En las seiscientas páginas de Trofeo y yo, el autor, Eduardo Coca Vita, «un virtuoso del lenguaje, una de las mejores plumas que hubo en Trofeo», al decir de su director honorífico José Ignacio Ñudi, reúne y sistematiza cronológicamente sus apariciones en el medio de comunicación especializado en caza y conservación donde más ha publicado y con el que mejor se ha identificado como cazador y escritor en los últimos veinticinco años.
La recopilación no solo abarca artículos, columnas y páginas debidas al autor. Incluye también correspondencia con lectores, noticias que le afectasen, opiniones y juicios de terceros sobre su manera de cazar, pensar y escribir…, logrando que el contenido del volumen constituya la «fotografía seriada» de la relación entre Eduardo y Trofeo, una especie de película de su vida en ella, junto a ella y por ella, calificada por el hoy director de tratado filosófico sobre la ética cazadora. Poso ético el apreciado por Pablo Capote que puede valer de antídoto contra la comodidad y heterodoxia que los tiempos de desarrollo y progreso han inyectado en el tradicional modo de entender y valorar la caza, otrora noble, por natural y deportiva, pero ahora adulterada y presa de una desfiguración que algunos colectivos urbanos censuran y combaten por chocar su desvirtuación con la nueva sensibilidad.
Este libro puede convertirse en una buena arma de defensa de la caza en manos de quien, estando dispuesto a practicarla con corrección y trasfondo ecológico, quiera de verdad que perduren y se prestigien los cazadores del siglo XXI.
Características
Tamaño 17×24 cm. 600 páginas impresas en blanco y negro. Encuadernación rústica. Cubierta con solapas. Tirada de 200 ejemplares.
P.V.P.: 40 euros.
Información y pedidos
Editorial Solitario, SL
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Teléfonos: 913582521 y 626728584
El autor
Nacido en Santisteban del Puerto el 4 de marzo de 1942, pero avecindado en Viso del Marqués desde 1947, Eduardo Coca Vita se licenció en Derecho por la Universidad de Valladolid en 1963 y en 1964 ingresó por oposición en el Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, donde estuvo en activo hasta su jubilación en 2012, con variados destinos en una docena de ministerios.
Fue director del Instituto de Estudios Administrativos (1975-77), secretario de diversas comisiones mixtas de transferencias Administración del Estado-Comunidades Autónomas, secretario general y director del Instituto de Estudios de Administración Local (1983-85) y responsable de la Inspección de Servicios de los ministerios que entre 1987 y 1996 tuvieron la competencia en medioambiente.
Designado jefe de gabinete del subsecretario de Medio Ambiente en 1996, posteriormente fue nombrado director general del Instituto Nacional de Meteorología (a la vez que representante permanente de España en la OMM y, después, miembro electo de su Consejo Ejecutivo), terminando su vida funcionarial en la Subsecretaría de Justicia.
Discípulo y colaborador del letrado, catedrático y doble académico Eduardo García de Enterría. Premio de la Real Federación Española de Caza del año 1998 al mejor artículo en defensa de la caza.
Premio Jaime de Foxá de literatura cinegética del Real Club de Monteros, año 2003.
Reconocimiento Pasión por la caza, recibido de ATICA en 2007 durante la primera edición del Día de la Caza de Castilla-La Mancha, donde dio la conferencia Caza y ecología, dentro de las jornadas orientadas a proteger y difundir la caza como aportación a la conservación de la naturaleza, a nuestra cultura y al patrimonio etnográfico.
Premio Todomontería 2018 a la Personalidad Venatoria por su trayectoria de defensor de las tradiciones cinegéticas y rurales.
Publicaciones del autor
Además de aficionado a la caza y los toros –y a todo lo campero y rural, agricultura incluida–, el autor tuvo siempre inclinación a escribir, tanto en las revistas jurídicas y administrativas de su actividad profesional (así, Revista de Administración Pública y Revista Española de Derecho Administrativo) como en prensa nacional o provincial generalista o sectorial (ABC y La Razón, entre otras).
Aunque sobre todo ha sido articulista (especialmente en Trofeo, Caza Mayor y diario Lanza), otras obras suyas son: La podenca de mi padre y El fuego del hogar, sendos relatos cortos editados por La Trébere; Apología de la perdiz silvestre, libro promovido por Fundación para la Investigación y el Desarrollo Ambiental; Manual ecológico del conductor de caminos, opúsculo tirado por el Ministerio de Medio Ambiente (1.ª edición en 1998; 2.ª en 1999; 3.ª en 2000, con reimpresión; 4.ª en 2006); y Manual ecológico del cazador, librito publicado en 2002 por la Fundación Biodiversidad, el MMA y la RFEC (más el Banco de Santander en la 2.ª edición, salida en 2003). En 2018, la Federación Madrileña de Caza, con el patrocinio de Maxam RIO y Mutuasport, le editó el libro Mil y pico refranes de caza, todos de su propia invención y creación.
Como aportaciones a libros colectivos, La caza en las reservas nacionales, en Globalización medioambiental. Perspectivas agrosanitarias y urbanas, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Madrid, 2000; Perspectiva del sector cinegético, en Recuperación del lobo en la sierra de Guadarrama y su entorno, Ediciones GPS, Madrid, 2003; y La perdiz roja, especie y patrimonio a conservar, en Actas de la I Jornada de Caza, Pesca y Naturaleza, Fundación Miguel Delibes y Universidad de Málaga, Madrid, 2017.
Autor de prólogos a Las precipitaciones máximas en 24 horas y sus periodos de retorno en España, Volumen 0 Introducción y metodología (quince la obra completa), INM, Madrid 1998; a Bernardo de Balbuena entre España y México, José Muñoz del Campo y Eutimio Morales López, Asociación Don Adelaido Almodóvar, Ciudad Real, 2016; y a la Guía de buenas prácticas para la conservación de las especies cinegéticas autóctonas de la Mancha alta conquense, Instituto de Desarrollo Comunitario de Cuenca, 2006.
Tuvo el sobresaliente honor de estar entre los elegidos por el Dr. Jesús Caballero para introducir/prologar los capítulos de su genial e inspirado libro Ludogramas y minimarium sobre caza, concretamente el de Ética y estética.
Su paso por el INM determinó publicaciones de meteorología y climatología –no científicas, lógicamente– en variados medios unitarios, periódicos y monográficos: artículos de prensa, cartas del director, palabras de inauguraciones y clausuras…
Responsable del léxico de caza en el Diccionario del Español Jurídico editado por la RAE junto con el Consejo General del Poder Judicial y Tribunal Supremo; como también en el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, común a los países con Academia de español. Ambos dirigidos por el académico Santiago Muñoz Machado, hoy director de la RAE.
Cinco directores de Trofeo, cinco opiniones
En mi época traté de mantener tan exigente elenco, añadiendo algunas firmas, como Leguineche, Alfonso Ussía, Paco León, Mariano Aguayo o el propio autor del libro que tienen en sus manos, Eduardo Coca, una pluma excelente, de una línea ética intachable y un espíritu conservacionista poco corriente entre los cazadores de la época. Juan Delibes
Pero la fuerza del discurso de Eduardo no sólo estaba en la defensa a ultranza de la caza más pura, siendo la caza repoblada una de sus obsesiones, sino también en su forma de expresarse. Es un virtuoso del lenguaje, una de las mejores plumas que hubo en Trofeo, y en Trofeo, a lo largo de su larga historia, han escrito las mejores plumas del país. José Ignacio Ñudi
Reconozco que no conocía a don Eduardo, pero cuando su nombre surgía en alguna conversación el ambiente se impregnaba de idolatría. Aunque no lo trataba personalmente, comencé a respetar su escrupulosa y pulcra forma de escribir. Y tener como colaborador un hombre de su talla es una de esas experiencias que te forjan como director. Israel Hernández
Un cazador y escritor enamorado de la caza y el campo. Así lo podrán comprobar en Trofeo y yo. Un cuarto de siglo de lealtad mutua. Es posible que, como a mí me sucede, algunas de las opiniones del autor les sorprendan y posiblemente no coincidirán con las suyas, pero si aman lo rural, la caza natural y consideran que es responsabilidad del cazador conservarla, también es seguro que acercarán posturas y disfrutarán de una lectura interesante, amena, bien redactada y plena de caza y campo. Juan Francisco París
Eduardo es uno de los más antiguos colaboradores de Trofeo y, aunque los hay aún más –yo, sin ir más lejos–, pocos como él han encajado tan bien siempre con el compromiso conservacionista y la línea editorial de esta revista. Se recopilan aquí todos los fantásticos escritos en los que, mes a mes durante veinte años de columnista, Eduardo ha analizado las virtudes y miserias de la caza y los cazadores; una antología que, leída en su conjunto, compone un auténtico tratado filosófico sobre la ética cinegética. Pablo Capote