Por tercera vez, el primogénito de Donald Trump visita nuestro país para disfrutar de la gastronomía, la flora y, sobre todo, la fauna
Según informa El Mundo, Sin comerlo ni beberlo, Cabrejas del Pinar (Soria) recibió la visita, a última hora de la tarde del viernes, del hijo del presidente norteamericano, Donald Trump Jr (41) y su hijo. Junto a estos inesperados protagonistas, un ejército de seguridad de, aproximadamente, 15 personas que completaron la estancia de las nueve habitaciones del Centro de Turismo Rural Camino de la Fuentona.
«Les hizo muy malo durante el fin de semana: granizó, llovió, hizo frío…Pero cada día se quitaba las botas llenas de barro nada más entrar, él y su hijo, para no manchar«, comentaba Óscar Soto, propietario del Centro de Turismo Rural a LOC en una conversación telefónica. Desde el viernes hasta el lunes 8 de abril, padre e hijo disfrutaron de un fin de semana en la provincia de Soria degustando, además, de la gastronomía del lugar: trufas, pollo guisado, embutido… Soto afirmó que: «Fueron muy educados y atentos con nosotros y con nuestro hijo. A cada plato y menú que le ofrecíamos nunca dijo que ‘no’ e incluso se atrevió un poco con el español: ‘gracias’, ‘por favor’, lo típico».
El fin de semana, los Trump también fueron inmortalizados en pleno paraje, algo que el hijo de Donald Trump aprovechó para subir una foto de los dos a su cuenta de Instagram: «Fin de semana genial junto a mi hombre D3. Disfrutando de las últimas nieves del invierno mientras podemos».
Estas pequeñas vacaciones de Donald Trump Jr. han estado íntegramente dedicadas a la caza. Éste amanecía a primera hora, desayunaba y salía a cazar. No volvía hasta la hora del almuerzo, que aprovechaba para descansar un rato. Luego seguía con el intensivo y volvía a salir por la tarde hasta la hora de la cena.
La afición a la caza Donald Trump Jr., parece ser recurrente, ya que no es la primera vez que se pasea por aquí, rifle en mano. Esta es ya sutercera visita a nuestro país en un año. La primera fue en abril en Beceite (Teruel) y la última hace poco en noviembre de 2018 en la Sierra de Gredos (entre Ávila y Cáceres), tres días y con mal tiempo, también.
Fuente: El Mundo. Fotografía: GTRES