Los entidades del sector rural de la Comunidad Valenciana que el próximo 26 de mayo van a manifestarse en Valencia para defender sus sectores, han presentado un informe sobre la coyuntura del medio rural y su impacto en la economía de la región en el que reflejan las cuestiones que consideran más preocupantes.
En dicho informe se concluye que la crisis del mundo rural se refleja en la reducción del empleo agrario, de las tierras de cultivo, en las superficies destinadas a los cultivos más relevantes, en la disminución del número de licencias de caza, la presión ejercida sobre actividades como els bous al carrer, el tir i arrossegament, la colombicultura, la pesca o el silvestrismo, y deportes como el ciclismo de montaña.
Indica que el mundo rural lleva demasiados años sufriendo una importante crisis social y económica. Los precios en origen se mantienen en niveles de hace treinta años, mientras que los costes de producción no paran de crecer. El empleo agrario directo presenta un descenso del 63% en el mencionado periodo. Mientras, las poblaciones de jabalíes se han disparado un 150% desde el arranque del milenio. Esto, según las citadas organizaciones, genera pérdidas de 26 millones al año.
Según los cálculos, el mundo rural (agricultores, ganaderos, cazadores, pescadores y silvicultores) y el sector agroalimentario en su conjunto generan 14.623 millones de euros anuales, el 14% del PIB de la Comunitat, y 171.000 empleos directos.
La manifestación del día 26 de mayo, bajo el lema «Por un mundo rural vivo y nuestra cultura», reclamará a la Administración, entre otros aspectos, que se cree una mesa de negociación con la Generalitat para tratar sus necesidades, mayor financiación y ayudas contra la despoblación o potenciar la caza para evitar el creciente daño de jabalíes y conejos en los cultivos.