La Asociación de cazadores El Tolocha de Calanda ha remitido sendas cartas a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y a la Oficina Comarcal Agroambiental (OCA) de zona para denunciar la muerte por ahogamiento de animales en el Canal Calanda-Alcañiz y reclamar medidas que eviten la mortandad.
El canal es una ratonera para jabalíes y, sobre todo, corzos, que acuden a beber atraídos por el agua que queda tras la suelta diaria. Al intentar escapar de allí se ven incapaces de saltar la pared de hormigón y terminan engullidos por el caudal que aumenta a primera hora de la mañana.
Los cazadores de Calanda detallan en su carta a las dos administraciones que desde el 19 de enero de este año al 18 de mayo han sacado, vivos o muertos, a cuatro jabalís y 16 corzos. Denuncian la falta de seguridad que presenta esta infraestructura que traslada agua de riego desde el embalse de Calanda hasta las balsas de regulación con las que se alimentan miles de hectáreas de cultivo.
El canal atraviesa el término municipal de Calanda desde el embalse y se adentra en el de Alcañiz, pero los datos que aportan en sus dos cartas a la administración pública sólo hacen referencia a los animales que han sacado dentro del término municipal de Calanda.
Varios cazadores con los que ha hablado este periódico se lamentan de la falta de seguridad del canal, que carece de ningún tipo de vallado en los alrededor de 15 kilómetros de longitud que tiene. Y no sólo eso. Los cazadores afirman que “solamente hay un salidor en todo el tramo que va desde el embalse hasta el final del canal”.
El salidor es una rampa. Desde el organismo de cuenca aseguran que el año pasado se fijaron actuaciones para resolver este problema, que es viene ya de lejos. “Se acordó que cazadores, regantes y ganaderos hicieran un inventario de los corzos afectados”, señalan desde el organismo de cuenca. Por su agilidad son los corzos que más acceden y se ahogan dentro
Según las mismas fuentes, la CHE realizó una rampa y se instaló un sistema de corcheras que guía a los corzos hasta ella. Además, informaron de que está previsto hacer dos rampas más, después de lo cual se analizará si la medida es eficaz.
Los cazadores reclaman que haya más de una rampa en todo el tramo y que “los salideros” se distribuyan en distintos puntos para que, cuando los animales que caigan estén dentro y no puedan salir puedan tener una vía de escape, porque una rampa es “insuficiente”.
José Manuel Palos y David Timoneda, presidente y expresidente de la sociedad de caza calandina, relataron que sus cazadores recogen todos los años animales “vivos y muertos, desde la salida del embalse de Calanda hasta el Plano de Alcañiz”, porque “el canal no está vallado y se ahogan muchos animales”.
Vallado o salideros
Los cazadores quieren o bien que se valle o bien “que se hagan salideros dentro del término municipal de Calanda, que es donde los estamos recogiendo”, añadió. No en vano, “si los corzos, que son animales muy ágiles, no pueden salir, tampoco lo haría una persona o un niño”, advirtió el cazador.
La mayoría de animales muertos caen al canal entre los meses de abril y mayo. Es el momento en el que los corzos machos más amplían su radio de expansión, en su búsqueda de nuevos territorios. “Entran en celo y van de un lugar a otro. Cuando llegan al canal y ven que hay dos palmos de agua entran a beber, y el problema es que no pueden salir de allí. A las ocho de la mañana se abren las compuertas del pantano para aportar agua al canal y es entonces cuando terminan ahogándose, porque no encuentran ninguna salida de allí”, detallaron los dos responsables de la sociedad de cazadores.
Más ahora
La carta al organismo de cuenca y a la OCA del Bajo Aragón se ha enviado hace unas semanas, “pero ésto viene sucediendo desde que se construyó el canal”. En cualquier caso, los ahogamientos de animales en esta zona se han incrementado debido a la alta expansión que ha adquirido el corzo, que hace 10 años no estaba presente en tierras tan bajas, pero que hace ya un tiempo que es un animal salvaje habitual en las comarcas del Bajo Aragón y del Matarraña.
El expresidente de la sociedad de cazadores ha sacado a varios animales este año de dentro del canal. A un corzo que encontraron vivo los cazadores calandinos no hace mucho lo sacaron “como en las películas, uno de nosotros achuchándolo hacia un lado y el otro con un lazo para agarrarlo”, relatan. El animal, tremendamente asustado, “no tenía fuerzas para nada. Tenía las patas completamente arañadas, al haber intentado salir del canal sin conseguirlo porque las pezuñas las tenía mojadas”.
Fuente: Diario de Teruel