Ya nos queda menos para la media veda. Es natural que la inmensa mayoría de los cazadores sólo puedan disfrutar del campo en las jornadas de caza, pero los que, sufriendo, lo hacemos durante todo el año, cuando más ímpetu e ilusión le echamos al agro es en los meses previos. tórtolas y
La caza siempre da sorpresas, buenas y malas, pero en un inmenso porcentaje no hay tantas; al menos para los que venimos siguiendo la evolución del campo.
¿Cómo va a ser la media veda?
Aún con el enorme peligro de equivocarme, auguro lo siguiente: será mucho que mejor que años atrás, pero habrá grandes fiascos de tiradas si alguien espera resultados acordes con los pájaros que se están viendo.
El absurdo retraso de la media veda (la tórtola hasta el 29 de agosto) provocará que la gran mayoría ya se haya ido.
Sólo los lugares privilegiados que recogen tórtolas de amplios alrededores a finales de agosto y primeros de septiembre para iniciar las migraciones de vuelta a África, podrán ver pájaros en número acorde a lo que ha llegado esta primavera a la Península Ibérica.
El absurdo cupo de 5 por persona y día en tórtolas hará que esos pocos lugares apenas puedan aprovechar ese aumento de pájaros.
Punto por punto
¿Por qué este año hay muchas más tórtolas y codornices? Poco o nada ha influido la buena primavera, que también las ha habido años atrás y, en todo caso, era sólo una expectativa cuando empezaron a llegar ambas especies.
La causa, como me hizo caer mi buen amigo Cristóbal de Gregorio, está en el COVID. Y no, ni Cristóbal ni yo nos hemos vuelto locos. Siempre en mi postura vocacional de ser políticamente incorrecto (ser correcto se ha convertido simplemente en no decir la verdad, o al menos toda la verdad) daré mi opinión.
Es un secreto a voces que nuestros vecinos marroquíes llevan muchos años poniendo redes en las costas para cazar las codornices a decenas de miles en sus trayectos de ida y de vuelta, así como cazando las tórtolas a tiros en los suyos. Pero este año, al igual que los españoles, se han tenido que quedar en casa.
Teóricamente, en Marruecos se cazan las tórtolas y las codornices desde el 1 de julio, con un cupo de 50 por tirada y persona (ojo, por tirada quiere decir 50 por la mañana y 50 por la tarde). Pero esperar un cumplimiento de la legalidad en Marruecos es como pensar que las gallinas miccionan.
Este año tenemos delante de nuestras narices la prueba del algodón; cuando los moros se han quedado quietecitos, han llegado muchos más pájaros de África. Si alguien lo niega debería empezar por explicar por qué esa enorme diferencia entre dos países tan próximos respecto a dos especies migratorias que se desplazan muchos miles de kilómetros y a las que la distancia entre España y Marruecos es un saltito.
Otros aspectos incompresibles
Aún planteando un irreal cumplimiento de la legalidad marroquí, sigue habiendo muchos aspectos que no comprendo. Se trata de las mismas especies, que proceden de las mismas migraciones y que tienen los mismos orígenes.
Digo yo que no tendrán un periodo de puestas muy diferentes en ambos países. Pues bien, resulta que, mientras que en España sólo podemos empezar a cazar codornices el 22 de agosto y tórtolas el 29 de agosto, en Marruecos empiezan el 1 de julio. ¿Alguien puede explicármelo?
Deberían hacerlo las Administraciones ambientales, que han establecido esas fechas y la Fundación Artemisan, autora (según ha dicho la propia Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha) de la propuesta de fechas, cupos y condiciones para la caza de la tórtola. Sus amplios conocimientos deberían ser suficientes para ilustrarnos a todos. Así, deberían ilustrarnos sobre por qué se pone el énfasis en el sur de Europa (básicamente España) cuando se habla de una especie intercontinental. Por qué nadie dice nada sobre la realidad de la población global de la tórtola en vez de creer que es una especie específicamente ibérica. Por qué, en vez de defender a la caza española, se baja la mirada ante algo que nadie del mundo de la caza puede negar conocer; cuanto, cómo y cuándo se cazan tórtolas y codornices en el norte de África.
Ser espectador del numerito exagerado que se está montando con la definición de ‘wetland’ en la propuesta de modificación del RAMSAR, incurriendo en un gran despliegue de medios en demagogias y en traducciones paletas, impropias de un simple B1 en inglés y ver al tiempo como las mismas organizaciones han traicionado a los cazadores de media veda, es una experiencia muy desagradable.
La media veda no importa a las principales asociaciones cinegéticas
No acierto a ver qué es lo que importa y deja de importar a las principales asociaciones cinegéticas. Lo que es evidente es que la media veda les importa un bledo. Debe ser que con ella no se mueven votos.
Siempre se oye en la calle que «los españoles somos los más tontos del mundo». Creo que exageran; los más tontos del mundo somos los cazadores españoles. Sólo así se comprende que seamos los ‘paganos’ de los excesos marroquíes y que tengamos a defensores que se limitan a dosificar con mucho cariño y buenas palabras la vaselina que nos aplican año tras año. Sinceramente muchos preferiríamos que evitaran la agresión.
Más restricciones aún, no solo en días hábiles y cupos
Pero la cosa no acaba en fechas y ridículos cupos, porque continua con las condiciones; prohibición de poner puestos a cientos de metros de las siembras y tope horario. Vamos, igualito que en Marruecos. Si nos dicen que podremos cazar todas las tórtolas que podamos coger volando, el resultado sería el mismo. Me pincho y no sangro.
Más de uno se defiende diciendo que ha sido una cesión impuesta por la Unión Europea. Que era esto o nada. Podría creerles si hubiera visto a uno sólo de ellos argumentando con coherencia esto que digo ¡y que muchos más dicen! Si hubieran empleado un solo euro de sus excelentes presupuestos en hacer un estudio poblacional general de esas especies, en vez de concentrarse en estudiar el porcentaje de calcio que hay que suministrar a los ciervos para que su cuerna crezca más y mejor. Pero tampoco.
Estaría encantado de recibir un vapuleo argumentativo que me obligara a retractarme, pero no creo que llegue, La respuesta será un estruendoso silencio y, por desgracia, seremos tres gatos los que clamemos en el desierto contra esta traición.
Si la Administración ambiental es la gran desconocedora del campo español, las organizaciones cinegéticas principales han arrastrado sus vestiduras honoríficas por el lodo del deshonor. No puedo creer que no sepan lo que he expuesto; simplemente «están para otras cosas más importantes». El año que viene, otra partida de subvenciones para estudiar si la pata de la perdiz es roja o colorada, o si el venao ibérico es así o asá.