Lo Silva es un coto que tengo arrendado desde hace cinco años, en los cuatro años anteriores solo he realizado aguardos en él, pero con el aumento de cochinos que se ha producido, y los consiguientes problemas por daños a la agricultura, no he tenido más remedio que organizar esta temporada una batida.
Aguardo y batida pueden convivir
Los resultados demuestran que pueden convivir aguardo y batida cuando los aguardistas lo son de verdad y no ‘carniceros’, aguardistas que buscan el lance con un macareno. Por lo que les doy las gracias a ellos y su respeto hacia la batida.
Era la primera vez que se organizaba una batida en Lo Silva
El día no se presentó caluroso, bueno para montear.
Era la primera vez que se organizaba una batida en esta mancha de unas 300 hectáreas, un tanto atípica, sin monte apretado, con almendros y olivos abandonados y cañares o arroyos cargados de zarzas y jérguenes.
Los 30 puestos colocados de testero, con mucha visibilidad para ver bien correr a los cochinos.
Esta vez no me pudo acompañar mi hija María José, siempre presente en mis cacerías, ya que lo primero es lo primero, y se encontraba en Sevilla cursando sus estudios de Ingeniería Agronómica. Aun así, la echaría mucho de menos, como es lógico y normal.
Pedazo de testeros marca de la casa
Un piarón de cochinos se vaciaron de la mancha sin ser tirados
Cuando iba a montar mi armada, me llamó otro postor, José Cabrera (‘el Indio’, que así le llamamos porque es el número uno rastreando), comentando que cuando iba a montar su puerta vio como un piarón enorme de cochinos –casi con 30 ejemplares– se salían de la mancha sin ser tirados.
«Mal empezamos».
Un tiroteo tremendo, terrible
Sólo monté cinco de las 30 puertas de cierre, ya que al soltar tres y tres rehalas hacia el centro de la mancha éstas harían la función de cierre.
Cuando empezó la batalla los cochinos superaban a rehaleros y rehalas, pero cuando se pusieron alineados en la mano y los rehaleros ‘cargaron’ los garrotes, más las voces de animo que yo les pegaba, empezaron a encaminar a los cochinos hacia las posturas.
El tiroteo fue tremendo, terrible; en tiraderos de 200 metros los guarros corriendo se tragan muchos tiros, y no todos estamos entrenados para acertar a un jabalí corriendo a esas distancias.
Para muestra un botón
Para muestra de lo que acabo de comentar, destacar los siguientes puestos:
En el 2 del Rodadero el montero realizó 41 disparos para cobrar dos cochinos.
Cinco cochinos se tiraron en el puesto 1 del Campo de Tiro, cobrándose uno.
Otro se cobró en el 3 de Lo Silva de los cinco tirados.
Mientras que en el 6 y el 10 de Lo Silva se tiraron dos y tres jabalíes respectivamente fallándose todos, los cinco…
Repartiendo estopa, pero allí estaba Cayetano presto al quite
También me gustaría destacar que las rehalas La Muerte y Victoria agarraron al unísono a un cochino grande que se aculó sin estar herido de disparo, de los que hacen daño a los perros con sus afiladas navajas.
El guarro se puso a repartir estopa, hiriendo a varios perros, lo tuvo que rematar con presteza Cayetano, uno de los buques insignia de las rehalas en Málaga.
Monteros muy contentos, el organizador no tanto: «me faltaron 15 cochinos»
Los monteros estaban muy contentos por lo divertido de la batida y la cantidad de los tiros, no así yo, porque aunque el resultado de 31 cochinos cobrados –con dos navajeros grandes– se puede considerar como muy bueno, me faltaron 15 cochinos en el plantel según mis cálculos.
Únicamente dos puestos se quedaron sin tirar.
Una crónica de Juan José Jiménez Morandeira / Juan José Jiménez Gestor Cinegético
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Juan José Jiménez Gestor Cinegético
Fecha: 28 de octubre de 2023
Finca: Lo Silva / Finca abierta
Hectáreas monteadas: 300
Término: Almogía, Málaga
Puestos: 30 / Sin cupo / Rehalas: 6
Jabalíes: 31 (2 navajeros grandes)