CRÓNICA DE COSTALGORDO
MONTERÍAS DAVID CANALEJAS
No hacía falta más, una mancha guapa, que se cierra con poco más de 30 puestos, para un grupo de amigos a gastos…
Eso es lo que ofrece David Canalejas en el monte Costalgordo en Peralveche, Guadalajara.
Lo de menos es el resultado.
Pero es que además hay caza, la temporada pasada, sin ir más lejos, Costalgordo se nominó para la caracola a la mejor montería por la relación calidad / precio.
No es fácil conseguir un puesto en Costalgordo
Siendo algo tan restringido, no resulta fácil conseguir un puesto en esta mancha.
La suerte que este cronista tiene es que tiene multitud de buenos amigos, uno de ellos es David.
Es por eso que desde hace tres o cuatro temporadas que algunos incondicionales de David, un buen tipo que se deja querer, acudían a Costalgordo y a Carrascosa de Tajo, por pitos o por flautas este cronista no pudo ir, hasta esta temporada que se presentó la oportunidad que, por supuesto, no dejé escapar.
Un viaje a La Alcarria de lo más agradable
El caso es que el pasado viernes 21 de febrero, Miguel Galán y yo mismo estábamos desayunando en su local (El Pabellón en Alcobendas, si le gusta la carne de caza, entre otras muchas cosas, no deje de ir) a la hora usual de todos los días, después el viaje por demás muy conocido y agradable, ¡además de copiloto! Algo que se agradece a estas alturas de la temporada ya con miles de kilómetros acumulados de conducción en solitario.
Es una gozada, tras pasar Guadalajara tomar la N-320 dirección Cuenca, transitar por la misma presa del pantano de Entrepeñas, y en Alcocer, antes de llegar ámbito del otro gigante, Buendía, girar a la izquierda ya hasta Peralveche.
Aunque la entrada por el norte por Cifuentes y Trillo no es moco de pavo.
La Alcarria no lejana del Alto Tajo.
Un ‘Viaje a La Alcarria’ de lo más agradable. Uno de los libros de cabecera de este cronista, Cela no ganó el Nobel por ser un cachondo mental, que lo era, lo ganó por ser un escritor descomunal.
¡Quiet@s parad@s! Para mí también fue una injusticia enorme que no ganará el Nobel ese cazador castellano que escribía como los ángeles, mejor que los ángeles.
‘El camino’, ‘Las ratas’ o ‘Mujer de rojo sobre fondo gris’, por ejemplo, son libros de cabecera también para mí.
Pero los premios, los literarios incluidos, es casi lógico que tengan algo –o mucho– de injusticia por los grandes escritores que nunca los llegan a ganar, y no hay que irse al Nobel.
Sorteo según se llegaba y DESAYUNO (y II)
Por fin nos reunimos en el mismo Peralveche el grupo de mi querido amigo Pablo Pando, otro tipo bueno.
Además del propio Pablo, Miguel y este cronista, acudieron a la cita Vicente Frigola y su mujer Paloma Rodríguez, Joaquín Galván y los hermanos Rodrigo, Emilio y Martín.
Un porcentaje alto de los monteros, siete de los treinta y seis que cerrarían la mancha.
Según iban llegando los cazadores sorteaban antes de pasar a desayunar.
Para desayunar huevos fritos con chorizo, no está mal para entonarse, sobre todo para Miguel y para mí que ya íbamos desayunados.
Desde allí podrían salir fácil y ordenadamente todas las armadas con sus correspondientes postores.
Por cierto, me encontré con un buen amigo al que había perdido la pista hace años, Juan Cubillo, me hizo una ilusión enorme.
Curiosamente Miguel sacó el 9 del cierre de El Recuenco, el mismo que ocupó Pablo la pasada temporada, mientras que él mismo –Miguel–, en el 8, se hizo con un buen venado, pero eso fue en el 24.
A este cronista la suerte le envió al 3 de la Vega, pequeña traviesa de cuatro preciosos puestos.
Tras dar las normas, con especial hincapié en la seguridad, David dio salida ordenada a las armadas.
Se podrían tirar venados, ciervas, jabalíes, gamos y gamas sin cupo.
A montear, que ya es hora. El 3 de la Vega, un puestazo
Que muchas palabras después, aquí no se ha pegado un tiro, y en Costalgordo se escucharon muchas detonaciones, como se dice ahora.
Peralveche está a una altura capicúa, 1111 metros, en invierno no suele hacer calor, y el pasado 21, aún estado nublado, sin amenaza de lluvia, no era un día del todo desagradable, aunque a veces la mareita era molesta, hacia buen día para montear.
En el término de siempre hubo encina-chaparro, roble, jara, algo menos quizá sabina-enebro, y más recientemente también pino, pinar también muy presente en Costalgordo.
De tal manera que la mancha tiene zonas de monte cerrado –incluso muy cerrado– y otras más abiertas.
Aunque también hay labor, como en la zona de la traviesa de la Vega.
El 3 era un puesto precioso para tirar de testero hacía el sur, con una pequeña siembra de por medio y veredas muy marcadas hasta el mismo puesto, además de contar con una pared donde se podía apoyar perfectamente el rifle.
No aireaba en esa dirección.
Sí aireaba hacía el norte, donde, tras un terreno limpio y pedregoso y una siembra, se alzaba otro testero, mucho más lejos que su homologo meridional.
Obviamente puse atención sur, con vuelta de cabeza de vez en cuando hacia el norte, por si acaso.
Ítem más, los perros batirían primero la mano sur.
Siete rehalas selectas, siete
Por cierto, David, como buen rehalero que es, llamó para la ocasión a siete rehalas selectas, además de la suya propia, las de Seara, Miñarro, Daniel Urdillo, dos de Gonzalo Herrero (Rehalas GH) y la de Esteban Meño con su mujer Chari Flores y su inseparable Carlos Merino.
Esta vez se unió a la comitiva de rehaleros el bueno de Santiago San Román, hoy jubilado y que pasó sus perros a Esteban.
Lujo de rehaleros y de rehalas que se vio reflejado en un gran trabajo en el monte.
No eran ni las 10:30 cuando ya estaba cerrada la mancha.
La traca
Cuando Luis, el postor, me dio perfectamente todas las indicaciones sobre las posibilidades y seguridad del 3, cómo iban las sueltas, etc., remató con un «hay muchísimas gamas».
Algunos tiros antes de soltar.
Aquello fue in crescendo y a partir de las 11:00 guirigay del bueno: carreras, ladras y tiros, además repartidos por toda la mancha.
Hubo un momento que aquello parecía una traca, con vaivenes, lógicamente, de más tranquilidad que aprovechaban las grullas para inundar todo con su trompeteo.
Gamas
Aún en el primer tercio de la montería asomaron ocho o diez gamas por el testero sur, sin prisa, a bastante menos de cien metros.
Cerraban la comitiva tres machetes, varetos de distintos tamaños, por lo que el grupo era de gamos, que no de gamas, era por entendernos.
Sentí no tener la máquina de fotos a mano, porque había decidido no tirar hembras, no sé si acertadamente o no, porque gamas había muchísimas.
No tengo que repetir mucho que no tiro bien, pero según entraron ‘las gamas’, apoyado el rifle y el codo…
El grupo se quedó en un regato más apretado de monte, y curiosamente cuando llegaron los perros, en vez de romper directos a las trochas que coronaban en el 3, pues no, se volvieron…
No me lo expliqué, ni se dieron cuenta que estaba allí apostado, ni me barruntaron, con el aire a favor, rarísimo.
En plena traca, algunas gamas más, chorreadas, cruzaron el tiradero sur del 3 de la Vega.
No digo que no que algún bicho cruzara por el testero norte sin que me diera cuenta.
Antes de las 15:00 la montería se dio por concluida.
Mientras las grullas seguían con su incesante trompeteo, seguramente organizando ya su regreso a sus áreas de cría.
Plantel
Los compañeros de armada si tiraron alguna hembra de las muchas que les entraron, también vieron cochinos, normalmente hembras con rayones por lo que, lógicamente, se abstuvieron de tirar.
Luis cobró cuatro gamas, posiblemente más pudo cobrar este cronista, pero…
Estupenda la comida, alubias de primero y filete de segundo, y más en compañía de los amigos.
Destacar, dentro de nuestro grupo, además de alguna hembra, el cochino cobrado por Joaquín Galván en el cierre de Vindel y el precioso venado de catorce puntas que cobró Emilio Rodrigo en el 5 del cierre de El Recuenco.
Tras la comida, con mucha luz el plantel ya estaba completo, a excepción de alguna hembra que hubo que cobrar al día siguiente.
Tres venados, dos buenos de montería, uno de ellos el ya comentado cazado por Emilio, y el tercero extraordinario, un doce puntas con mucho grosor (y por lo tanto muchos puntos) y una envergadura espectacular, lo mismo llega incluso a plata, lo cobró Miguel Recuero.
Había un navajero entre los trece cochinos cobrados, y seis gamos.
Hasta veintiocho hembras se cobraron, mayoritariamente gamas.
La mayoría de los puestos que no tiraron fue como en mi caso, por no querer disparar a las hembras.
Y de los que verdaderamente no tuvieron opción alguna de disparar, sólo recuerdo a mi amigo Juan Cubillo. Aunque seguramente hubo alguno más.
Felicitación y agradecimiento
Sólo queda felicitar y dar las gracias a David Canalejas por obsequiar año tras año a su grupo de amigos y a los colegas de éstos con esta montería de Costalgordo, porque es un auténtico obsequio.
Por nuestra parte también hemos de agradecer a Pablo Pando que se acuerde de nosotros.
Amigo de sus amigos, Pablo es capaz de no cazar él para que cacemos uno de nosotros, así es él, gracias, amigo.
Crónica y fotografías Adolfo Sanz Rueda
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Monterías David Canalejas
Fecha: 21 de febrero de 2025
Finca: Costalgordo / Finca abierta
Término: Peralveche, Guadalajara
Puestos: 36 / Sin cupo de venados, jabalíes, gamos, ciervas y gamas / Rehalas: 7
Venados: 3 (con 1 bronce-plata)
Jabalíes: 13 (1 navajero)
Gamos: 6
Ciervas y gamas: 28
