El 2 de noviembre cazaba junto a Borja Galavís y amigos en Valencia de Alcántara, la preciosa finca de Las Gagas. En una nave del polígono industrial ofrecía esta vez el desayuno que transcurría entre risas y comentarios de los lances vividos en la jornada precedente.
De nuevo, antes de sortear se recordaron normas básicas en cuanto seguridad aunque la finca y la colocación de las posturas estaban totalmente comprobadas y a salvo de sustos y tras el rezo se comenzó con el sorteo de las 47 posturas que cerrarían la mancha.
En esta ocasión se extrajeron del bombo las bolas de las armadas del río, que serían adjudicadas a los monteros más jóvenes del grupo, dada la dificultad para transitar por la zona y la necesidad de cerrar rápido ese escape, que todos los años veía como se salían las mejores reses.
Así, tras sortear estas armadas de mayor dificultad, se procedió con el sorteo de manera habitual. Un poco tarde, se comenzó a montar la mancha y hasta las doce no se terminó de colocar a todos los monteros en sus posturas. Un extraño defecto de movimiento de reses se dejaba notar en la finca durante los primeros compases, dado que en el momento de la suelta se habían escuchado únicamente cinco disparos. Tras la misma, las diez rehalas fueron sacando los pegotes de mancha poco a poco y repartiendo lances por las distintas armadas, siendo el Cierre de la Pared Alta, junto con las traviesas de los Molinos y la de la Televisión, las primeras en tener sus oportunidades.
La jornada fue transcurriendo con una extraña y relativa calma interrumpida por ladras y disparos alternos. En esta ocasión, los jabalíes,fueron los protagonistas de la montería, que volcados en la inmensa espesura de la fachada al río jugaban con las rehalas que se esforzaron de sobremanera para llevarlos a las puertas.
Así, algún montero jugó hasta siete lances sobre los mismos, sin resultado positivo alguno, otro veía como una partida de doce abandonaba la mancha consiguiendo abatir solamente uno y, cómo no, apareció también el cochino de las cuatro y cuarto, que, con las rehalas de vuelta y ya en puertas de los furgones, se arrancaba próximo a la traviesa de la Televisión, abandonándola por el número uno, que ya había recogido el rifle, y encaminándose al Cierre de los Mallazos, donde también el montero del número uno, subido en el techo de su coche, le hizo dos disparos errándolos y perdiendo el equilibrio, lo que le pudo costar un disgusto, además de destrozar el visor del rifle, pero, es que el guarro lo merecía según los perreros.
Muy tarde se recogieron a los monteros y muy tarde se sacaron las reses. Afortunados los hubo, como el que suscribe, que se hizo con dos venados y un jabalí, o Miguel García, de Consuegra, que cerraba un magnífico fin de semana con el cupo de venados y una cochina habiendo dejado pasar otros cuatro venados por tener hecho el cupo en el uno del Cierre de la Pared Alta.
Los domingos siempre andamos con prisas y en el momento de venirme de la montería se habían sacado 7 venados y 10 jabalíes, llegando al final a un total de trece venados y dieciséis jabalíes, existiendo una rara carencia de ciervas en la zona, siendo una la única que se vio y se abatió.
Una crónica de Carlos Casilda Sánchez.
FICHA
ORGANIZACIÓN: Vegas del Server
LOCALIDAD: Valencia de Alcántara (CC)
FECHA: 02/11/2014
PUESTOS: 47
REHALAS: 10
CUPO: 2 venados y 2 ciervas
FINCA: Abierta
Ha monteadas: 700
VENADOS: 13 (1 bronce)
JABALÍES: 16
