No corren buenos tiempos para la caza en nuestra región.
La desidia y dejadez de nuestra Administración, la falta de unión que reina en el colectivo, empeñado en malgastar esfuerzos de forma individual, nos conduce a una situación límite.
Es el momento de aunar esfuerzos, de remar todos en la misma dirección, de buscar el consenso en base a un modelo de gestión acorde a los tiempos actuales.
La Ley de Caza de 1989, un modelo a imitar en su día está hoy obsoleta
Hace más 30 años, en el año 1989, conseguimos una Ley de Caza que fue un modelo a imitar, y miren si era efectiva y funcional que perduró en el tiempo más de 30 años.
Desgraciadamente esa Ley de Caza hoy está obsoleta y se aleja en muchos aspectos de la funcionalidad necesaria.
⇒ Pinchando aquí puede ver la Ley 2/1989, de 6 de junio, de caza.
Una situación límite para las Asociaciones de Cazadores
Las Asociaciones de Cazadores que gestionan los cotos regionales se enfrentan a un grave problema de difícil solución, la merma de cazadores que año a año limitan el potencial económico de estas que les lastra de forma importante, y se ven incapaces a cumplir con el Pliego de Adjudicación de los Cotos, guardería, daños, canon, planes técnicos etc. arrastrándolas a una situación límite, que les obliga a dejar la gestión en manos de la Administración.
Las Asociaciones de Cazadores están ante una oportunidad única para cambiar el modelo, para presentar propuestas consensuadas que desemboquen en un beneficio sustancial a la actividad cinegética y también al futuro de dichas sociedades.
Hay que poner sobre la mesa de la Administración las soluciones al problema
Tenemos que poner sobre la mesa de la Administración las soluciones al problema, no podemos dejar que sea la Administración regional quien proponga estas, su desconocimiento y torpeza quedan reflejadas en cada una de sus actuaciones, tocan teclas de forma desesperada en unas ocasiones y en otras ceden a la presión de unos y otros, un día son los alcaldes los que les intimidan, otro día ceden a la presión de los seudo ecologistas, y eso nos lleva de la nada a la nada.
Los cambios no pasan por alejarnos del modelo de caza social, bajar el número de socios exigidos en el actual Pliego de Adjudicación tiene nula repercusión en la economía de los cotos pero sí puede acercarnos a los cotos privados.
¿En qué ha cambiado la situación de la caza en Asturias de hace un mes a hoy?
Hace unos días la Administración regional con el consejero Alejandro Calvo a la cabeza, convocaba un nuevo Consejo Regional de Caza –hace pocas semanas ya padecimos uno− con el fin de acometer cambios en el Reglamento que desarrolla la Ley de Caza 2/1989 (del 89, Sr. consejero, no del 81 como usted nos dice).
Se celebró el pasado 14 de abril, muchas promesas que ponen de manifiesto la dejadez de este consejero y el desconocimiento de su equipo de trabajo.
¿En qué ha cambiado la situación de la caza en Asturias de hace un mes a hoy? ¿Por qué en el anterior Consejo Regional de Caza celebrado hace apenas un mes no modificaron nada?
Bandazos y más bandazos
Esto no hace más que refrendar la improvisación en que se mueve esta Consejería, tocar teclas desde el desconocimiento, ceder a la presión de unos y otros sin tener una hoja de ruta clara, bandazos y más bandazos.
El penúltimo episodio vivido con esta Consejería de Medio Rural, empezar la temporada de caza sin publicar en el BOPA la Disposición General de Vedas de la temporada en curso es una muestra más de la desidia, inoperancia y falta de compromiso del Consejero y su equipo de trabajo.
El Plan de Caza de las Reservas sigue sin ser publicado, el mes de abril ya perdido, las Reservas Regionales de Caza seguirán siendo una ruina en lo económico y en lo cinegético.
¿QUÉ PRETENDEN MODIFICAR?
El número de socios mínimo exigido en el pliego de Adjudicación que en la actualidad esta en 101 socios, desconozco qué incidencia puede tener esto en el aspecto económico, no alcanzo a entenderlo. Menos socios, menos ingresos pero los mismos gastos.
El canon cinegético no se puede tocar y la manera de buscar contentar a las Asociaciones es pedirles un plan de mejoras en el aprovechamiento y en función de eso te subvencionan, cambiamos cromos.
Pretenden que los cazadores nos hagamos cargo de los animales que son atropellados en las carreteras, que no deja de ser otra ocurrencia de alguna cabeza pensante.
¿Se imaginan a los cazadores a las 12 de la noche en una autovía recogiendo un jabalí atropellado? ¿En manos de quién estamos?
Algo positivo entre tanto despropósito
Y algo positivo entre tanto despropósito, las cacerías de los terrenos cinegéticos que gestiona la Administración, entiéndase Vegadeo, Navia y Amieva, pasaran a formar parte de las cacerías de Regionales en su totalidad y no como hasta ahora donde los locales que en su día se desprendieron y rechazaron la gestión cinegética estaban cazando gratis.
Seguimos esperando que alguien nos diga algún día lo ocurrido en Amieva, que sigue todo judicializado.
Los problemas de la gestión de la caza en Asturias no se resuelven con parches
Seguimos haciéndonos trampas al solitario y una vez más tenemos que negarles la mayor. Los problemas de la gestión de la caza en Asturias no se resuelven con parches, es necesario abordar en profundidad los cambios que son necesarios.
La guardería es uno de los problemas principales
El tema de la guardería es uno de los problemas principales, no podemos seguir manteniendo una guardería por imperativo legal marcada por el número de hectáreas que se gestionan. Un guarda supone de media unos 35.000 € anuales de gasto para las mermadas arcas de las Asociaciones de Cazadores asturianas, en muchos casos tienen que tener hasta cuatro guardas, y eso es inviable.
Dejen que las Asociaciones elijan libremente el número de guardas que consideren necesario en función de sus necesidades.
En los tiempos actuales un guarda desempeña su trabajo con más funcionalidad que cuatro guardas hace 30 años, mejores comunicaciones, telefonía móvil, vehículos todoterreno.
Propuestas, propuestas, propuestas…
Pongamos encima de la mesa ese Reglamento de daños que lleva escondido en algún cajón años, consensuado con los agricultores y los ganaderos.
Revisemos el Reglamento en materia sancionadora, que es un despropósito total en muchos aspectos.
Hagamos lo posible para que la gente joven se incorpore a nuestra actividad y dejemos licencias de caza gratuitas para mayores de 70 años.
Modifiquemos el número de cazadores en las reservas, en la actualidad es de 15 como máximo, en cambio en los cotos es de 25, cómo hacemos para dejar fuera a 10 componentes de la cuadrilla cuando acudimos a cazar en las reservas.
Modifiquemos la lista de especies cinegéticas para incluir la cabra montés (el ‘mueyo’), especie que existió en la cordillera hasta principios del siglo XX, y que actualmente vuelve a estar presente en zonas asturianas donde su presencia ya es permanente, e intentar reintroducirla en otras zonas.
Es el momento de mostrar liderazgo, unión y compromiso
En definitiva, busquemos soluciones que nos permitan disfrutar de la actividad cinegética por un periodo de tiempo estable, que no tengamos que estar cada año pendientes de ocurrencias, las cosas no funcionan así, los parches sirven de poco y tomar decisiones salomónicas casi siempre consiguen el efecto contrario a los que se busca, en lugar de satisfacer a muchos, consigue enervar y enfadar a casi todos.
La pelota esta en el tejado de los representantes de los cazadores, entiéndase Federación de Caza del Principado de Asturias y FADOVISA, es el momento de mostrar liderazgo, unión y compromiso.
Buena caza para todos.
