El tiro a larga distancia es una modalidad de que cada día cuenta con más seguidores tanto a nivel deportivo como en la caza, en la que gana día a día tanto adeptos como detractores.
Sin entrar en esta polémica, vamos a sumergirnos en los aspectos técnicos de esta modalidad de tiro, aplicable tanto a la caza como al tiro deportivo, ya que para conseguir objetivos a largas distancias hay que tener en cuenta muchas variables como son las condiciones meteorológicas, la balística, calibración de elevación y deriva, procedimientos de reducción a cero…
Para ello cuento con dos buenos amigos y expertos tiradores, Jesús Vera, tirador de elite (‘sniper’) del Ejército Español, y Ángel Corral, tirador deportivo, Campeón de Francia, récord de España en 2019 en fusil 300, entre otros títulos, y uno de los pocos Técnicos Superiores en Tiro Deportivo y Balística por la Universidad Rey Juan Carlos.
Cada uno de ellos nos va a dar desde el punto de vista de su especialidad, su opinión sobre cada uno de los aspectos técnicos del tiro a larga distancia que vamos a tocar.
Dividiremos el coloquio en dos partes, en esta primera trataremos de aspectos generales y del equipo.
Antes de nada y para situarnos, definamos el concepto de larga distancia.
JIH: ¿Qué se entiende por larga distancia a nivel deportivo?
Ángel Corral (AC): Los tiradores deportivos distinguimos tres etapas en esta modalidad de tiro, la media distancia que sería un tiro por debajo de las 600 yardas, a partir de las 600 y hasta las 1.100 yardas se considera larga distancia y desde hace unos tres años está tomando auge una competición denominada King of 2 Mille (Ko1M) & (Ko2M) que llegaría hasta 1.600 y 3.200 yardas y que denominaríamos extrema larga distancia (ELR), aquí ya hablamos ya de un tiro muy, muy técnico, ten en cuenta que, por ejemplo, de entre los 30 participantes de una competición solo terminan alcanzando blancos siete u ocho de ellos, el resto no tocan ni el papel en muchas de las distancias establecidas.
Ahora mismo la larga distancia a nivel deportivo se denomina F-Class.
Hay otra modalidad que solo se practica en España que es la F-Mini Class o Centerfire, que intenta copiar la balística de la larga distancia pero con el calibre 22 LR, disparando a distancias por encima de su rango habitual los 50 metros y estableciendo competiciones a 100 e incluso los 200 metros.
En España el tiro a larga distancia a nivel deportivo lo podemos definir entre las 600 y las 900-1.000 yardas.
Ángel Corral: «En España el tiro a larga distancia a nivel deportivo lo podemos definir entre las 600 y las 900-1.000 yardas»
JIH: ¿Y a nivel de un tirador de elite militar?
Jesús Vera (JV): El más allá… En nuestro caso todo depende del arma que se nos entregue.
Se nos adjudica un arma y una munición y esto es lo que te va a definir si tiras a corta o larga distancia.
Por ejemplo con un HK, un arma de combate, una larga distancia son 200 o 300 metros.
Nosotros no pensamos en corta o larga distancia.
Si avanzamos en distancia ya tenemos otra arma de precisión y calibre adaptado al ‘francotirador’ o tirador de elite si hablamos con propiedad, porque aquí la distancia extrema depende de factores climatológicos, no es igual disparar en invierno o verano, con viento o sin él, o en alta montaña… sigue siendo el mismo arma y el mismo cartucho, pero la distancia en función de estos parámetros puede pasar de 600 metros en invierno a los 1.200 en verano, por ejemplo.
Jesús Vera: «Para el tirador de elite la distancia extrema depende de factores climatológicos, no es igual disparar en invierno o verano, con viento o sin él, o en alta montaña…»
JIH: ¿Puede variar el concepto de tiro a larga distancia según el calibre utilizado?
AC: En el mundo deportivo se ha llevado los cartuchos militares más allá de su rango de efectividad gracias a la recarga deportiva de municiones.
Nosotros utilizamos proyectiles con una longitud extra, que les confieren un coeficiente balístico muy elevado, lo que nos obliga a tener cañones específicos o personalizables con un paso de estría mucho más cerrado que lo estabilice por encima de las 75.000 rpm porque de lo contrario empieza a cabecear y termina siendo ciertamente impreciso.
JV: El cartucho es el que te marca la distancia por la velocidad a la que sale.
Nosotros requerimos un proyectil con unas características específicas para un objetivo concreto; tenemos que llevar un proyectil que vuele en transonico y con una cavitación baja.
No salimos sabiendo a la distancia que estará el objetivo por eso el mismo cartucho nos vale para tanto para 300 como para 800 metros.
JIH: ¿De alguna manera el tiro a larga distancia se podría considerar como una adaptación de las técnicas de los tiradores de elite al tiro deportivo o a la caza?
AC: Las competiciones civiles son una herencia de las militares ya que antiguamente eran las únicas que se celebraban.
El tiro a larga distancia en caza siempre ha estado ahí y grandes tiradores militares vienen del mundo de la caza.
Ángel Corral: «El tiro a larga distancia en caza siempre ha estado ahí y grandes tiradores militares vienen del mundo de la caza»
JV: De alguna manera tanto el tiro deportivo como la caza ha tomado del militar toda la parte de la balística exterior, como los aspectos climatológicos y demás.
Si hay algo que se parezca más a un tirador de elite es un cazador al rececho y lo digo porque además soy cazador.
Jesús Vera: «Si hay algo que se parezca más a un tirador de elite es un cazador al rececho y lo digo porque además soy cazador»
JIH: Vamos al lio… empecemos por el tirador, ¿tiene que contar con algunas condiciones mínimas, preparación y/o entrenamiento? ¿En qué grado influye el tirador en la precisión del tiro?
AC: Nosotros, a diferencia de los militares o cazadores, realizamos un esfuerzo físico mínimo porque nos colocamos tranquilamente en un puesto, tenemos un tiempo de preparación, etc.
Entrenamos, aparte de la memoria muscular, con la respiración y las pulsaciones para estabilizar el tiro.
Lo nuestro podríamos decir que es muy ‘zen’, tenemos que conseguir un absoluto equilibrio entre cuerpo, mente y la técnica de la modalidad y que será lo que nos conduzca al pleno.
Pero fíjate que en F-Class el tirador no creo que influya la técnica más allá del 20% en el resultado final, digamos que todo está suficientemente concretizado, el sitio, el arma, la munición… el tirador solo tiene que decidir en qué momento el viento permite efectuar el disparo.
Ángel Corral: «Lo nuestro podríamos decir que es muy ‘zen’, tenemos que conseguir un absoluto equilibrio entre cuerpo, mente y la técnica de la modalidad y que será lo que nos conduzca al pleno»
JV: La condición física va absolutamente ligada a los resultados.
El tiro militar implica una mejora de las capacidades físicas para poder efectuarlo con las mayores garantías.
Militarmente, como en la caza, el aspecto físico es básico sobre todo, no por el tiro en sí, sino por todos los aspectos previos (desplazamiento con el equipo, recorrer distancias con él, etc…) que implican un cansancio que sin duda repercute en el tiro.
El tirador de elite no puede contar con nada de lo que ha contado Ángel y, además, sumamos el estrés asociado de la situación que puede variar en un momento.
Jesús Vera: «Militarmente, como en la caza, el aspecto físico es básico sobre todo, no por el tiro en sí, sino por todos los aspectos previos»
Vamos a preparar el equipo
Hablemos de la óptica, torretas, visores, prismáticos, medidores de distancia… dadnos unos criterios básicos para seleccionarla.
¿Qué otros materiales nos hacen falta, anemómetros, ropa específica…?
JIH: Ángel, ¿qué partes del equipo, además del arma y la munición, son importantes para el tirador deportivo?
AC: Aquí se cruza lo militar y lo civil, fundamentalmente por intentar emular las sensaciones del tiro militar, aunque la mayor parte de las veces no es necesario.
En la caza sí que se implementa una equipación similar, pero en la deportiva no.
El visor sí que en nuestro caso es una parte muy importante, sobre todo en España que se tira a 300 metros y se necesita ver el impacto gracias a los aumentos de este. Por ello se utilizan visores muy potentes con alcances desde 40 hasta los 60-80 aumentos.
Nosotros no necesitamos retículas muy elaboradas y lo que es muy importante es que las torretas tienen que trabajar en un octavo de MOA (minuto de ángulo).
Para estar entre los 10 primeros esto sería suficiente, date cuenta que el arma está perfectamente colocada y solo tienes que apretar el disparador, como dije antes.
Lo cierto es que, a veces algunos tiradores por estética e influencia de Hollywood emulan a los militares, pero porque «mola» no porque sea necesario.
Ángel Corral: «Para el tirador deportivo el visor sí que es una parte muy importante… por ello se utilizan visores muy potentes con alcances desde 40 hasta los 60-80 aumentos»
JIH: Jesús, ¿y para el tirador de elite?
JV: A diferencia del tiro deportivo, nosotros, como los cazadores, sí necesitamos un medidor de viento, de distancia, tenemos que ir de camuflaje… pero en nuestro caso y te va a sorprender lo que voy a decir, lo imprescindible es un binomio.
¿A qué me refiero?, pues a que lo básico para un tirador de elite es contar con el observador que es el que te da los datos de tiro y controla el tiro. El tirador «solo» mete los datos de tiro en la torreta y dispara.
En cuanto a materiales necesitamos un arma con bípode porque necesitamos la máxima estabilidad en el tiro, un visor con torreta balística en milésimas y en cuanto a aumentos yo he disparado a objetivos a 1.100 metros con 12 aumentos.
Como referencia el Schmidt Bender que es el visor del ACCURACY viene con 12 aumentos, el LEUPOLD con 14 x y tenemos visores hasta 25x, pero más es demasiado a mi juicio.
Por ejemplo, en caza, el aumento se necesita para ver el trofeo, para el tirador de elite sirve para saber si es el bueno o el malo (ríe).
Cuantos más aumentos la incertidumbre de tiro es mayor porque con más aumentos parece que el arma se mueve más y más nervioso te pones, y esto también vale para la caza. Al final siempre acabas bajando aumentos.
Y lógicamente estaciones meteorológicas, completos que indiquen temperatura, humedad, altitud y sobre todo viento. Telémetros… en fin, cuanta más información tengamos, mejor, aunque estamos preparados para disparar sin ninguno de estos elementos.
Jesús Vera: «Cuantos más aumentos la incertidumbre de tiro es mayor porque con más aumentos parece que el arma se mueve más y más nervioso te pones, y esto también vale para la caza»
JIH: Demasiadas cosas, pero de todo lo visto, ¿de qué elemento/os no podemos prescindir? ¿En cuál de ellos debemos invertir más?
AC: Para tiro deportivo de larga distancia, no tanto en corta o media, solo un medidor de velocidad del proyectil que nos permita saber las correcciones balísticas que la velocidad en boca y el coeficiente balístico del proyectil empleado, de tal manera que podamos alcanzar el blanco a distancias de entre medio y un kilómetro.
Ángel Corral: «Para tiro deportivo de larga distancia, no tanto en corta o media, no podemos prescindir de un medidor de velocidad del proyectil»
JV: Militarmente solo el arma, y la munición, claro.
Insisto en que estamos preparados para nuestra misión sin ningún elemento u accesorio, por ejemplo, si se me rompe el visor de mi ACCURACY lo quito, le pongo las alzas auxiliares y a tirar.
En armas como el SAKO TRG van montadas las alzas auxiliares y el visor por lo que no tienes que estar desmontando y montando.
Si tuviera que elegir, arma y munición de calidad.
JIH: ¿El mejor equipo nos asegura el éxito?
AC: Un ejemplo, yo empecé a tirar con un rifle custom (Dolphin Gun Company), lo mejor del mercado, y a pesar de mis leves conocimientos de recarga, en el segundo año conseguí ya tres subtítulos de España a 300, 600 y 900 yardas, pero confieso que fue más el arma, no yo, te lo garantizo.
Luego pasé a un rifle comercial de calidad y volví a hacer lo mismo en su segunda temporada…
Como ves, necesito un año de trabajo para conseguir estar arriba.
JV: Lógicamente cuanto mejor equipo lleves, como decíamos antes, mejor, sobre todo el arma y después la munición, pero en nuestro caso el éxito se asegura con la preparación física y la formación, fundamentalmente.
En cuanto al equipamiento como visor, etcétera, el que más nos vale es el que más nos aguante en el campo, que resista golpes, al agua…
Jesús Vera: «En nuestro caso el éxito se asegura con la preparación física y la formación, fundamentalmente»
Como podemos ver, el tiro a larga distancia es un mundo de sensaciones.
En la segunda parte trataremos de otros aspectos fundamentales, como específicamente el arma y la munición.
Muchas gracias a NOVOTEL MADRID CENTER y a su jefa de Relaciones Públicas, Lucia Salcedo, por sus facilidades para llevar a cabo este coloquio.
También quiero manifestar nuestro agradecimiento a la Armería Meco por su asesoramiento en materia de recarga.
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