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CRÓNICA DE LA SOLANA DE NAVALCONEJO
MANCHA IBÉRICA SERVICIOS CINEGÉTICOS
Agua, muchísima agua daba para el día de autos y no fue menos la jornada del día anterior, ante tal situación los amigos Aarón Martín y Francisco García-Saavedra decidieron sortear las posturas de la Solana de Navalconejo, tras una cena de hermandad en Guadalupe, en la noche del día 9 de febrero.
Mucha expectación para una montería merecidamente galardonada
Había mucha expectación puesta en esta jornada que lleva varios años ofreciendo una montería digna de mención y galardonada a nivel nacional con los mejores premios de monterías en abierto.
Con cuerdas de lluvia amanecía el 10 de febrero en la localidad de La Calera, próxima a Guadalupe donde había dado cita Mancha Ibérica a los asistentes para tras tomar un buen café con magdalenas y repasar los asistentes a las armadas, comenzar a distribuir su partida hasta el cazadero, muy próximo al lugar.
Los primeros en salir, fueron los cierres de la Olivilla, Perales y el camino central de los Chipitiles por tener que atravesar la finca para llegar a cerrar.
En suertes el 6 del cierre de Perales
Precisamente el 6 del cierre de Perales era el puesto que me había tocado en suertes, así que culo al coche y a esperar a Víctor que nos colocaría junto a su hijo.
Ya en el camino al puesto y transitando la finca con goterones de lluvia pudimos ver cuatro jabalíes y dos ciervas de levante, lo que indicaba que la lluvia estaba provocando que las reses no estuvieran encamadas.
El camino se hizo eterno hasta la llegada al lugar donde, ordenaditos, dejamos los vehículos dado que era el punto donde iban a soltar parte de las rehalas que cazarían la finca al choque y de abajo hacia arriba.
Una collera de venados nada más llegar al puesto
Al llegar al 5, ocupado por José Cordero y su hijo Jorge, le indico que vea mi posición, y nada más llegar amuniciono el express mientras los ocupantes del 7 siguen su camino, y fue justo cuando llegaba José a verme cuando una collera de venados irrumpía en el puesto, quedándome con el primero de certero disparo e hiriendo al segundo tripero con el segundo de los disparos de mi express.
La caza andaba movida y la cosa pintaba bien.
Algo parecido le pasó a Antonio Parra, que ocupaba el 6 del cierre de la Olivilla, pero con la diferencia de que no le dio tiempo a cargar el rifle y se salió la bonita collera de venados. Y es que a estas alturas de temporada, los venados ya comienzan a juntarse.
Con a entrada del resto de las armadas al cazadero se produjeron numerosos disparos, sobre todo en el Hateadero y el Camino del Olivar que veían como las reses, escurridas del movimiento de vehículos, abandonaban la dehesa para buscar el amparo de la sierra.
Estrépito tras la suelta Solana de
Tras a suelta, vino el estrépito, con ladras tras las abundantes reses que acababan con los disparos de los monteros, que, ocupados en muchas de las ocasiones de no mojarse, intentaban como podían hacerse con reses y cochinos que jugaban sus cartas para salvar el ‘pellejo’.
Encomiable trabajo de las rehalas en un día infernal
El trabajo de las rehalas fue encomiable en este día infernal, en el que la lluvia iba y venía, alternando neblina, con fuertes rachas de viento e incluso dos apretones de granizo, que dificultaba la labor de los monteros.
Así, cuando estaba ocupándome de colocar el paraguas y la única vez que me colgué el rifle de la correa, cuando me di cuenta tenía una cochina parada mirándome a escasos diez metros. Muy despacio, intenté descolgarme el arma para encararla, pero el animal, que ya se había dado cuenta del asunto, de un apretón volvió a meterse en el monte de donde no salió más.
Imposible dar con el venado herido al principio
Al finalizar la montería me dispuse a buscar el segundo venado de la collera, mejor de porte que el que había cobrado, pero el agua caída durante la montería había disuelto la sangre que tan solo la encontré en lo más apretado de por donde se había introducido en el monte, causando cierta frustración ante la imposibilidad de seguir las huellas en tan apretado montarral.
Como decía, el trabajo de las rehalas fue arduo en un día de mil infiernos, pero fueron repartiendo lances por todas partes. Así, el ocupante del 8 de mi armada se hacía con un venado.
Triunfó la armada de Chipitiles
Triunfó la armada de Chipitiles, que en la que tiraron todos los puestos, como David Chaparro y Michel que en el 10 se hacían con tres venados; Carlos Palomero que en el número 12 se hacía con tres venados y un jabalí; el número 15 de Chipitiles tiró cinco jabalíes y se quedaba con dos, hubo otro en esa misma armada que abatía cinco venados y un jabalí.
Por otro lado, Sergio Fernández se hacía con un bonito navajero en el 2 del Tocón; igual que en el 6 de la Mina Francisco Fernández y Pedro Mateos que se hacían con otro navajero.
Peor suerte corrieron Luis Villarino y Víctor, que en el 3 de la Madroña veían como el rifle no picaba las balas en dos ocasiones, con una cochina y posteriormente con un venado, perdiendo así ambas oportunidades por un fallo ‘técnico’.
Por contra, Mario Parra rompía su mala racha cobrando dos jabalíes y un venado en el 3 del Hateadero.
El mejor jabalí de la jornada se cobró en el cierre de los Pinos, no desmereciendo el abatido en el 1 del Hateadero.
Un monterión a pesar de la lluvia infernal
La caza estuvo repartida pero buscó la huida hacia las cumbres en un día de lluvia.
Al final la jornada fue un monterión, arruinado tan solo por la lluvia en el que hubo quienes pasaron un día horrible bajo el paraguas y hubo quienes triunfaron calados de cabeza a rabo como se suele decir. Entre ellos, los perreros.
La comida se celebró en el pueblo de La Calera, donde había dispuestas dos naves para tal efecto y los que tenían que recoger trofeos volvieron a la casa de la finca, a donde la organización fue sacando la caza teniendo que dar hasta tres viajes a la afamada armada de Chipitiles.
Impresionante plantel Solana de
El resultado de la montería fue de 24 jabalíes, destacando una primera fila de diez bocas de importancia y 66 ciervos entre los que destacaban tres de muy buen porte, a lo que hay que sumarle un buen puñado de ciervas que se abatieron como medida de gestión.
Agradecimiento Solana de
Desde la organización, quieren agradecer el trabajo de todo el equipo, dado que, este gran resultado es de todo el mundo que ha participado en la montería, empezando por la guardería, la propiedad, rehalas, muleros, postores, cazadores, catering, etc.
Sin duda otro gran resultado tras largos meses de trabajo.
Crónica y fotografías: Carlos Casilda Sánchez
GALERÍA FOTOGRÁFICA
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Mancha Ibérica Servicios Cinegéticos
Fecha: 10 de febrero de 2024
Finca: Navalconejo / Finca abierta / Mancha: Solana
Hectáreas monteadas: 950
Término: Alía, Cáceres
Puestos: 50 / Sin cupo / Rehalas: 20
Venados: 66 (3 muy buenos de montería)
Jabalíes: 24 (10 machos grandes de buenas defensas)