusables del tirador extremo. Nuestro reto, subir a la balanza a dos de los diamantes más destacados, .257 Weatherby Magnum frente a 6,5×68, tenores comparables que ocupan el máximo nivel dentro de sus respectivas familias.
El .257 Weatherby Magnum monta proyectiles de 6,35 mm, el cuarto de pulgada. El 6,5×68 engarza puntas de 6,5 mm, .264”. Un rápido vistazo pone en evidencia diferencias claras de concepto en lo referente al diseño. Ambos tratan de llegar al mismo punto, altísima velocidad que montando proyectiles ligeros, ofrezca al tirador una trayectoria plana y un alto poder letal motivado por el shock hidráulico. El americano modifica la vaina mágnum del Super .30 de Holland & Holland, cinchada, con el típico hombro formado por encadenamiento de arcos de Weatherby. La casa madre monta pesos que van desde los 80 grains a los 120, con velocidades en boca que pueden rondar los 1.180 m/seg prometidos en la nueva Barnes TTSX de 80 grains. El alemán tira de patria y comparte con su hermano mayor, el 8×68 S, una vaina estilizada sin cinturón, con un hombro alargado lejos de la teoría de las turbulencias para el mejor quemado, muy similar a la utilizada por los Super Express Von Hofe en el 5,6×61. RWS monta actualmente proyectiles que van desde los 93 grains hasta los 127, volando el primero a 1.150 m/seg en boca.
Para una comparativa como esta he tenido la suerte de contar con dos equipos que asumen totalmente su identidad. El equipo americano lo forman el Weatherby Vanguard Sintetic montando un visor Bushnell Elite 6500 2,5-16×50, sobre monturas desmontables medias Warne. Antes del combate y como es pertinente, paso al conjunto por la báscula, arrojando 4,406 kilos, siendo la parte que le corresponde al rifle 3,561. La longitud total es de 112 cm, con un cañón de 60. Por su parte el equipo europeo lo encabeza el Steyr Mannlicher Classic, montando una Kahles Helia CSX 3-12×56 sobre monturas Appel. El peso total del conjunto es de 4,565 kilos, 3,880 para el rifle. La longitud total es de 121,5 cm con un cañón de 65 cm.
En las fotos que están sobre estas líneas podrán ir descubriéndo los secretos de las dos armas empleadas en esta prueba, de la que daremos cuenta próximamente en la segunda parte de esta comparativa, en campo abierto y sobre cabras monteses.