Caza Menor Gestión y Medio ambiente

Roja vs pardilla. Comparativa de gestión, sus problemas y soluciones

En el marco de los Diálogos por la Caza, organizados por Ciencia y Caza, y patrocinados por Caza y Safaris, se plantearon los aspectos fundamentales de la gestión que se realiza en Reino Unido dirigida a la perdiz pardilla, una de las especies más emblemáticas en ese país y en Europa, y que, como la roja, no pasa por el mejor momento.

El Dr. Carlos Sánchez García Abad, que entonces trabajaba en la Game & Wildlife Conservation Trust (GWCT) y ahora es coordinador de investigación de la Fundación Artemisan, describió aquellas herramientas de gestión que, igual que sucede con la parda allí, podrían funcionar en la Península para la perdiz roja. En el Reino Unido se pusieron manos a la obra hace más de ochenta años para intentar revertir la situación, así, ¿qué han hecho los británicos por sus perdices y qué podemos hacer nosotros para las rojas?

De ahí que hayamos querido traer a nuestras páginas estas posibles soluciones que nos ayuden a todos a buscar y tomar decisiones, necesarias, para poner remedio a uno de los problemas más graves que acucian a la caza chica. Si todos ponemos algo de nuestra parte, y nos basamos, como en este caso, en experiencias tan válidas como éstas, quizá no tengamos que seguir lamentándonos de tantas y tantas situaciones que nos acucian.

Gestión del hábitat

Como todos sabemos, la alarmante disminución de ciertas especies de fauna silvestre se ha debido, en muchos casos, al deterioro progresivo del hábitat. Algunas especies han capeado’ el temporal como han podido, pero otras, especialmente las ligadas a los medios agrícolas, han desaparecido de muchos sitios, siendo éste el caso de la perdiz pardilla, que antaño era muy frecuente en las llanuras cultivadas de Europa y las islas Británicas. Los británicos identificaron los problemas que reseñamos y desarrollaron las soluciones específicas que presentamos en los siguientes cuadros, y que podrían ser de una ayuda determinante en nuestros cotos para conseguir recuperar nuestra especie más emblemática de la caza menor, la ‘reina de nuestros campos’, que, a menos que se empiecen a tomar soluciones drásticas al respecto, muy pronto la veremos catalogada como ‘en peligro de extinción’ y no nos quedará otro remedio que renunciar a su caza.

Cobertura vegetal dejada para que pasen el invierno las perdices pardillas en Susex (Reino Unido).

Problema 1: las perdices no tienen suficiente refugio en invierno, dado que en muchos cotos la cobertura vegetal escasea una vez que se produce la siega, y las líneas de setos que sirven para separar los campos de cultivos pueden acabar convirtiéndose en “trampas mortales” porque algunos predadores pueden detectar fácilmente a perdices y otras especies presa.

Solución 1: plantar siembras para proporcionar refugio durante el otoño, invierno y parte de la primavera. La siembra de col rizada, achicoria y otras mezclas con este fin son muy frecuentes. Por otro lado, hay que recuperar la vegetación que crece al pie de los setos, o bien plantar más líneas de setos que servirán de protección.

Problema 2: las perdices no tienen lugares adecuados para anidar. Aunque la mayor parte de nidadas se ponen en cultivos de cereal, las perdices suelen escoger también los linderos entre campos de cultivo y también a lo largo de los setos, necesitando una buena cobertura herbácea. Además, los setos que no se cortan regularmente pueden dejar de ser atractivos por ser muy densos.

Solución 2: no utilizar herbicidas y así favorecer el crecimiento de bandas de herbáceas entre cultivos y a lo largo de los setos (al menos 2 metros). En la medida de lo posible hay que limitar el acceso del ganado a estos linderos e incluso plantearse vallarlos. Esta cobertura vegetal debiera estar lista en primavera y principios de verano, el período de puesta y eclosión de los perdigones. Se recomienda ofrecer en torno a 4km de linderos de este tipo por cada 100 hectáreas.

Problema 3: los perdigones no tienen suficientes insectos que comer. Se sabe que cada perdigón necesita aproximadamente 2.000 insectos por día para crecer correctamente, pero por desgracia no muchos cultivos son capaces de albergar esta cantidad de insectos.

Solución 3: crear caballones (en inglés beetle-banks), dejar márgenes de cultivos que no son tratadas con insecticidas, cuidar zonas de pasto en las que los insectos pueden ser muy abundantes o bien crear siembras específicas para este fin, como mezclas de veza, trébol y alfalfa, entre otras especies. Se recomienda destinar en torno al 3-5% de la superficie agraria útil del coto a este fine.

Patirrojas en uno de nuestros muchos caminos rurales.

Control de predadores

El control de los predadores es otro de los puntos claves, dado que de poco sirve mejorar el hábitat si luego no se es capaz de reducir el impacto de los predadores oportunistas en la época de cría. La GWCT ha estudiado a conciencia el efecto de los zorros y córvidos en las especies cinegéticas y otras especies de fauna silvestre, habiendo sido capaz de diseñar métodos específicos de captura.

Problema 4: se pierden muchas nidadas, hembras que están incubando y muchos perdigones por predadores oportunistas.

Solución 4: realizar un control de los predadores durante la época de cría (de Marzo a Julio). El zorro es el principal predador, y en Reino Unido se permite su caza nocturna con visor, si bien una vez que las cosechas van creciendo es necesario utilizar lazos específicos que son capaces de liberar a especies como los corzos y los tejones (muy abundantes en buena parte del país). Los córvidos son capturados mediante trampas selectivas de tipo “Larsen”, que permiten liberar especies protegidas sin ningún problema. Por último tendríamos ciertas especies de mustélidos, como el armiño y comadreja, cuya captura está permitida mediante trampas túnel, así como las ratas, uno de los grandes problemas para muchos cotos que “no las ven”, pero están ahí. Los estudios de la GWCT han demostrado que un control de predadores eficiente puede incrementar sobremanera las densidades de perdices en otoño y la primavera siguiente, sin ser un problema para la conservación de las especies predadoras.

Lazos en Reino Unido para el control de predadores.

Comederos

Desde Diciembre a Marzo-Abril, muchos cotos se enfrentan al “período de hambruna”, porque no sólo no hay menos alimento disponible en el campo, sino que hace más frío y los animales tienen más necesidad de comer. Los comederos, desde hace ya muchos años, son pieza fundamental para paliar los efectos de la ausencia de alimento.

Problema 5: las perdices no tienen suficiente comida disponible o bien tienen que desplazarse más para encontrarla. Esto tienen dos problemas: se gasta más energía para buscar alimento y se está más expuesto a la predación, especialmente de rapaces en la época de emparejamiento. Al final, las perdices (y otras especies granívoras), llegan en peor condición corporal a la época de reproducción.

Solución 5: disponer de comederos desde finales del otoño hasta principios de primavera. Estos comederos deben de ofrecer principalmente trigo, aunque si se está interesado en otras especies de pájaros se puede optar por mezclas de semillas más pequeñas, como el mijo y alpiste. Los comederos deben de ponerse cerca de cobertura vegetal (como setos y siembras de invierno), para evitar que los animales que los usan puedan ser predadores por especies como las rapaces. Uno de los problemas fundamentales es que especies “no bienvenidas” como las ratas, ciervos y tejones también pueden hacer uso de estos comederos. Por lo tanto hay que pensar bien dónde y cuándo se ponen los comederos, intentar utilizar comederos específicos para favorecer a las especies que queremos beneficiar y mantener al día a los comederos, ¿de qué vale un comedero roto o vacío? Por otro lado, también se puede optar por esparcir alimento “a mano” o a través de máquinas, como sucede en caso de nevadas o períodos de mucho frío.

Comedero especialmente diseñado para las perdices pardillas.

Monitorización: el Censo Nacional de perdices

De nada vale gestionar sin saber si nuestros esfuerzos están siendo realmente beneficiosos para las especies que estamos gestionando. No se deben dar “palos de ciego”, por lo que es necesario realizar un esfuerzo de monitorización y así planificar una caza sostenible.

Problema 6: no sé realmente cuantas perdices hay en el coto y tampoco sé si la gestión está favoreciendo a las perdices y otra fauna silvestre. Y por lo tanto no estoy seguro de si puedo cazar este año.

Solución 6: la GWCT recomienda realizar censos de perdices en dos momentos clave del año, finales de invierno y principios de la primavera y finales del verano y principios de otoño, según vayan yendo las cosechas. El censo de parejas nos dará una idea de cómo fue la supervivencia durante el invierno y del plantel reproductor que tenemos. Las perdices suelen estar ya bien emparejadas en Febrero-Marzo, momento en que las cosechas de cereal aún no están muy altas y es posible ver con mucha facilidad las parejas. Es recomendable hacer censos al amanecer y atardecer, cuando las perdices están más activas, utilizando un vehículo que nos pueda servir de “escondite”. Una vez que se ha cosechado, el censo de las polladas (Agosto-Septiembre y en ocasiones ya octubre) nos informará sobre cómo ha ido la temporada reproductiva. La GWCT ha desarrollado a lo largo de más de 80 el Censo Nacional de Perdices, por el que cual se invita a todos aquellos que realicen conteos de perdices y otra fauna a enviar sus datos para conocer las tendencias poblacionales a escala local, regional y nacional. A los que contribuyen se les envía información y asesoría de primera mano, que es de gran ayuda para todos aquellos que se niegan a ver cómo desaparecen las perdices de sus cotos. El Censo Nacional cuenta en la actualidad con unos 1.200 cotos por todo Reino Unido. Estas estadísticas son también de mucha ayuda para las autoridades competentes en la gestión de fauna y vida silvestre, así como temas agrícolas.

 

 

 

 

Ejemplo de cobertura para dejar comida para consumo de las pardillas.         El doctor Carlos Sánchez García-Abad.

Caza sostenible: cazar o no cazar

El último paso en la gestión de la perdiz pardilla (como en cualquier especie cinegética) está en la decisión de cazar o no cazar. Por desgracia, en muchos cotos siguen sin ajustarse bien los cupos, lo cual genera un problema enorme, problema que suele ser “solucionado” con la suelta de perdices de granja, cuyo efecto sobre las perdices silvestres se sabe que es negativo.

Problema 7: no estoy seguro de si este año debería hacer cacerías de perdiz y quiero asegurarme que el año que viene tengo suficiente número de parejas para garantizar la reproducción.

Solución 7: si has contado bien tus perdices en otoño, puedes establecer de una forma relativamente si este año se puede cazar o no. El punto clave en este sentido es diferenciar adultos de jóvenes durante estos conteos, y así evaluar cómo ha ido la cría este año, junto con el cálculo de la densidad total de perdices para un coto concreto. En primer lugar, se divide el número de jóvenes por el de adultos. Si el valor es inferior o igual a 2, esto nos indica que en líneas generales ha sido un año malo de cría. Por otro lado, al contar las perdices se puede determinar la densidad total para un coto concreto, y en Reino Unido se establece la densidad mínima de 20 perdices/100 hectáreas para plantear la caza. En conclusión, para poder cazar perdices necesitamos que nuestro plantel sea joven y tener una densidad mínima. De otra manera estaríamos cazando más de la cuenta y comprometiendo la viabilidad de la población.

Perdiz roja entre vegetación silvestre, de la que se alimenta todo el año.

Conclusión: la caza como conservación

La gran mayoría de cotos que han puesto medidas de conservación como las anteriormente descritas están consiguiendo frenar el declive de la perdiz pardilla, lo cual permite que se pueda cazar la especie. Los propietarios de cotos y gestores saben bien que, si un año no se puede cazar, la especie se veda y se espera al año siguiente, siendo entonces necesario “tirar de otras especies”, como el faisán. Pero por ello no cesa el esfuerzo por gestionar la pardilla y otras especies de fauna silvestre que viven en el mismo hábitat. No les quepa duda que, de no ser por aquellos que aman a la perdiz pardilla y su caza, la pardilla estaría casi extinta en la actualidad. CyS

Por Carlos Díez Valle y Carlos Sánchez García-Abad – Equipo Técnico de Ciencia y Caza (www.cienciaycaza.org).   Fotografías Redacción y The Game & Wildlife Conservation Trust

 

 

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