Baldío Grande con Estéllez Campo y Caza: resultado meritorio para una mancha exigente - Cazawonke

A las 8:30, con la puntualidad de los días que prometen, los monteros se daban cita en la propia finca.

Café y migas aguardaban, mientras el cielo –que a la víspera había amagado lluvia– desplegaba, contra pronóstico, un aire primaveral: despejado, luminoso y con temperaturas altas para la fecha.

Todo dispuesto para una jornada en el corazón del Parque Natural Tajo Internacional, cazando sus riberos y asomando la vista hacia el país vecino.

El sorteo, ágil y sin rodeos, puso las cartas sobre la mesa y dio salida a las primeras armadas de cierre.

No hubo estridencias, pero sí continuidad: detonaciones salteadas, constantes

Las rehalas soltaron al choque desde ambos extremos de la mancha, cosiendo el terreno con criterio.

Pronto llegaron las primeras ladras, hondas y sostenidas, empujando la caza hacia las posturas.

No hubo estridencias, pero sí continuidad: detonaciones salteadas, constantes, signo de una jornada entretenida.

Los perros, con tranco y sentido, supieron leer ribazos y umbrías; los perreros, administrar pasos y descansos en una mañana que iba a más en calor.

El Tajo, al fondo, ponía música grave al transcurrir de la jornada: buitres altos, brisa cambiante y el sol mandando en las laderas.

Resultado meritorio para una mancha exigente

Al cierre, la fotografía fue nítida: 26 venados en el plantel –con 8 de buen porte que hablaron de una media honesta y de campo agradecido–, acompañados por 2 jabalíes y 4 ciervas.

Resultado meritorio para una mancha exigente, más aún bajo temperaturas elevadas.

Nuestro reconocimiento a la propiedad y a la guardería por la dedicación y cuidado de la mancha; su trabajo silencioso está en el origen de este resultado.