Espectacular comienzo de Monterías Paco Lucas con una 'cochinada' en 'El Río' - Cazawonke

CRÓNICA

El 16 de noviembre Monterías Paco Lucas se estrenaba esta temporada con un espectacular comienzo en El Río, precioso predio en el límite fronterizo entre Andalucía y Extremadura.

Encinas, eucaliptos, zonas de cereal de secano y mancha apretada de monte en el cerro de la Navarra, bajo la atenta mirada del Río Zujar.

Un entorno ideal para el desarrollo de las especies cinegéticas tanto de caza mayor como menor que encuentran en ellas el hábitat ideal para desarrollarse.

A primera hora de la mañana iban llegando los monteros a las magníficas instalaciones de las que dispone esta rústica, como corresponde a una finca de éste nivel.

La mañana levantó con una pelua considerable, si bien, las exquisitas y suculentas migas con huevo, torreznos y chorizo hicieron entrar en calor a los cazadores que allí se daban cita.

Climatología preocupante

La ausencia preocupante de lluvia que venimos sufriendo a lo largo de todo el otoño era la preocupación fundamental de la orgánica durante el desayuno y sorteo. Aunque se había aportado agua en muchas de las pantanetas existentes y cuidado todos los detalles para disfrutar de una especial jornada cinegética el terreno no reunía las condiciones optimas para sacar a los guarros de sus encames.

Con un cupo de 2 gamos y 3 jabalíes se sortearon las 7 armadas en las que se distribuyeron los puestos. Los Eucaliptos, El Comedero, El Palets, Los Pantanos, La Casita, La Bomba y Los Duranes.

Sin dar tregua a los monteros, conforme se iban montando los puestos ,los lances se iban sucediendo y no cesaban de escucharse los estruendos en el horizonte.

Sobre las 11:45 se soltaron en 4 puntos diferentes las 24 rehalas que acompañadas de sus guías batieron las distintas zonas de la mancha, consiguiendo que Jabalíes y Gamos que eran los invitados a ésta cita cumplieran en los puestos de manera continua.

«¡Ahí va el guarro p’a la umbría¡ ¡Vamos con él, Campanero¡»

Así animaban los rehaleros a las recovas mientras recorrían la mancha de punta a punta. Siempre bajo la atenta mirada del capitán de montería que no cesaba de alentar a los rehaleros, que con la afición que les corre por la venas iban abriéndose camino por lo más espeso del monte.

«¡Despacito, poquito a poco que hay que sacarlos de los encames¡, ¡vamos a darle otra vuelta al cerro campeones¡». Y así de carrera en carrera, de lance en lance durante toda la mañana, llegamos a las 15:00 horas, momento en el que comenzaron a sonar las caracolas y los postores a levantar las armadas.

En la comida (que estuvo estupenda) los comentarios y caras de felicidad hacían presagiar que la montería había cumplido con creces las expectativas.

Llegaron al plantel ¡92 guarros!, con 24 preciosas bocas de jabalíes machos que se cobraron muchas de ellas homologables. Además de 30 gamos algunos de ellos homologables con un más que posible oro. Un espectacular comienzo.