La caza del zorro a lo largo de la historia se ha realizado por muchas razones, desde para conseguir sus preciosas pieles para abrigos hasta para exterminarlos en determinadas zonas.
El zorro es conocido científicamente como Vulpes vulpes. Comúnmente se le conoce como raposo, zorro común o zorro rojo. Su nombre común de zorro rojo viene de su coloración más habitual en la naturaleza (Wikipedia, 2016), aunque existen individuos de una amplia gama de colores. Es un mamífero carnívoro incluido en la familia de los cáninos.
Algunas de las principales características del zorro son ser un animal astuto, ágil, robusto y dotado de un gran olfato y un oído muy desarrollado. Además, se puede decir que es un depredador nato. Sin duda, el raposo es el animal que más daño causa a las especies cinegéticas (perdices, conejos, liebres, etc.). Tiene una gran capacidad para incluir en su dieta cualquier tipo de alimento. Esto le permite adaptarse fácilmente a una gran diversidad de hábitats. El zorro suelen reproducirse muy bien. Por ejemplo, en 1871, en Australia, fue introducido el zorro rojo europeo. A partir de ese año, se expandió rápidamente por toda la isla, (Guevara y Sainoz, 2010).
En España, el Vulpes vulpes está presente en toda la península Ibérica menos en las islas Baleares y Canarias. Principalmente, el zorro durante el crepúsculo y la noche está activo. Es, generalmente, un animal solitario aunque puede vivir en parejas o en grupos. Durante el día, normalmente permanece oculto en los matorrales o en sus madrigueras.
Caza del zorro en madriguera
Para muchos cazadores, el zorro supone una de las piezas más interesantes, y usan variedad de métodos para cazarlos.
Dentro de estos métodos se incluyen el uso de armas de fuego (escopetas o rifles), armas de flechas (arcos o ballestas) y trampas para capturarlos. Por lo tanto, atendiendo a los diferentes métodos para cazar al raposo, las principales disciplinas de caza serán: al salto, en batidas, en gancho… y en madriguera. Siendo, esta última disciplina, una de las que más popularidad tiene entre los cazadores de vulpinos.
La caza del zorro en madriguera es muy útil y atractiva. Es útil porque ayuda a controlar la población de zorros en determinadas zonas, y es atractiva porque la jornada de caza puede durar días.
Por otro lado, podemos indicar que son muchos los autores que no consideran al zorro como una verdadera pieza de caza menor, «puesto que devaluado el precio de su piel y siendo impensable consumir su carne, no queda más que dejarla en el lugar en el que cae», (Cástor, 2013). Sin embargo, en las diferentes guías de vedas, el zorro aparece recogido como pieza de caza menor.
El cazador con perros especializados en madrigueras (generalmente de las razas teckel, foxterrier o jagdterrier), suelta a éstos que se introducen en las mismas, para ‘buscar’ y ‘sacar’ la pieza de las madrigueras para su posterior abatimiento. Principalmente, se aplica a la caza del zorro. Por lo tanto, se puede decir que «el cazador con perros especializados en madrigueras, suelta a éstos para que se introduzcan en las mismas, para buscar y ‘sacar’ la pieza de las madrigueras para intentar abatirlas», (Gamonales y León, 2014).
Esta disciplina físico-deportiva de caza constituye una de las más duras, tanto para los perros como para los cazadores. El principal motivo radica en el tiempo que puede durar el lance, que llega a alargase sobremanera si el perro no consigue ‘sacar’ al zorro de la madriguera de inmediato. Se puede decir que el cazador no busca la erradicación del zorro, ni siquiera caza por gestión. Caza por sus perros, por el disfrute que conlleva comprobar que sus esfuerzos y dedicación dan los frutos esperados.
Dentro de la madriguera puede ocasionarse una lucha sin cuartel entre perro y zorro (e, incluso, tejón, actualmente protegido por las leyes de caza en España, Gamonales y León, 2014). Los cazadores temen a dicho animal por su violencia contra los perros, ya que muchas veces es casi imposible sacarlo de la madriguera, y esta batalla puede durar hasta días, (Cano, 2010).
En muchas ocasiones, los perros de madriguera pueden quedar atascados dentro de las mismas, sin ser capaces de salir. Por lo que los cazadores, a base de pico y pala, sacan a sus animales del interior de la tierra, aunque se tengan que pasar todo el día excavando, suponiendo esta acción, además, un gran desgaste físico y psicológico para el cazador (Gamonales y León, 2014).
Participantes
En la puesta en marcha o realización de una jornada cinegética con perros de madriguera conviven una serie de personas que intervienen, de alguna u otra manera, en el proceso de la caza. Según Gamonales y León (2014), dentro de una misma jornada de caza de zorros en madriguera, los cazadores pueden desempeñar diferentes roles. Por lo general, se diferencian claramente dos tipos de cazadores: el que va con los perros y el que se ubica en un puesto fijo -desde puesto fijo- cercano a la madriguera para abatir a la pieza de caza (zorro) cuando este abandone la madriguera.
–Cazador con perros. Encargado de llevar y soltar los perros cercanos a la madriguera para que se introduzca dentro de ella.
–Cazador desde puesto fijo. Próximo a la madriguera intentando cubrir la zona de huida de la especie cinegética para abatirla.
Estos cazadores, según como cacen, van a demandar en sus jornada de caza unos requerimientos físicos. Entendiéndose por requerimientos físicos como el conjunto de capacidades físicas que necesita un cazador para afrontar y superar la jornada cinegética de forma óptima y sin prejuicios.
Requerimientos físicos
Además de los requerimientos físicos, los cazadores van a demandar otros condicionantes necesarios de diversa índole e igualmente requeridos. Éstos pueden ser de carácter social o psicológico propios de cada modalidad, (Gamonales y León, 2014 y 2015). Todos ellos, de significativa influencia para realizar la práctica de la caza de forma saludable y segura.
Por lo tanto, se puede decir que la caza en madriguera es una de las modalidades más exigentes y duras, tanto para los perros como para los cazadores. Los perros suelen sufrir heridas (leves, graves o muy graves) como consecuencia de sus enfrentamientos con los zorros dentro de las madrigueras. Por esta razón, los cazadores deben llevar un botiquín de primeros auxilios para curar y desesinfectar a sus perros cuanto antes, para así evitar posibles infecciones de mayor gravedad.
El botiquín de primeros auxilios deberá estar dotado con: alcohol etílico, agua oxigenada, algodón, gasas, esparadrapos, suero fisiológico o lanceta para limpiar heridas, goma para hemorragias, pomadas y polvos de penicilina, bastoncillos, inyecciones antibióticas y cardiacas, coramina o adrenalina, antihemético para evitar vómitos, urbasón, suero antivenemos, tijeras, pinzas, bisturí, hilo y agujas para coser, vitamina K, bozal y colirio para limpiar los ojos.
Igualmente es conveniente llevar un antiparasitario externo, para rociar al perro antes de entrar en la madriguera, e inmediatamente después de salir, para prevenir un contagio, sobre todo de pulgas, (Sánchez, 2016).
Recomendaciones básicas
Para llevar la práctica físico-deportiva de la caza del zorro en madriguera de forma eficaz y saludable, hay que seguir las siguientes recomendaciones básicas:
•Ir siempre a madrigueras, cuevas, tuberías o pajares localizados con anterioridad.
•Realizar un reconocimiento previo de todas las bocas practicables y decidir que estrategia a seguir.
•Colocar a los cazadores en puesto fijo cortando todas las posibles vías de huida o escape. Es importante que los cazadores se coloquen de forma silenciosa, evitando crear ruido.
•Una vez cubiertas todas las vías de huidas, se procederá a soltar al perro o a los perros para entrar rápidamente a la galería a buscar al raposo.
•Dentro de la madriguera, se suele producir una pelea sin cuartel que puede alargarse en el tiempo.
•Los cazadores han de alejarse de las bocas antes de disparar al zorro. Es importante evitar que el raposo, herido o no, vuelva a entrar en la madriguera, ya que en este caso será muy difícil que vuelva a salir.
•Si el perro mata al zorro en el interior de la galería, se pueden producir largas esperas, siempre que el perro no esté acostumbrado a sacar la pieza muerta.
•Evitar las madrigueras con tejones. Además de ser una especie protegida, pueden causar graves heridas a los perros e, incluso, en ocasiones, pueden matarlos. CyS
Por José Martín Gamonales y Kiko León Guzmán