Cazaban Monteros de Encinasola en la mañana del día 27 de enero la mancha llamada El Moro, situada dentro de la finca Campillo Bajo, en término municipal de Encinasola.
Estaba prevista para ser esta la última montería en Andalucía para esta organización, para ello daban cita como es habitual a sus monteros en el hotel de dicha localidad sobre las ocho y media de la mañana.
Tras el desayuno, Paco Berjano y Antonio Luis Boza procedieron a dar las últimas indicaciones a los cazadores sobre el estado de la mancha y la manera de proceder con el sorteo.
Había que moverse temprano, algunos tiros antes de soltar…
Premiaba estar preparados temprano, dado que una armada hacía colindancia con otra montería de Hunters Hispania con los que existe muy buena relación y se había quedado en soltar colleras a la vez para no perjudicarse con canes de uno y otro lado.
El reloj marcaba las once y veinte cuando se colocaba la última de las traviesas y ya desde antes se habían escuchado algunos disparos sueltos en la parte alta de la finca lindando con las Alpiedras, mucho más llana y escasa de monte.
Monteros ilustres
La mancha a cazar, con unas quinientas hectáreas, se cerró con cuarenta y ocho monteros, entre los que se encontraban caras ilustres del panorama montero como Emilio Jiménez, Alfonso Aguado o Carlos Casilda, y sobre las doce de la mañana soltaron casi al unísono las veinticuatro rehalas que se le metieron para sacar las reses en esta mancha, más las de la afamada Terrazos que como hemos mencionado cazaban los hermanos Antonio y Luis.
Las ladras y lances no tardaron en sucederse: un magnífico y escurridizo venado
No tardaron en sucederse las ladras y los lances, así, fue abrir portones veía cómo se me escurría por la parte más alta de mi postura un venado de magnífico porte entre las encinas y en dirección al cortijo del Campillo, estando situado en el 0 de la Linde del Manzano, puesto un poco incierto dado que era la primera vez que se colocaba a petición del guarda, que sabía que algunos años se escurrían los venados por ese hueco entre armadas. Y no fue el último.
Ante la advertencia de lo incierta de la colocación de la plica, intenté modificar la posición para controlar mejor el escape, pero no dio tiempo, cuando me estaba cambiando de lugar otro venado imitó al anterior, este de mucho menor porte, sobre el que jugué lance infructuoso con un disparo entre encinas que era arto complicado.
Montería muy divertida, gran abundancia de cervuno, pero los jabalíes se resistían a romper
Las rehalas con sus ladras mantuvieron entretenidos a los monteros durante toda la jornada.
La gran abundancia de cervuno, provocó, que las rehalas se desperdigasen por las llanas y las rehalas sufrieron de lo lindo y se tuvieron que emplear a fondo para sacar los jabalíes del espeso montarral de pinos, eucaliptos y frondosas jaras, los jabalíes se resistían a romper, haciendo de esta jornada una ladra interminable.
Dos varetos, y seis ciervas más transitaron mi postura hasta el final de la montería, con lo que quedaba certificada lo acertado de la postura y la posición correcta para venideras ocasiones.
Los rehaleros montearon muy despacio
Los rehaleros viendo lo que sucedía, cazaron muy muy despacio esperando que los perros volviesen de correr las reses para hacer fuerza en las jaras y empujar los cochinos, que no dejaban de dar vueltas en el interior de la espesura, buscando el refugio de la parte alta de los pinos.
Es por ello, que se prolongó la montería hasta bien pasadas las tres y media de la tarde, sin dejar de escucharse ladras y disparos.
Puntería dispar
Hubo monteros que pudieron haber hecho la fiesta, fallando siete cochinos en los puestos más apretados del camino, afortunados con cinco lances, con tres, puestos de cinco venados cobrados, puesto de tres venados y los tres bonitos para el enrachado Falele Pérez, doblete de preciosos venados para don José María Rodríguez Ortí acompañado por su esposa, doblete también para el amigo Regino, con un curioso venado de extrañas cuernas, tampoco quisieron dejar de aportar su granito de arena los hermanos Miguel Ángel y Tomás Silva con un venadito, y bastantes posturas más con venados sueltos, de porte destacable como el del amigo Ramón.
Los jabalíes, fueron los más listos de la clase, que a pesar de haberlos en la mancha y dar mucho castigo a los canes, supieron jugar sus cartas, cobrándose nueve en total y llegando al plantel solamente seis, los otros tres agarrados por las rehalas en lo más profundo del temido Barranco del Moro.
Sin duda, una entretenida montería para dar el broche final con Monteros de Encinasola.
Se cobraron varios venados de buen porte
Tertulia hasta bien entrada la noche
Desde la organización quiere pedir disculpas por la tardanza de los últimos seis venados, por el contratiempo del atasco del remolque, aun así, como el día había acompañado, la comida y la tertulia se extendió hasta bien entrada la noche en el cortijo de la finca comentando los lances entre amigos.
Crónica y fotografías: Carlos Casilda Sánchez
GALERÍA FOTOGRÁFICA
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Club Deportivo Monteros de Encinasola
Fecha: 27 de enero de 2024
Finca: Campillo Bajo / Finca abierta / Mancha: El Moro
Hectáreas monteadas: 500
Término: Encinasola, Huelva
Puestos: 48 / Rehalas: 24
Venados: 19
Jabalíes: 9
Ciervas: 9
