Como en todo, la profesionalidad y la ética marcan la diferencia.
El día de la montería, los organizadores ponen todo su empeño en reunir a los mejores colaboradores para garantizar el óptimo desarrollo de la jornada.
Si no hay buenos perros, todo lo demás huelga
Se busca a postores que conozcan bien el terreno, a guías de rehalas que dominen las manchas, a arrieros diligentes que trasladen con prontitud las reses cazadas, a un catering experimentado en satisfacer a los asistentes y, por supuesto, a buenas rehalas que sean capaces de sacar cuanto albergue el monte en sus entrañas. Porque, si no hay buenos perros, todo lo demás huelga.
El organizador debe procurar, por todos los medios, que las recovas convocadas cumplan con su cometido.
Principales reglas que debería cumplir el rehalero
El buen rehalero tiene por costumbre observar las normas que a continuación se enumeran. Son su código de conducta.
No le supone esfuerzo conducirse por ellas; forma parte de su manera de entender la montería, actuando de forma natural bajo estas premisas.
A continuación se describen algunas de las principales reglas que debería cumplir el rehalero, recogidas en el Manifiesto de la Montería:
1.- Acudir con un número suficiente de perros
Veinte adultos cazando constituyen el mínimo para batir con decoro la zona encomendada. Los cachorros serán un añadido a esta cifra.
2.- Presentarse con perros de calidad y un vehículo digno
Que se vean animales bien cuidados y el transporte ha de ser amplio, seguro y apropiado para ellos.
3.- Usar una vestimenta acorde con la tradición
El mono de trabajo no se considera indumentaria adecuada para la ocasión.
La montería es tradición, ética y también estética.
Una prenda de alta visibilidad –preferiblemente naranja– es imprescindible.
4.- No buscar atajos ni evitar el monte duro
El rehalero ha de batir la mano asignada con profesionalidad y seriedad. Lo contrario no es propio de un buen perrero.
5.- Señalar las reses muertas encontradas durante el trayecto e informar al guarda o montero más próximo
Para ello conviene llevar marcas en el zurrón.
6.- Si se remata una res herida, igualmente debe señalarse y comunicarlo al montero más cercano
7.- En los agarres, respetar la zona de influencia de los podenqueros contiguos
Nunca se debe ir por delante ni cruzarse para llegar con ventaja a un atranque que corresponda a otro rehalero. Tal acción constituye una falta de respeto hacia el compañero y genera conflictos y desorden en la batida.
8.- Al llegar a las traviesas, los rehaleros deben cruzar simultáneamente
Si es necesario esperar a alguno, no se hará en la orilla del cortadero, sino unos metros dentro del monte.
9.- Usar con prudencia las emisoras de radio
Su utilización debe limitarse a comunicaciones realmente necesarias, nunca para narrar lances o anécdotas.
10.- No llevar al monte una cuadrilla
El perrero y máximo un ayudante es lo apropiado.
11.- Mantener el campo limpio
Al tomar el taco, debe dejarse el lugar sin restos alguno de basura.
12.- Colaborar en todo lo posible con el organizador para contribuir al éxito de la jornada
Normas que han de cumplir los rehaleros; texto, fotografías y vídeo Perico Castejón
