Fuente: andujar.ideal.es
Los cazadores se han empeñado en mostrar las bondades de su práctica, que desde algunos sectores es denostada, y se han implicado en el cuidado del medio ambiente y en su formación para desarrollar con integridad la caza, una actividad de una enorme raigambre en la Sierra de Andújar, que se denomina como la ‘capitalidad de la montería’. En esta labor se han embarcado el Club Deportivo de Caza Andújar que ahora está embebiéndose del significado de la recientemente publicada orden de veda y, por ello, se va a informar a los asociados de su adaptación a la vida del club y a sus cotos.
El presidente del colectivo, Bernabé Blanco, ha indicado que están realizando un censo de las piezas cazables (se dedican a la caza menor) y este apartado se llevan la palma la perdiz y el conejo, «este último se ha visto afectado por la mixomatosis que ha irrumpido por las lluvias y el largo invierno que hemos sufrido», explica Blanco, quien añade que se va a limitar y recortar el cupo de caza del conejo.
Blanco también ha avanzado que va a disminuir la caza de la perdiz porque se está reduciendo su hábitat por una serie de factores. En este sentido, se va a implicar al colectivo en la conservación de la perdiz. Una de las primeras tareas será la realización de un sondeo de perdices que se determinará cuando críen los polluelos.
Socios
Este club de caza iliturgitano cuenta con 425 socios y con una lista de espera de unos 200, por sus estatutos establecen un límite de asociados. «La cuota es asequible y por eso tenemos muchos aspirantes», constata Blanco quien anuncia que en breve se van a incorporar tres jóvenes y una mujer, circunstancia esta última histórica en la vida de esta sociedad.
El club está colaborando con los propietarios de los terrenos en los que cazan en evitar el daño que hacen los conejos y los jabalíes en los cultivos, sobre todo en el olivar de riego. Cazan en tres cotos de caza menor y en dos de ellos y en los próximos meses van a abatir a los jabalíes con la idea de que no dañen al olivar, «uno de nuestras principales misiones es la conservación del medio ambiente y trabajamos en la limpieza del entorno porque participamos en la recogida de cartuchos, botellas y basura al final de cada temporada».
Esta sociedad de caza iliturgitana trabaja de una forma muy estrecha con la delegación provincial de Caza en el desarrollo de cursos formativos como el que se está desarrollando en la actualidad de guarda de coto de caza de 72 horas lectivas en la sede del club. Están participando 16 alumnos que aspiran a ser guardas de cotos a los que se suman otros 10 que ya lo son y se están reciclando, como así les exige la normativa.
El secretario de la delegación en Jaén de la Federación Andaluza de Caza, José Antonio Anguita, señala que a los cazadores se les exige formación para que conozcan el hábitat de las especies, el manejo de las armas y los requisitos administrativos. La Federación también organiza jornadas con escolares y ciudadanos para que conozcan los entresijos de la caza, «queremos evitar la imagen negativa que tenemos los cazadores».