Es hora de poner a punto las paralelas, y las otras… Desempolvar botas, zurrones y demás archiperres, poner en forma a perros y piernas, y empezar a soñar con alguna percha, comedida, de torcaces, tortolillas y coturnias… Parece que no se presenta mala, al menos en las zonas cercanas que hemos sondeado. Y, de paso, unos consejos para que rindan mejor nuestros perros.
La media veda, prólogo de la general, como todos los años, se presenta con ilusiones y esperanza para todos los cazadores… Ilusiones y esperanzas que, en la mayoría de los casos, se desvanecen ante lo que viene siendo, ni más ni menos, la cruda realidad.
El guión de los últimos años nos reproduce una carente presencia de codornices. Nuestras amigas africanas cada vez encuentran menos refugio en nuestra Península, gracias a la obsesión de los agricultores por bordar el campo con la menor cantidad de hilo posible. La tórtola común cambió de prioridad hace años y, aunque se dejan ver algunas, la cantidad de ejemplares que se abatían en los noventa difícilmente se cobrarán en los años que están por venir.
En cuanto a nuestra amiga Columba palumbus, la torcaz, qué vamos a decir… La muy tenaz ha decidido, sin preguntar precio, incorporarse al movimiento urbanita y cada vez más la podemos ver en grandes ciudades, ciudades a secas o simples y llanos pueblos.
Madrid y Castilla-La Mancha
Sería muy difícil extrapolar datos a los tan diferenciados terrenos con los que contamos en lo que, siglos atrás, era un imperio en el que nunca se ponía el sol. Por eso, nos aferramos a las zonas que controlamos desde hace años –en la Comunidad de Madrid y en Castilla-La Mancha– para dar una visión de lo que puede acontecer a priori.
En la zona este, la torcaz, plato fuerte de estas tierras en la media veda, sigue, cada vez más, aprovechando la cercanía con las grandes ciudades, los campos de cereal y las abundantes arboledas para sacar adelante a sus crías.
La tórtola común, aunque cada vez se deja ver menos por estas tierras, caprichosa ella, ha querido mostrar sus coloridos este año por aquí y seguro que alguna de ellas acabará formando parte de la percha de los cazadores.
La codorniz ha tenido una buena primavera, dejándose oír, por lo que, se intuye, habrá suficientes como para poder disfrutar de su caza con los perros. Eso sí, venderán caro su plumaje, ya que este año cuentan con la inmensa cantidad de forraje con el que se ha blindado el campo.
Más al sur, pese a no ser una zona con una gran media veda, se están viendo bastantes torcaces y se han escuchado algunas codornices, por lo que parece que los cazadores de la zona podrán disfrutar de una media veda gratificante, en líneas generales.
Dejamos las tierras madrileñas para acercarnos hacia la provincia de Cuenca, en Castilla-La Mancha, donde ‘los semejantes’ no dejarán ni un ápice de paja en los rastrojos y las Coturnix coturnix los desafiarán buscando refugio en arroyos, perdidos y viñas.
Pinta bien la cosa en cuanto a codornices se refiere; torcaces y tórtolas también harán acto de presencia, pero el actor protagonista de la media veda en estos pueblos manchego será el conejo. Desde que se permite su caza por daños en esta época, es la preferencia de los cazadores del terreno y de sus queridos compañeros de caza, los perros.
Los perros en media veda
Hablando de perros y su utilización en ésta época, apostamos por las razas autóctonas, adaptadas a nuestro clima y, entre ellas, nos decantamos por el podenco andaluz. Hablamos de perros que aguantan muy bien las temperaturas extremas de nuestra Península y, con una buena experiencia y adiestramiento, nos sirven en cualquier tipo de terreno y en cualquier especialidad cinegética que vayamos a desarrollar.
Cada vez más se van viendo también en puesto fijo para el cobro de palomas y tórtolas, pero, sobre todo, han ganado posiciones en la caza de la codorniz, donde, gracias a sus cualidades venatorias, resuelven con gran facilidad lances en campos de cereal, arroyos o perdidos, sitios elegidos por las codornices, en los últimos años, para pasar sus vacaciones de verano.
Dejando a un lado tendencias, sea cual fuere la raza canina que hayamos elegido para abordar la media veda, deberemos prestar mucha atención a sus cuidados. En esta época el clima y la vegetación exigen al perro el máximo que pueda dar y, por eso, deberemos tener sumo cuidado.
Cuidados básicos
Antes de comenzar la media veda debemos procurar que los perros estén en su peso ideal y en una forma física apta, lo que implica que tendremos que empezar a ejercitarlos, como mínimo, algunas semanas antes del primer día de caza. De lo contrario, el perro necesitará más hidratación y se vendrá abajo antes, recortando la jornada de caza en tiempo e intensidad.
Durante la jornada de caza, deberemos estar muy pendientes de ellos, ya que, debido a la gran afición que pueden llegar a tener, las altas temperaturas no son unas buenas aliadas y pueden jugar malas pasadas, llegando a deshidratarse o sufriendo un golpe de calor. Debe acompañarnos en nuestro zurrón abundante agua, suero fisiológico para limpiar los ojos y unas pinzas para quitarles los pinchos.
Al terminar la jornada de caza deberemos revisar por completo las extremidades en busca de espigas, pinchos y parásitos. Sobre todo las espigas que se introducen con mucha facilidad en las orejas y pezuñas con el peligro de una posterior infección.
Por su parte, los ojos deberán ser limpiados a conciencia con suero fisiológico; esto ayudará a la higiene e hidratación de los mismos. Si el perro no está acostumbrado desde pequeño a que le toqueteen la zona periocular y los ojos, puede ser una tarea difícil, pero, con un poco de constancia y haciéndoselo de vez en cuando, al final se tornará algo normal. Haciendo todo esto, nuestros perros estarán más sanos y predispuestos para las jornadas de caza que estén por venir.
Este año, gracias a las lluvias que nos han acompañado a lo largo de todo el otoño, el invierno y la primavera, el campo está espléndido, la vegetación ha crecido una barbaridad y esto hará que las jornadas de caza sean más difíciles y emocionantes. Los animales cuentan con comida, agua y defensa… ¡La cosa promete!
Cuando estén leyendo esto, quedarán tan sólo unos días para su comienzo. Esperamos y deseamos que cada uno de ustedes disfrute de una grata y concurrida media veda, que saboree el lance por encima de la percha y que honre a cada animal al que le quite la vida con el respeto que se merece.
Por último, recordar, aunque cada día estamos más concienciados, que tenemos que extremar las precauciones para no generar un incendio: colillas, cristales y otros elementos dañinos… cuánto más lejos de nuestros campos, mejor. ¡Buena caza! CyS
José Mariscal y JuanCarlos Calvo