En la prensa

Conejos vallecanos para salvar al lince ibérico

Asociar Madrid, uno de los focos más contaminantes de España, con la supervivencia del lince ibérico, una especie animal en peligro de extinción, no es, sobre el papel, una tarea fácil. Pero sí, la relación existe y es posible gracias a la superpoblación de conejos que se da en los barrios de la periferia de la capital. Precisamente desde uno de ellos ha surgido una iniciativa que pretende devolverle a la naturaleza lo que Madrid le quita con cada microgramo de dióxido de nitrógeno de más.

«Más que problema es una realidad de la periferia», considera Ignacio Benito, concejal del PSOE en Cibeles y también parte de la Junta de Distrito de Villa de Vallecas, donde no es raro encontrar conejos en los montes que rodean el barrio. Este es el caso del Cerro Almodóvar, donde estos animales han excavado sus madrigueras. Su presencia puede, sin embargo, dañar infraestructuras -como la vía del Cercanías- o transmitir enfermedades. Por eso, como confirma el presidente de la Junta de Distrito de Villa de Vallecas, Francisco Pérez, «el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento contrató a una empresa que se encarga de la caza en vivo de los ejemplares».

Mediante hurones, la empresa tiene permiso para acudir a las zonas afectadas y practicar descastes con el fin de eliminar del ecosistema un número concreto de animales para acabar con el problema de la superpoblación. El Gobierno de la Comunidad de Madrid autorizó las licencias pertinentes para que los cazadores pudieran actuar sobre el terreno. En un primer momento, según ha podido conocer ABC, las patrullas de cazadores soltaban a los hurones en las madrigueras para atrapar vivos a los conejos, que después se entregaban de forma gratuita a cotos privados.

Habitualmente, por entregar conejos u otro tipo de especies animales a los cotos, los cazadores cobran. Sin embargo en este caso, Madrid no recibía ningún tipo de rédito por estas entregas y además pagaba por el trabajo de las patrullas de cazadores. La ecuación, por ello, se antoja mejorable y el socialista tuvo una idea: buscar que estas cacerías tuvieran un impacto medioambiental lo más positivo posible. «En el próximo pleno vamos a pedir que el Ayuntamiento firme un convenio con la Asociación Lince Ibérico (Iberlince) para que todos los conejos que se descastan en Madrid se destinen a este proyecto», adelanta Benito a este diario.

Impacto positivo

De esta forma, los conejos de los descastes madrileños estarían a disposición de este proyecto que podría distribuirlos por ecosistemas como el de Doñana, uno de los hábitats del lince. «Ya que el Ayuntamiento no recibe dinero por esto, que el coste revierta en algo positivo», insiste Benito, quien explica el papel que juegan los conejos en el día a día de los linces ibéricos: «La viabilidad del proyecto del lince depende del conejo. Es la base de su alimentación». En virtud de los datos que ofrece Iberlince, en el año 2016, en toda la Península Ibérica había 483 linces -397 sólo en Andalucía-, una cifra que sigue un aumento progresivo con el paso de los años. En el año 2002 únicamente había 94 ejemplares en territorio andaluz, el más prolífico.

Pero además de colaborar a la supervivencia de los linces ibéricos en libertad, Benito no descarta que una parte de estos conejos ‘chulapos’ capturados en los barrios de Madrid también pueda ser enviada a algunos centros donde esta especie vive en cautividad. «Es curioso que en una ciudad donde muchos de sus habitantes no conocen que también viven conejos y que, además, está tan relacionada con la contaminación, pueda ser una herramienta para salvar al lince ibérico», concluye el concejal.

Fuente: abc.es

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