La Fundación Atapuerca y la Fundación Artemisan se han reunido para definir los términos de un próximo acuerdo de contribución científica.
En este sentido, y en virtud de este acuerdo que se firmará próximamente, la Fundación Atapuerca llevará a cabo un estudio que aportará un valor añadido en aspectos relacionados con la actividad de la caza y su significado en la historia de la humanidad. Este estudio ayudará a entender la actividad cinegética y a establecer posibles líneas de actuación y divulgación posterior desde la Fundación Artemisan.
Eudald Carbonell liderará un estudio sobre la visión antropológica de la caza
Será un estudio ad hoc de investigación realizado por la Fundación Atapuerca y que será liderado por Eudald Carbonell, arqueólogo y codirector de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, y Antoni Canals, miembro del Equipo de Investigación Atapuerca en el Institut Català de Paleontología Humana i Evolució Social (IPHES, Tarragona).
Se recabarán opiniones de expertos, investigadores y científicos que completen el estudio con puntos de vista sobre temas específicos y particulares. Es una aportación científica que responde a la misión de difusión y socialización de este conocimiento, y que se impulsa ante la solicitud de la Fundación Artemisan.
A la reunión han asistido Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación Atapuerca, José Luis López-Schümmer, presidente de la Fundación Artemisan, Javier Gutiérrez, director general de la Fundación Atapuerca, y Luis Fernando Villanueva, director de la Fundación Artemisan, junto con miembros del equipo de ambas entidades.
Ambas fundaciones apoyan la investigación como un pilar fundamental en sus líneas de actuación y por tanto esta colaboración permitirá enriquecer determinados puntos de vista.
La Fundación Atapuerca es una entidad sin ánimo de lucro que nació para dar soporte a un proyecto de investigación científica sobre la evolución humana: el Proyecto Atapuerca. Los yacimientos de la sierra de Atapuerca comenzaron a tener especial relevancia científica y social a partir del hallazgo de los restos de la Sima de los Huesos en 1992, y del hallazgo, dos años después, de los restos humanos (de más de 900.000 años) que definieron una nueva especie conocida como Homo anteccesor. Entre sus principales objetivos está la difusión de las investigaciones y los hallazgos sobre evolución humana (en especial los vinculados a los yacimientos de la sierra de Atapuerca), a través del diseño y desarrollo de programas de divulgación científica.