Fuente: ideal.es
La Guardia Civil ha imputado a dos individuos por un delito contra la fauna, después de ser acusados de la matanza de cuatro jabalíes en un coto privado del que no eran socios. Fue el propietario de este espacio quien denunció la matanza de estos animales. A partir de ese momento, la Guardia Civil de Motril inició una investigación para dar con el paradero de los furtivos.
Los agentes, tras efectuar las indagaciones oportunas, imputaron a dos personas como presuntos autores de un delito contra la fauna. La matanza de jabalíes se registró en un coto del término municipal de Los Guájares durante los dos primeros fines de semana del mes de enero.
El Código Penal en su artículo 335 referido a los delitos contra la fauna y la flora contempla lo siguiente: «El que cace o pesque especies a las que se refiere en terrenos públicos o privados ajenos, sometidos a régimen cinegético especial, sin el debido permiso de su titular, será castigado con la pena de multa de cuatro a ocho meses e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar o pescar por tiempo de uno a tres años…». Asimismo, «si las conductas anteriores produjeran graves daños al patrimonio cinegético de un terreno sometido a régimen cinegético especial, se impondrá la pena de prisión de seis meses a dos años e inhabilitación especial para el ejercicio de los derechos de cazar y pescar por tiempo de dos a cinco años». Estas serían las penas a las que se verán expuestos los dos imputados si previamente no existe un acuerdo previo al correspondiente juicio.
300 infracciones
El Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, de la Guardia Civil levantó 300 actas de infracciones por delitos contra la fauna durante el pasado año. Infracciones administrativas que acabaron con una multa en la mayoría de los casos. Además se registraron, tres delitos contra la fauna, en estos casos, los agentes lograron verificar que los imputados ya habían consumado el acto de la caza tras abatir a sus presas.
La Guardia Civil también retiró treinta escopetas de cazadores después de que estos hubieran consumado algún delito o infracción administrativa contra la fauna.La retirada de la escopeta a estos cazadores conlleva la supresión de su permiso de cazador.
El Seprona de la Guardia Civil también se ha incautado de distintas artes de caza ilegales como 57 costillas, tres lazos y dos redes, entre otros.
