Con la Caracola de oro honorífica queremos reconocer el mérito, el infinito trabajo, en pro y en defensa de nuestra montería de personas o instituciones. En representación de una de las partes más importantes del panorama montero, si no la que más, la rehala, hemos elegido, por unanimidad, a la Asociación Española de Rehalas (AER), que con su trabajo, junto a otras asociaciones similares en otros territorios (que en su día también podrían recibir esta galardón), dignifica el trabajo de perros y perreros en el monte.
Fundada en 1997, la AER nace de la idea de unir a todos los rehaleros para superar la problemática que les crea al ser, por un lado, criadores de unos perros de caza muy especiales; por otro, el ser así mismo cazadores que también desarrollan su actividad de manera muy particular; y por último, crear un grupo que situara a la rehala en el lugar que no tenían que haber dejado nunca, como principales actores en la montería.