Un juzgado de Sevilla ha condenado al dueño de una granja cinegética de Pilas (Sevilla) a un año y tres meses de prisión y a indemnizar con 47.000 euros a la Junta de Andalucía por un delito de tenencia ilícita de armas y otro contra la fauna por matar 152 aves protegidas que tenía guardadas en un congelador.
El dueño de la granja, F. R.M., también ha sido condenado a una multa de 1.620 euros y a dos años de inhabilitación para cazar o pescar, según recoge la sentencia del juzgado.
En el congelador, la Guardia Civil halló en una inspección que hizo el 22 de enero de 2013 un total de 152 aves protegidas, entre ellas, dos rabilargos, 49 petirrojos, 4 colirrojos tizones, 8 currucas cabecinegras, una tarabilla común y 30 currucas capirotadas, especies todas ellas incluidas en el Listado Andaluz de Especies Silvestres en Régimen de Protección Oficial y declaradas de atención especial.
Además, se le encontraron 8 verderones comunes, 40 verdecillos, 4 mirlos comunes y 8 gorriones comunes, especies silvestres cuya caza no se encuentra autorizada, según la Ley de Flora y Fauna, y el valor de todas la aves se cifra en 47.000 euros.
Métodos de caza prohibidos
Los agentes encontraron, además, «una cantidad ingente de métodos de caza prohibidos», entre ellos 146 «costillas», cajas de hormigas aladas utilizadas como cebo de pájaros insectívoros, dos redes de pantalla y cuatro de suelo, un visor nocturno adaptable para arma larga y un cepo.
Todos ellos son métodos no selectivos y con gran potencia destructiva que estaban guardados en una nave, indica la sentencia.
Fuente: lavanguardia.com
