Fuente: diariodepontevedra.galiciae.com
Hace apenas dos semanas un conductor que circulaba por la N-554 en Vilaboa, se llevó uno de los sustos más importantes de su vida. Algo se cruzó en su camino sin que pudiese evitarlo y acabó atropellándolo. Era un animal, pero, probablemte no el animal que cualquier conductor esperaría encontrarse bajo las ruedas de su coche en una carretera que discurre por tantos tramos urbanos que ya está nominada para ser declarada travesía y que en algunas zonas no está separada ni por 20 metros del mar. El animal era un corzo. Un ejemplar que podría tener más de cuatro años y que presentaba, incluso, una pequeña cornamenta, que lucen durante gran parte del año los machos ‘maduros’ de esta especie.