Batiendo monte Batiendo monte Montería

Normas que deberían cumplir los monteros; por Perico Castejón

normas montería
Normas que deberían cumplir los monteros.

Las normas de montería vienen de las tradiciones que se han perpetuado a través de los años buscando la seguridad para todos los partícipes, el orden durante la jornada, la ética en el comportamiento de los monteros y la estética en el conjunto, en definitiva, el éxito del día.

La actividad de los monteros y los podenqueros el día de la montería debería ser únicamente la de cazar y la de batir, no la de preocuparse por su seguridad o por el avasallador e inadecuado comportamiento de la persona que ocupa el puesto de al lado.

Por todo, parecería necesario que se contemplara la necesidad de que el organizador diera lectura en la cita de todas y cada una de las normas que se deben observar, siendo muy recomendable que se entregaran también por escrito.

 

Escudad el audio.

Normas que se deben observar

Por la importancia que tienen, y aunque ya conocidas por muchos a través de diversas publicaciones como el Manifiesto de la montería, paso a reiterarlas a modo de síntesis:

1.- No disparar sin estar completamente seguro de que lo que se está apuntando es una res.

En el monte hay rehaleros, guías, guardas y perros que por cualquier causa se pueden encontrar allí donde va la bala.

Un bulto oscuro o un «tarameo» pueden corresponder a una persona o a un perro.

normas montería

2.- No disparar al viso, al horizonte. Hacerlo siempre enterrando el proyectil.

Cualquiera puede aparecer y además no sabemos a dónde irá la bala.

3.- No utilizar la mira del rifle como si fuera unos prismáticos para ver a otra postura o a un perrero.

Además de peligroso es sumamente desagradable para quien se siente apuntado.

4.- Respetar los derechos de los demás monteros:

Dejando cumplir las reses y no cortando las carreras que se dirigen o pueden dirigirse a otros compañeros.

Respetando el lance de los demás, dejando que estos lo jueguen con libertad y sin interferencias. Regla de  montería es que las reses que entran en el campo de tiro de un puesto corresponden en exclusiva a su ocupante y sólo él decide cuándo y cómo las tira sin sufrir los disparos indebidos del montero próximo. Es también una norma elemental de educación. Por lo tanto, en ningún caso se debe disparar en campo de tiro ajeno, sea antes o después de hacerlo el vecino, ni porque la res se va sin tirar por no haberla visto o no haber querido tirarla ni porque la haya fallado.

No disparando nunca en línea con ellos.

Respetando el lugar exacto marcado para el puesto. No moviéndose de la tablilla ni mejorándose, ya que es en sumo peligroso para uno mismo y para los demás.

En los cortaderos, arrimándose todo lo posible al monte. Adelantar la posición supone aumentar notablemente el peligro y limitar el campo de tiro del vecino.

En los cortaderos, teniendo muchísimo cuidado con los tiros a las reses que entran de frente. Es preferible no tirar, o como mucho, hacerlo sólo hasta la mitad de la raya. En muchas monterías, por la seguridad de los monteros, se prohíben los tiros a contramano.

 

Carlos “Tanillo” siempre tuvo buenos perros y es magnífico en la sierra. Destacar la rampa para que bajen los perros del segundo piso de la furgoneta.

 

5.- No disparar a una res rodeada de perros o si van muy cerca de ella. Hay verdadero riesgo de alcanzarles.

Ningún trofeo merece, jamás, la muerte de un perro.

6.- No pegar a los perros cuando muerden la res recién abatida que ellos metieron en el puesto.

El que la puedan morder es muy importante para que se hagan cada vez mejores. Es su premio, su forma de poseer la caza, su victoria sobre el animal, así se fijan más en la caza y la buscan y persiguen cada vez con más codicia.

Que muerdan durante un tiempo prudencial y luego con una rama, y sin violencia, se les aparta. Ellos volverán enseguida a la mancha.

7.- No dejar comer a los perros. Los perros tienen que morder, no que comer.

Cuando un perro come, además de estropear la carne, deja de cazar y puede enseñar a los cachorros, malográndolos.

8.- En caso de agarre, jamás disparar, ni cometer el disparate de apartar a los perros castigándolos para que suelten y disparar después.

Hay que entrar a matar a cuchillo o esperar a que acuda algún perrero u otro montero.

Un tiro en un agarre o el castigo o las voces a los perros para que abandonen la pieza agarrada, destroza a la rehala que, espantada por la detonación o los palos o gritos recibidos, a partir de ese día, soltará siempre a la llegada de cualquiera, dejando solo frente al animal a quien acude al agarre, con el consiguiente peligro.

Por su gravedad, una acción de este tipo debiera ser castigada y el organizador o dueño del coto debería tomar las siguientes acciones que recomiendan el Real Club de Monteros, la Asociación Española de Rehalas, la Asociación de Rehalas Regionales Caza y Libertad (ARRECAL) y la Asociación de Rehalas de Córdoba:

En la exposición de las normas antes de la montería, avisar con claridad y contundencia que no se puede disparar en un agarre y que nunca se concederá el trofeo a quien así lo hubiera conseguido.

Vetar a la persona que lo hiciere  para todas sus monterías.

Que los demás monteros, si presencian este hecho, lo condenen poniéndolo en conocimiento del capitán de la montería.

Que el grupo rechace a estos repugnantes personajes.

Que el rehalero denuncie al infractor solicitando la retirada del permiso de armas, así como las correspondientes multas según las leyes nacionales y autonómicas que regulan estos hechos.

El que dispare en un agarre debe saber que no habrá impunidad para él. Y que las asociaciones de rehalas se personaran como acusación particular defendiendo a los perjudicados. Quien dispara en un agarre no es montero, es un cobarde enemigo de la caza.

9.- Respetar a los perros. Un inadecuado comportamiento con ellos confunde y estropea la recova.

 

Apretando la caza.

 

10.- Valorar el trabajo de perreros y personal auxiliar de la batida, pues son parte fundamental de la montería.

11.- No moverse del puesto hasta el final, esperando al postor si así se ha indicado.

Si se acude a un agarre, avisar a los vecinos para estar siempre localizado.

12.- Si por accidente se mata un perro hay que comunicarlo al rehalero lo antes posible, de lo contrario se pasará días buscándolo.

Un accidente puede ocurrirle a cualquiera y aunque suponga  una enorme tristeza para el dueño, este lo comprenderá.

La muerte por negligencia es otra cosa.

13.- Las reses se discuten siempre en el monte y con educación, jamás en la casa. La regla de la primera sangre es la que prevalece.

En caso de conflicto se debe acatar la decisión del capitán de montería o del organizador, que es quien debe cerrar la discusión.

14.- No disparar al blanco al terminar la montería. El monte no es un campo de tiro.

Además, al finalizar, hay personas en la mancha recogiendo caza y buscando perros, que tardarán en volver a los camiones al acudir allí donde se está disparando.

15.- No cortar las cabezas en el monte. Las reses deben llegar enteras a la junta.

Si se teme que alguien se lleve la cabeza, es que se ha elegido mal la montería.

16.- No doblar los puestos. Lo prohíbe la ley y es una norma de seguridad.

Dos personas armadas en un puesto multiplican el riesgo de accidente para ellos mismos y para los demás.

En caso de ocupar la postura dos monteros, se debe sacar un solo rifle y mantener el otro enfundado.

17.- Señalar bien el lugar donde están las reses abatidas para facilitar su recogida. De ello depende que la exhibición de los trofeos se produzca a hora temprana.

normas montería

18.- Marcar el trofeo de forma clara con un visible elemento diferenciador.

Es importante la perfecta identificación para que, una vez lleguen a la junta, se eviten posibles confusiones con otros monteros y se facilite la recogida por la empresa de taxidermia.

19.- Dejar el campo limpio de papeles, casquillos y plásticos, respetando siempre el medio natural.

20.- Acudir a la montería con talante deportivo y ánimo de pasarlo bien, independientemente del resultado.

Nunca olvidar que en la montería es imposible garantizar logros individuales.

21.- Cumplir siempre las normas dictadas por la organización.

Su objetivo es conseguir el mejor resultado para todos y la máxima seguridad.

La montería se rige por normas forjadas a través de cientos de años que hay que cumplir y la ética y la caballerosidad deben presidir la jornada.

Normas que deberían cumplir los monteros; texto y vídeos Perico Castejón

 

Otros artículos de Perico Castejón

El organizador

Las preocupaciones del / la rehaler@ el día de la montería

Las primeras monterías

Periquillo el de Valdueza, por Perico Castejón normas

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.