La implantación de nuevos impuestos para la caza forma parte de la propuesta de reforma fiscal ambiental que lanzaron ayer las grandes organizaciones conservacionistas españolas.
Los promotores de la propuesta juzgan que los costes ecológicos deberían ser trasladados a los responsables de actividades económicas «perjudiciales». Su solución es promover el reaprovechamiento de materiales, reducir los desequilibrios sociales e incentivar las buenas prácticas ambientales, según las cinco principales oenegés. El documento reclama la introducción de un tributo a la caza, con el fin de gravar sus aprovechamientos, adicional a los tributos que ya aplican algunas comunidades autónomas.
El informe de las oenegés sostiene que la actividad cinegética, sobre todo la de carácter intensivo, “genera impactos ambientales”, muy visibles en los ecosistemas y la biodiversidad, y, a la vez, “limita la posibilidad de disfrute de los espacios afectados a todos los usuarios”. “Es justo que la caza contribuya al buen estado del medio ambiente”, dice Theo Oberhuber, portavoz de Ecologistas en Acción.
Ver aquí el documento completo de Propuestas de Fiscalidad Ambiental ONG
Fuente: lavanguardia.com