Llega septiembre y con él comienza un periodo apasionante, la berrea del ciervo, una época en el que el monte cuenta con un ajetreo especial motivado por los grandes venados que ocupan su tiempo en crear su harén de hembras, defender su territorio y perpetuar la especie.
Desde un punto de vista biológico se inicia un tiempo marcado por la reproducción del ciervo ibérico, mientras que, desde un punto de vista cinegético, comienza una gran oportunidad para mejorar, consolidar o recuperar una especie emblema de la caza mayor.
Es un tiempo en el que los grandes venados ibéricos ocupan todas sus energías y tiempo en un solo objetivo, reproducirse. Un complejo conjunto de actividades, dominancias, defensa de territorios y harenes, orientadas todas ellas a la cubrición del mayor número posible de hembras.