El Perdigón nunca falla con Monteros de Siempre - Cazawonke

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CRÓNICA DE EL PERDIGÓN

MONTEROS DE SIEMPRE

Arrancaba el Puente para Isaac Álvarez que había dado cita, una vez más, en la ermita de las Cruces de Don Benito a los habituales de Monteros de Siempre para cazar la finca de El Perdigón, que se encuentra próxima a dicha localidad pacense.

Hasta allí llegaban temprano los asistentes para entre la niebla asistir al desayuno y templar los nervios durante los instantes previos al sorteo de posturas.

Tras las últimas indicaciones se dio paso al sorteo de puestos, que se realizó en una primera instancia para todas aquellas personas de movilidad reducida y a continuación y con todos los puestos encima de la mesa por orden de lista e inscripción.

Así, se fue conformando el mapa de la montería sin ninguna prisa, dado que había que darle tiempo al día para que levantase la niebla.

Primeros lances antes de colocarse la traviesas

Desde la colocación de los dos primeros cierres ya se pudieron escuchar algunos lances dispersos, lo que hacía presagiar que había cantidad de reses y que inquietas por el trasiego de vehículos en el cazadero se estaban moviendo.

De esta manera, algunas posturas veían como hasta cuatro venados se vaciaban por alguna sin poder jugar lance por estar llegando al lugar marcado por las cintas.

Todo ello y muy a pesar de haber recalcado Isaac la importancia de montar muy rápidamente y en silencio, sobre todo al hacer el transbordo entre el vehículo particular a las pick-ups destinadas a repartir los monteros en sus posturas.

Apogeo montero nada más soltar

Con la entrada de las rehalas más de lo mismo, disparos sueltos que indicaban el buen estado de la mancha y todo listo para soltar.

Fueron los tres primeros cuartos de hora tras abrir los portones los de máximo apogeo montero, con innumerables ladras, carreras y lances que se sucedían por todo el mapa de la montería.

Una montería para degustarla sin prisa

Hubo posturas muy afortunadas como el 3 de la Segunda Cuerda donde se jugaban once lances, con cuatro animales abatidos.

Monteros afortunados con dos cochinos y un venado, con tres venados y un cochino, con dos cochinos y dos venados, simplemente una montería para degustarla sin prisa.

Nuestra armada jugó lance completa, exceptuando mi vecino en el número 1 y un servidor en el número 2, no por falta de oportunidades, porque alguna que otra cierva transitó la postura, sino por quedarnos esperando al posible venado que viniese detrás, dado lo interesante de carreras, ladras y detonaciones.

Buen plantel, como siempre en El Perdigón

Sobre las tres y cuarto se daba por finalizada la montería, mientras mi vecino me ofrecía un refrigerio a cambio de unas fotos con su venado, me llegaban noticias de que el amigo Rando se había hecho con un bonito venado de curiosas cuernas, la poca cobertura de que disponíamos daba algún que otro detalle de la jornada.

La comida se tornó entretenida mientras la organización se esforzaba en sacar la caza, el arroz nos supo a gloria, calentito, sobre todo cuando la niebla de nuevo comenzó a dejarse caer para oscurecer la tarde.

Al plantel finalmente llegaron 22 venados, destacando cuatro de ellos, y 15 jabalíes.