La caza deportiva en el mundo ha evolucionado mucho en los últimos años, las armas son cada vez mejores, los disparos se hacen más lejos, los visores tienen más claridad y más aumentos, las municiones expansivas provocan más daños al atravesar un animal, en definitiva, cada vez el cazador tiene más ventajas y el animal cazado menos oportunidades de salir airoso de su encuentro con el hombre.
Sin embargo, en un mundo en el que las armas automáticas permiten lanzar una auténtica granizada de fuego en unos segundos, en el que los visores nocturnos permiten ver a los animales mientras pastan tranquilos en la oscuridad de la noche… los propios cazadores limitamos nuestras ventajas (ya sea por ley o por convencimiento personal) y buscamos un equilibrio de oportunidades con nuestras presas.
La necesidad alimenticia ya no es el objetivo de la caza, y cuando la caza se convierte en una actividad lúdica y deportiva, lo más importante es el lance, y no cuanta carne tienes en el congelador.
Un ejemplo claro de esta autolimitación son los muchos cazadores que salen actualmente al monte equipados con un precioso rifle express de dos cañones.
Cuando los rifles semiautomáticos llegaron al mercado de la caza deportiva, hubo quien pensó que era el fin de una era, y la llegada de otra… hoy, casi un siglo después, se siguen vendiendo los rifles tradicionales (monotiros, cerrojos y express), y los semiautomáticos han adquirido una cierta cuota del mercado, y esa cuota es estable… no están ganando más adeptos con el paso de los años.
Preguntas clave
¿Qué es lo que impulsa a un cazador a salir al monte con un rifle express?
¿Por qué cargar con un arma más pesada y con la que no es tan fácil conseguir repetir disparos una vez disparados sus dos cañones?
En el siglo XIX la llegada de los rifles express fue un gran avance técnico, ya que significaba la posibilidad de disparar un segundo proyectil de manera inmediata.
El segundo disparo daba mucha seguridad al cazador ante un eventual ataque del animal herido, esto les otorgó un plus en la caza peligrosa (Grandes calibres africanos. Los auténticos Big Bore).
Sin embargo en el siglo XXI un arma de cerrojo permite llevar cinco o seis cartuchos, y un acerrojamiento rápido y experimentado permite repetir los disparos con una velocidad sorprendente.
Así pues, el express es un arma tecnológicamente superada y, sin embargo, seguimos usándola.
Los nombres de J. Rigby, Krieghoff, Víctor Sarasqueta, Otto Bock, H. Barella, Holland & Holland, Nagel & Menz, Sauer & Sohn, Purdey… los grandes artesanos armeros europeos del siglo XIX evocan armas hechas a mano, ajustadas a mano, grabadas a mano según los gustos del comprador.
Una de estas armas en su armero es el sueño de todo el amante de las armas, y solo de vez en cuando sacarla al monte.
Estas obras de arte, que fueron hechas por manos de armeros-artistas, funcionaban a la perfección hace cien años y siguen funcionando igualmente hoy en día, solo con que sus propietarios les hayan dado unos cuidados mínimos y no las hayan abandonado.
El express no tiene porque ser un arma para tirar a distancias cortas
En contra de la creencia general, un rifle express no tiene porque ser un arma para tirar a cortas distancias, si sus cañones son de calidad, su visor es adecuado, y como la munición es la misma que un rifle de cerrojo, no hay motivo alguno para que no se pueda centrar a larga distancia, igual que cualquier rifle de cerrojo, aunque el proceso de centrarlo se complica por el hecho de tener dos cañones.
Una de las últimas fases del proceso de fabricación de estos rifles es el ajuste de los dos cañones, que han de ser probados disparando y comprobando su agrupación a las distancias deseadas antes del soldado final de la solista; a lo que posteriormente hay que añadir, el centrado con el visor que se le monte al arma.
Como los disparos de los dos cañones nunca son absolutamente paralelos, en algún punto sus trayectorias se cruzan; así que el visor se suele centrar con un solo cañón (el que primero se dispare), dejando el segundo cañón que impacte ‘junto’ al primer disparo.
Mi amigo José Lozano, auténtico experto en rifles express, me dijo en una ocasión hablando de armas centroeuropeas: «con este rifle me siento como si estuviese cazando al lado del emperador Francisco José I de Austria…». Coincido con él, en que hay muchos componentes emotivos (ya que son armas que evocan otros tiempos); y reconozco que también tienen un componente de esnobismo, ya que por su elevado precio, suelen asociarse a capricho de cazador adinerado.
Sin embargo, intentemos hacer un análisis frío con sus ventajas e inconvenientes.
Razones en contra del uso del rifle express
En contra del uso de un rifle express actualmente hay razones de mucho peso, algunas de ellas pueden ser:
1.- La más obvia es la capacidad de solo dos disparos, muy inferior a todos los rifles de cerrojo.
2.- El peso del arma es mayor, por los dos cañones.
3.- El proceso de recarga es algo más lento por tener que abrir el rifle y alimentarlo manualmente.
Aunque hay que decir que los acostumbrados a usar este tipo de rifles recargan con una velocidad asombrosa, siempre es algo más lento que tirar de un cerrojo, y obviamente más lento que la alimentación de un arma semiautomática.
4.- No hay tanta variedad de calibres como en armas de cerrojo.
5.- Su precio es muy alto, con frecuencia las armas de los grandes armeros europeos alcanzan en las subastas precios escandalosos.
Razones para usar los rifles express
Sin embargo, los usuarios de express defienden que aún hoy, sigue habiendo razones para usar rifles de dos cañones en la caza moderna:
1.- La ventaja con la que nacieron, de disponer de un segundo disparo de manera inmediata y completamente fiable en la caza peligrosa, sigue vigente hoy en día.
2.- El cazador no tiene porque buscar siempre conseguir las máximas ventajas para sí mismo al enfrentarse a un animal, y dos disparos debe ser bastante para abatir cualquier pieza.
3.- La tradición que arrastran los rifles express, y su presencia en cualquier montería trae a la mente cacerías de otras épocas.
4.- La fiabilidad del sistema es altísima, por su propia simplicidad, dispones de dos disparos, pero estas completamente seguro de que vas a poder dispararlos, sin temor a encasquillamientos, cargadores que no alimentan correctamente, etc.
5.- En los más grandes calibres africanos, con mucho retroceso, con vainas muy largas, no existe todavía la posibilidad de fabricarlos en otro sistema que no sea el express.
Pero este argumento solo vale para calibres enormes, que no son los que ahora se fabrican para caza africana habitualmente.
Paralelos y superpuestos
Los rifles express los podemos encontrar en dos configuraciones, los más conocidos con cañones paralelos y los de cañones superpuestos.
Aunque sus prestaciones son completamente equiparables, y aunque los superpuestos fueron un desarrollo posterior, sorprendentemente los más valorados por los cazadores siguen siendo los rifles paralelos, probablemente esto se debe a que el cazador que hoy en día decide usarlos tiene un fuerte componente de tradición, los express paralelos siguen las más pura tradición de los rifles tal y como fueron diseñados desde principios del siglo XIX en los países del centro de Europa (Alemania, Austria, Bélgica…) y en Inglaterra.
Los rifles express están muy vinculados con la tradición armera europea
Curiosamente los rifles express han estado y siguen estando muy vinculados con la tradición armera europea y la caza en Europa y África, y, sin embargo, nunca han sido populares en Norteamérica… donde los grandes fabricantes de armas nunca se han lanzado a producirlos.
El cazador americano, mucho más practico y con menos apego a la historia que el cazador europeo, siempre ha visto el sistema de dos cañones como algo obsoleto, y estas armas no han tenido aceptación en el mercado norteamericano.
Así, mientras en los bosques europeos se siguen viendo rifles express en cualquier batida de jabalíes o de venados, el cazador norteamericano se aferra a sus rifles de palanca, que ellos los consideran una herencia de su propia tradición armera y que nunca han tenido gran éxito en Europa.
En cualquier caso, cuando se tiene la oportunidad de ver y disfrutar de un rifle express del siglo pasado, con sus grabados, con sus culatas veteadas de nogal europeo, con esos ajustes como de un reloj suizo, cualquier enamorado de las armas queda prendado de una belleza como esa y es capaz de entender que el propietario del rifle sacrifique el no disponer de ese tercer disparo, o esté dispuesto a cargar con ese peso adicional en la montería, con tal de poder cazar con un arma con la presencia y la categoría de un buen rifle express.
Por todo ello, no es pues de extrañar que los rifles express sean prácticamente armas de culto, con las que sueñan la mayoría de los cazadores, y que siguen teniendo un hueco en el mundo cinegético actual.
Un artículo de José María Aranda ([email protected] / 4 Aces Outfitters)