Más de un 80% de la población residente en el área de la Sierra Morena cordobesa y jiennense muestra una elevada disposición a colaborar en las actividades integradas en el Proyecto LIFE “El Lobo en Andalucía: cambiando actitudes”.
Además, un 56% de los habitantes de las localidades más cercanas al hábitat de este animal manifiesta su total acuerdo con la existencia de planes de conservación del mismo, un porcentaje que se eleva hasta el 69,9% en las capitales cordobesa y jiennense, más sensibles a su significación cultural y valor cinegético. Estas son algunas de las conclusiones extraídas del Informe que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha realizado entre la población del área de la Sierra Morena cordobesa y jiennense, además de en las respectivas capitales provinciales para conocer las opiniones, actitudes y creencias acerca del lobo ibérico y sobre la importancia y modo de implementación de sus políticas de conservación.
Los resultados obtenidos permiten afirmar también que existe en ambas áreas un amplio consenso en una actitud positiva hacia el lobo, entendiendo como tales aquellas en las que los individuos mostraban su acuerdo con la preservación de la especie y con la limitación de todos aquellos comportamientos que pudieran ponerla en peligro (más del 70% se muestra totalmente en desacuerdo con la extinción del lobo). La existencia de posturas reticentes hacia el lobo y a la puesta en marcha de medidas de conservación son muy minoritarias, situándose en torno al 13,7%, y se concentran en las localidades próximas al hábitat de la especie, indicándose que es sobre ese sustrato de población sobre el que se debe incidir en labores de concienciación.
Planes de Conservación del lobo
El informe refleja la percepción general de que la presencia del lobo se está reduciendo en Sierra Morena en los últimos años (un 70% de los encuestados así lo considera), destacando la utilidad del lobo como especie natural que ha de protegerse por el mero hecho de serlo (el 63,9% en las capitales así lo cree), resaltando su labor para eliminar las piezas de caza enfermas (contribuyendo a evitar epidemias) y su interés cultural y científico.
Tanto los cazadores los como ganaderos entrevistados reconocen las bondades naturales y culturales de la especie, y no son muy destacadas las opiniones que consideran sus intereses frontalmente en conflicto con la supervivencia del lobo, pero sí que desconfían en mayor medida que el resto de los planes de conservación y reintroducción. En cuanto al sector turístico, los datos muestran que percibe la potencialidad del lobo para atraer visitantes y su importancia como recurso cultural.
Frente a sólo un 19,2% de individuos en los municipios de Sierra Morena que considera que no debe llevarse a cabo ningún tipo de actuación en pos de la conservación del lobo, el resto de las acciones son mayoritariamente apoyadas en las dos áreas de estudio. En las ciudades, las dos más mencionadas son la concienciación (de la que se es menos partidario en los municipios) y las ayudas a ganaderos. Por su parte, en las localidades de Sierra Morena, parece optarse en mayor medida por la creación de zonas protegidas y, de nuevo, por el apoyo económico a ganaderos.
El proyecto LIFE: “El lobo en Andalucía: cambiando actitudes”
Las conclusiones de este Informe de la Consejería de Medio Ambiente arrojan un caldo de cultivo muy positivo para la implantación del Proyecto LIFE: “El lobo en Andalucía: cambiando actitudes”. Así más del 80% de los encuestados manifiestan su disposición a colaborar en las actividades de este importante proyecto, que está liderado y coordinado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y en él participan también la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía, WWF-España, la Federación Andaluza de Caza (FAC), la Asociación de Propietarios Rurales, Productores de Caza y Conservadores del Medio Natural de Andalucía (Aproca), la Asociación empresarial de criadores y titulares de cotos de caza de Andalucía (Ateca), la Asociación de Pastores por el Monte Mediterráneo (APMM), con la colaboración de la Sociedad Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (COVAP).
El proyecto se desarrolla en el área de distribución de la población de lobo más meridional de Europa: zona centro-oriental de Sierra Morena (Andalucía). En total se actúa sobre 20 municipios, 10 de la provincia de Córdoba y 10 de la provincia de Jaén, y sobre 16 espacios incluidos en la Red Natura 2000. Tiene una duración de 4 años, de 2016 a 2020, y cuenta con un presupuesto de algo más de 1,6 millones de euros, cofinanciados por la Comisión Europea.
El proyecto está poniendo en marcha un conjunto de acciones que pretenden modificar la percepción negativa de la especie; determinar acciones que permitan la convivencia del lobo con las actividades que se desarrollan en el ámbito rural; sensibilizar a la población rural sobre los problemas de conservación del lobo trabajando por un cambio de mentalidad hacia una actitud más favorable con este animal, y mejorar la información y el conocimiento que la población rural de Sierra Morena tiene sobre el lobo, especialmente entre los colectivos cinegético y ganadero, recuperando su imagen para la cultura local y el valor añadido que puede tener el lobo para la economía rural.