Monterías Internacionales son Tomás Cortés Sánchez y Jerónimo Rincón Cruz, esta es su primera temporada juntos como organizadores de cacerías.
Aunque ambos tienen una amplísima experiencia cinegética, incluso en la organización de monterías.
Su principio básico es que «nunca haremos las cosas que no nos gusta que nos hagan a nosotros».
Y lo expresan de la siguiente manera:
Pocos puestos para la extensión de terreno que se montea.
Puestos muy seguros, normalmente sin verse unos a otros.
Absolutamente todos los puestos a sorteo.
Si fuera necesario que los postores tengan que ocupar puesto por cualquier circunstancia, primero, este puesto se ofrece a los monteros por si lo quieren cambiar por el que les ha correspondido en suerte y, segundo, la postura del postor contabiliza en el cómputo general de la montería en todos los sentidos.
Jerónimo y Tomás no cazan en sus monterías. Normalmente, y dada su experiencia con los perros y las rehalas, suelen ser guías de las mismas, además de ejercer como capitanes de montería. Un lujo.
Mértola: capital nacional da caça
Poco más necesitaba este cronista para poner rumbo al suroeste peninsular con mucho agrado, a la hermana Portugal.
Con un añadido, en lo personal Tomás y Jerónimo me caen muy bien y están en la misma onda cinegética que yo.
¡Qué poco pesa el largo viaje cuando se hace con ilusión!
A las 22 –hora portuguesa– del 3 de noviembre daba vista al espectacular puente sobre el río Guadiana para entrar a la preciosa Mértola.
Ya en la localidad me sorprendió en una plaza un imponente conjunto escultórico y de pintura, de la mano del escultor –muy bueno, por cierto–, allí tomaban vida conejos, liebres, perdices, un venado berreando y un imponente macareno.
En el mural rezaba el lema: «Mértola, capital nacional da caça».
Muy cerca, aún un cartel anunciaba la XIV Feria da Caça de Mértola, que se había celebrado del 20 al 22 de octubre.
El alcalde de Mértola, Mário Tomé, y la corporación municipal se volcaron con Monterías Internacionales –como con cualquier organizador de caza que opere en el municipio–, ofreciéndoles incluso la posibilidad de exponer el plantel en el espectacular mirador sobre el río Oeiras, antes de rendir tributo al todopoderoso Guadiana.
Por razones estructurales los planteles se realizaron en la explanada aneja al mirador, delante del Pabellón Polivalente Expo Mértola donde se celebra la feria, casi igual de espectacular.
¿Se puede escoger un marco mejor para iniciar una singladura como organización cinegética? Difícilmente.
La villa tiene mucho que ver, yo creo que lo mejor es que ustedes mismos lo comprueben, y además se come y duerme de maravilla.
Cenas en Tamuje; comidas, tras las monterías, en Muralha; desayunos y dormir en el hotel Museu, donde se realizarían los sorteos con unas vistas guapísimas al Guadiana. Más lujo.
Colgadeiros y nostalgia del Guadiana aguas arriba
La finca escogida por Monterías Internacionales para su comienzo ha sido Colgadeiros, de aproximadamente 2.800 hectáreas.
Esta grabación con dron de la mancha Riveros de Colgadeiros, nos da una idea aproximada de lo que es la finca:
Mucho jabalí, algo de cervuno, pero de vez en cuando algún venado de categoría completa el plantel.
La finca es abierta, pero tiene dos zonas cercadas con malla ganadera, El Morro y Barragen, muy querenciosas para los cochinos y donde estos se concentran, ofreciendo la posibilidad de montearlas con muy pocos puestos (10) y asegurando más el resultado que en abierto.
El cervuno, claro está, es como si no tuviera malla en estas manchas.
Colgadeiros linda con el Parque Natural del Valle del Guadiana.
Curiosamente el mismo Guadiana que, como a unos 500 kilómetros aguas arriba, en las Hoces entre Puebla de Don Rodrigo y Villarta de los Montes, conocieron mi intensa etapa de pescador.
Tiempos felices tras black bass, barbos comunes y comizos o lucíos, allí donde se veían tritones en los manantiales, blenios bajo las piedras del río, galapagos guarrindongos que se tiraban unos pedos estruendosos pero que molaban mucho, culebras de agua y preciosos martines pescadores, lagartos ocelados de a metro cuando los calores, nutrias inquietas merodeando por las orillas en busca de condumio, venados y ciervas cruzando recelosos de Riofrío a la Sierra de los Bueyes, macarenos marcando colmillo en el rascadero, todas las jaras peninsulares, ruscus, anticlinales, tablas y nenúfares, surgencias de agua caliente, pastores de amigable y sabia charla con un importante rebaño de cabras que aún se acordaban cuando de niños los lobos hacían de las suyas… ¡nostalgia!
Me estoy haciendo –soy– mayor, que me pierdo, como siempre…
Aquí, en Mértola, en Colgadeiros, el Guadiana padrea sabedor que no tardando mucho será océano.
Espléndida playa fluvial, estupendos recorridos en barco –el río es navegable–…
Monterías Internacionales presentan Colgadeiros
Y de la caza, la montería y Colgadeiros, ¿qué?
Dejemos que sean los propios Jerónimo y Tomás los que rematen faena en la presentación de su programa:
«La zona a cazar se encuentra flanqueada por el Parque Natural del Valle del Guadiana, donde nos encontramos los típicos riberos y barrancos propicios para el encame del cochino, y del venado.
Finca salpicada de siembras que aportan comida, manchas de monte que aportan refugio y los barrancos que aportan los encames, más que propicios para el desarrollo de unos buenos cochinos arochos.
En lo que respecta a venados no hay una densidad alta, si bien es cierto que se compensa con una calidad más alta de lo normal».
CRÓNICA
RIVEROS DE COLGADEIROS
Me había quedado haciendo fotos al conjunto escultórico dedicado a la caza a la entrada de Mértola.
No puse muchísimo interés en la señalización del GPS de la ubicación del restaurante Tamuje, por lo que el bueno de Tomás tuvo que venir a buscarme.
Por fin me senté a cenar, ¡y me llevé una alegría enorme al encontrarme allí con la que fuera compañera de crónica años ha Lucía de Andrés! ¡Qué sorpresón más agradable!
Cenamos opíparamente, charlando sin parar con Lucía, con Tomás, con Jerónimo, con los amigos de estos con los que enseguida me integré, Paco Asenjo, Ángel C., Paco Albano o los jóvenes Alejandro Brazo y María.
Pronto a dormir, plácido sueño… No me importó madrugar, al revés, estaba entusiasmado, con una tremenda ilusión…
«La niña bonita»
Desayuno continental, sorteo en la terraza dando vistas al Guadiana, espectacular.
Había 21 puestos marcados, de antemano se quitaron tres (el 1, el 5 y el 21), y, además, de los 18 restantes, otros tres serían ocupados por postores.
Había que cubrir lo mejor posible la mancha.
Este hecho lo remarcó Jerónimo: «Los tres postores van a los últimos puestos, si algún montero tiene algún inconveniente o quiere ir a ese puesto, se le cambia sin problema».
No hacía frío, al revés, pero sí soplaba un viento fuerte y muy molesto, lo peor para mí en la caza.
Además ese viento y algunas nubes vinieron a romper la racha de estabilidad meteorológica en la zona…
Las cámaras trampa tenían localizados muchos cochinos, pero ese cambio en el tiempo no era bueno, y más en abierto…
La suerte quiso enviarme al número 15, «la niña bonita» escuché, no tardé en saber el porqué.
Un mal viento de poniente…
Se organizó rápidamente y bien la salida hasta el punto desde donde saldrían las distintas armadas.
Una vez en la pequeña población de Roncao de Baixo, salieron por su respectivo orden los distintos puestos.
Como el 15 estaba en medio de la mancha, ya iba entendiendo lo de «la niña bonita», salimos los últimos.
Al ver el puesto 16 me quedé boquiabierto, ¡madre mía, qué puestazo! Se veía muy hozado, ilusión…
Me dejó Paco Asenjo en el 15, él iba al 12 que por la disposición de los puestos era el siguiente.
¡Madre del amor hermoso! Pocas veces he estado en un puesto como el 15, muy pocas, ¡un 360°: podía tirar con total seguridad en todo el alrededor enterrando la bala! (Es obvio decir que excepto al viso, claro).
Lejísimos del 16, al que no veía ni por asomo, y más lejos aún del 12, que era el siguiente puesto.
Y eso da una seguridad tremenda, quité el candado a los rifles, vi por donde se podían producir las posibles carreras, asenté los pies, hice puntería, pero…
¡Qué aire hacía! Ya he dicho que no era frío pero sí muy molesto, y no me dejaba oír nada.
El 15, a pesar de tener excelentes tiraderos, tenía escapes más cerrados por donde había que cazar de oído y por allí se podía colar perfectamente un cochino zorreado.
No aireaba a gran parte de la mancha, el viento de poniente se encajonaba por el barranco hacia el 12, aunque esto no era consuelo.
Aquí no había muestras de los jabalíes, aunque sí corté el rastro del cervuno.
Monteando
A las 9:30 ya había hecho todas las operaciones relatadas.
Antes de las 10 pasaron por el carril las dos rehalas que irían a una de las tres sueltas, a la mano que guiaría Jerónimo.
Calma chicha. Monterías Internacionales
Nublado, a veces se abría algún claro, y el viento de las narices, insistente, incesante.
No se tardó en soltar y se fue animando el cotarro, no como para cobrarle los 20 cochinos que Jerónimo y Tomás habían previsto según estaba la mancha días precedentes, pero sí para presentar un plantel muy pintón.
A veces incluso se escuchaban rachas de tiros, y es que no solo el 15, prácticamente todos los puestos tenían grandes tiraderos, y ya sabemos cómo se las gasta un cochino corriendo por un testero.
Excelente trabajo de las rehalas y anecdotario
Como a las 12:15 llegó al 15 Tomás, que guiaba la mano de otras dos rehalas.
Es necesario hacer aquí un inciso, las seis recovas del sur de Extremadura que cazaron extraordinariamente, peinaron el monte, es justo reconocer así el trabajo de las rehalas: Macallanes; Salonete; los Cadenas; los Chalines; Valdepegas; y Mata.
Tomás me confirmó que la caza estaba volcada hacia el Guadiana, en contra de lo que tenían previsto, y casi no había por nuestra zona.
También me contó el incidente que sufrió con un vareto, el animal se había herido en una pata trasera, y muy entero se le vino encima ciego con la intención de envestir.
Tuvo que poner encima de la mesa toda su pericia, que es mucha, para lograr solventar el trance.
Al final logró rematarlo con su cuchillo, pero un vareto o un venado herido, sin agarrar, no es una broma, a mí personalmente me parece más peligroso que un cochino grande agarrado.
Otra curiosidad fue como una cochina que disparó el montero del puesto 14 se tiró a nado al Guadiana llevándose una recova detrás que ya no pudo regresar a tiempo para seguir monteando, lo que supuso un inconveniente.
Al final se pudo cobrar la jabalina en la otra orilla.
Recuento (I) Monterías Internacionales
Pasó Paco Asenjo a recogerme, él había cobrado en el 12 un cochino que hizo mil perrerías y solo tuvo un descuido.
El joven Ezequiel en el 11 cobró un cochino muy bueno, precioso ejemplar muy cano, aunque no parecía viejo, y con unas navajas importantes.
En el 8 a Pablo Brígido le entraron tres cochinos juntos, tiró dos, cobró una cochina y el más grande se quedó herido, no hubo forma de cobrarle al meterse en un zarzón impenetrable, lástima porque era grande e iba muy pegado.
Paco Albano se hizo con un navajerete en el 9.
En el 14, además de la referida cochina que cruzó el Guadiana, el montero tiró dos jabalíes más sin suerte.
Más monteros sin suerte fueron los que ocuparon los puestos: 13 (tres cochinos fallados); 19 (dos cochinos y un venado –el único que se vio– fallados); 20 (dos cochinos fallados); y 18 (que falló un cochino).
Esa parte fría de la caza que es la estadística dice que: tiraron en la mitad de los puestos; se tiraron 17 jabalíes y un venado, cobrándose seis jabalíes más dos que agarraron los perros.
Obviamente no se ha tenido en cuenta el vareto del ‘choque’ con Tomás.
Números apañados teniendo en cuenta que solo se monteó con 18 puertas, más cerca del gancho que de la montería.
En la muralla Monterías Internacionales
Formidable comida típica portuguesa en el restaurante Muralha situado en la antigua muralla, y dando vistas a la explanada donde se iba a exponer el plantel.
Paco nos comentaba las jugadas que hizo el cochino que cobró, que no fueron pocas y eso que no era grande.
Llegaron las piezas cobradas y, cómo no podía ser de otra manera, se puso a llover.
Intentando limpiar el objetivo de la máquina, lo que hice fue mojarlo más y ‘difuminar’ a Jerónimo en las fotografías con el navajero grande, mis disculpas…
Comí tan bien que, estado tan satisfecho como cansado, decidí descansar y no cenar para estar fresco al día siguiente, todo un acierto…
Una crónica de Adolfo Sanz Rueda
Fotografías: Adolfo Sanz Rueda y Monterías Internacionales
DATOS DE LA MANCHA RIVEROS DE COLGADEIROS
Organización: Monterías Internacionales
Fecha: 4 de noviembre de 2023
Finca: Colgadeiros / Mancha abierta: Riveros
Hectáreas monteadas: 370
Localidad: Mértola, Distrito de Beja, Alentejo, Portugal
Puestos: 18 / Sin cupo / Rehalas: 6
Jabalíes: 8 (2 navajeros, uno especialmente grande)
CRÓNICA
EL MORRO DE COLGADEIROS
Allí estábamos a la misma hora que el día anterior desayunado en Museu, y sorteando dando vistas al Guadiana, por decir algo, porque había una niebla cerrada que no dejaba ver ni el río.
No repetían todos los monteros del día anterior, sí lo hicieron Lucía, Paco Asenjo, Ángel y Alejandro.
Esta vez este cronista haciendo de tal, me iría al puesto con Lucía para intentar plasmar lo que allí aconteciera.
Sorteo bajo la niebla
Jerónimo, además de insistir en las normas de seguridad como el día anterior, comentó que el cupo era de cuatro jabalíes y una cierva, pudiéndose tirar venados hasta 11 puntas gratuitamente y de 12 puntas o más por una módica cuota complementaria.
Tenían localizados cinco, alguno muy bueno, pero por las características de la mancha lo mismo no estaban ya en El Morro, o lo mismo había alguno más.
Lucía sacó el número 3, buen puesto, como los otros nueve, y más después de ver como colocan los puestos en Monterías Internacionales.
Salida hacia el monte con niebla aún agarrada al Guadiana, pero con toda la pinta de levantar.
Sobre El Morro Monterías Internacionales
El Morro es una mancha de casi 150 hectáreas, con zonas y barrancos de buen monte y laderas más despejadas, que propician espectaculares testeros.
Está cercada con malla ganadera, y al ser muy querenciosa para los jabalíes, estos se sujetan como si prácticamente estuvieran en cerrado.
Sin embargo, esta cerca se puede considerar inexistente para el cervuno, de ahí la incertidumbre de cara a los venados que pudiera haber en la mancha.
Se montea con 10 puestos, aunque la mancha tiene marcados 12, lo que supone que estos se pueden colocar lejos y con mucha seguridad, como así se hace.
Al llegar al cazadero y según soplaba el aire, Jerónimo y Tomás decidieron quitar el 1 y pasarle al 11, en una decisión acertada.
Quedando las líneas de puestos o ‘armadas’, por así decirlo, del 2 al 5 y del 6 al 11.
El 3, otra ‘niña bonita’
Otra vez hay que felicitar a Jerónimo y a Tomás por cómo colocan los puestos.
Antes, haciendo un fácil juego de palabras, con el 15, le habían puesto ‘la niña bonita’, pero es que las 18 puertas de Riveros y las 10 de El Morro son ‘niñas bonitas’.
Con facilidad se podían poner el doble de puestos en ambas manchas sin problema alguno.
Pasamos por el 2, allí estaba Ángel, ¡qué puesto!
El de Lucía, el 3, otro puestazo que paso a comentar, y acabada la montería nos fuimos hasta el 4 ocupado por Paco, ídem de lo mismo.
El 3 tenía, entre otros tiraderos, dos barranquitos para que los tomaran los guarros y tirarlos a recibir, un ‘pechenfrente‘ que diría el maestro Aguayo para tirar hasta algo más de 100 metros, y algo más allá un testero enorme donde se podía tirar incluso a más de 200 metros.
Lucía es muy discreta, nada de salir en los papeles, tan discreta es que lo mismo ni se llama Lucía de Andrés.
Me las tenía que ingeniar para pasar inadvertido, porque le gusta estar sola en el puesto, por lo que me coloqué sentado detrás de la cinta de señalización y algo tapado para un buen desempeño fotográfico.
El puesto era tan bonito, que me dispuse a disfrutar de una emocionante mañana. ¡Qué bien se ven los toros desde la barrera!
La niebla había levantado, lloviznaba a veces pero no hacía el viento de la jornada anterior, buen día de montería.
De la tranquilidad al guirigay
Como en Riveros se soltó pronto, y ya se oían carreras y algunos tiros a las 10.
Esta vez se cazó con cuatro rehalas (Salonete; los Cadenas; los Chalines; y Mata), que de nuevo hicieron un gran trabajo.
Poco a poco lances, carreras y tiros fueron in crescendo hasta que aquello ‘explotó’.
Se notaba que se estaba tirando de testero y largo, muchos tiros por lance.
En la línea de puestos del 2 al 5 la cosa estaba bastante tranquila, aunque contagiados por la alegría que se disfrutaba del 6 al 11.
De pronto una espectacular ladra arrancó del cabezo que había enfrente del 3, el cochino sacó distancia enseguida a los perros y bajaba como una exhalación a tomar uno de los barranquetes.
¡Cuánta emoción! No era grande.
Lucía mostró su temple montero y lo aguantó.
Sonó el zurriagazo con el guarro ya en el barranco, siguió aunque cada vez iba más despacio.
Algo debió ocurrir a mi amiga montera, porque acerrojó dos veces pero no le picó la bala al disparar.
Al fin, cuando el cochino ganaba lo sucio muy despacio, pudo tirar otra vez.
Bajé a comentar con ella y me susurró: «¡Mierda! No sé qué ha pasado que por dos veces no ha entrado la bala en la recámara al acerrojar».
«No te preocupes que yo creo que va pegado», contesté.
«Pues a mí me parece que no lo he rozado».
Esa «M…» me sorprendió muchísimo en alguien que nunca dice una palabra más alta que otra.
Algo raro debió pasar al colocar las balas en el cargador, porque yo creo que su querido .308 Win no le había fallado nunca.
Abreviando, que es gerundio
Después del pistoletazo de salida, se entonó algo más la cosa en la línea 2-5.
Ángel en el 2 tiró más de una vez, Paco en el 4 al menos una vez, e incluso pareció que el montero que ocupaba el 5 disparó como al final.
Lucía rehusó tirar a dos ciervas en el testero largo y a otra que, por detrás, iba rumbo al 4, después Paco nos comentó que él tampoco la quiso tirar.
Tampoco tiró Lucía a un cochino grande a más de 200 metros por el testero seguido por una rehala prácticamente entera aunque a distancia.
Al rato de cruzar el marrano la cuerda, se formó la mundial en la otra línea de puestos.
Se acercó Tomás al 3 a marcar una cierva que habían cogido los perros allí cerca y a intentar cobrar el cochino.
Al marcar la cierva le dijeron por la emisora que los perros habían cogido un guarro un poco más adelante, dimos por hecho que era el que tiró Lucía.
Pero la montería la habían hecho en la línea 6-11.
Recogiendo Monterías Internacionales
Poco a poco se hizo la calma de nuevo, cesaron los tiros y llegó el postor a recogernos.
Nos acercamos al 4 a ver a Paco Asenjo para regresar con él, efectivamente había cobrado un navajerete y, además de la cierva, no había tirado un cochino grande largo de testero y otro por pequeño.
Ángel C. en el 2 cobró dos cochinos (otro navajerete) y una cierva.
Paco y Ángel no pueden ser más majos.
Paco es un magnífico armero, y sabe todo y más de calibres, rifles, visores… y además se le entiende todo cuando habla, dos tiros dos cochinos en el fin de semana, ¡ahí queda eso! Aunque es especialmente aficionado a la caza menor.
Ángel es montero con solera desde hace muchísimos años, era uno de los socios de la mítica Ribera de Gargantiel, sociedad que llevaba Miguel Cortés, el padre de Tomás, además Ángel no puede ser más simpático. Cumplió de sobra cobrando todo lo que tiró.
Recuento (y II) Monterías Internacionales
Expectantes para saber de los demás, salimos arreando a comer en el Muralha y esperar al plantel.
Lucía no es trofeista, y como también tenía mucho camino de vuelta, ni siquiera se quedó a comer.
«Si acaso fuera un arocho y tuviera algo de defensas se lo dices a Jerónimo o a Tomás y ya me harán llegar la tabla, aunque no creo», me dijo antes de despedirse.
El Muralha se lució de nuevo con la comida mientras radio macuto comenzó a informar.
Una alegría muy grande, el joven montero Alejandro Brazo –además de gran pescador de doradas a surf casting–, ¡hizo el cupo con cuatro machos en el 6! Dos navajeros grandes y otros algo más chicos. Le entraron otros dos cochinos.
La juventud triunfó, Jorge López Montenegro se quedó con tres de los cinco cochinos que tiró en el puesto 8, con un navajero y otro macho más chico.
El puesto estrella de El Morro fue el 7, el montero tiró a nueve jabalíes distintos, más de cuarenta balas gastó… ¡se fue bolo, cero!
Por contra, en nuestra ‘armada’ o línea, el puesto 5 sólo tiró un cochino que iba herido y un zorro.
El resto de puestos también disfrutaron: en el 9 se tiraron seis cochinos y se cobraron dos; cuatro se tiraron en el 10, cobrándose uno; en el 11 se cobraron los dos que se tiraron.
Un alto porcentaje de machos cobrados
¿Qué pasó por fin con el cochino que tiró Lucía?
Miré con detenimiento el cochino que dijeron por las emisoras a Tomás que habían cogido los perros cerca del 3. Sí me pareció por las hechuras que era el que tiró Lucía y además tenía tiro, aunque era macho no merecía la pena dadas las circunstancias preparar la tabla.
En resumen, tiraron todos los puestos un total de 36 cochinos para cobrar 19 (dos de los perros), más tres ciervas.
Un alto porcentaje de los jabalíes cobrados eran machos, los mejores los dos navajeros grandes de Alejandro, después, ya más chicos, hasta seis más dignos de mención.
Comenzar con buen pie
Mientras llegaba lo cazado hubo oportunidades fotográficas para retratar el castillo de Mértola y el puente sobre el río Oeiras, además de una puesta de sol con matices muy especiales.
El cobro no es sencillo en El Morro.
Alejandro y Jorge no podían estar más contentos, lógico, es muy bueno que tengamos relevo.
Fue un privilegio, porque fue un auténtico privilegio disfrutar del 15 como montero y del 3 como cronista, participar en el inicio de Monterías Internacionales, en el que Jerónimo y Tomás presentaron sus credenciales arriba expresadas, comenzaron con buen pie.
Si continúan por ese camino no tardarán en llegar los elogios superlativos, «montería enorme de…».
Pero elogios no solo por los resultados, también por cómo colocan los puestos, porque todo el mundo sortea, por cómo se caza y que ellos no lo hagan, por el magnífico ambiente… por esas cosas que los que llevamos ya muchos años en esto tanto valoramos, y yo creo que los jóvenes también lo hacen.
Tengo la sensación que asistí al comienzo de algo que puede ser muy relevante en lo cinegético, mimbres hay.
Muy satisfecho puse rumbo a casa, próxima parada en el Portugal II, km 200 de la A5, allí me esperaba un pepito de ternera medalla de oro.
Muito obrigado por tudo, voltarei.
Una crónica de Adolfo Sanz Rueda
Fotografías: Adolfo Sanz Rueda y Monterías Internacionales
DATOS DE LA MANCHA EL MORRO DE COLGADEIROS
Organización: Monterías Internacionales
Fecha: 5 de noviembre de 2023
Finca: Colgadeiros / Mancha con cerca ganadera: El Morro
Hectáreas monteadas: 140
Localidad: Mértola, Distrito de Beja, Alentejo, Portugal
Puestos: 10 / Cupo: 4 jabalíes y 1 cierva, venados sin cupo / Rehalas: 4
Jabalíes: 19 (8 navajeros)
Ciervas: 3