Desde hace muchos años cada 7 de enero, el día después de Reyes, he inundado a mis contactos, vía e mail o mensajes en las redes sociales, con las ofertas más espectaculares del mundo de la caza.
En este 2021 lo realizo quince días más tarde, la espectacular nevada, el uso indiscriminado y continuado de la pala, poner un poco de orden entre árboles caídos, calderas cegadas, toldos arrancados, lonas arruinadas y goteras de diversos tamaños y de variado caudal, me ha tenido más que ocupado y ciertamente preocupado antes de poder evaluar los daños finales.
Es como si hubiera sido la traca final que nos dejó el malhadado 2020.
Ayunos de Convenciones en América y en Europa parece ser que el mercado de la caza internacional empieza a moverse un poco, este inicial movimiento despierta recuerdos, de no tan lejanas fechas, de febril actividad en años pasados en los inicios de enero.
Pero la realidad diaria de la casi totalidad de nuestro mundo occidental paralizado, confinado o amenazado de reclusión domiciliaria, ampliación de los horarios de los toques de queda, hostelería con reducciones de su ya escaso horario de apertura, graves restricciones al movimiento, cierres perimetrales por doquier, todas estas circunstancias nos hacen romper la esperanza de una inmediata avalancha de cazadores de ánimo viajero fuera de nuestra fronteras.
Lo que me han traído y lo que he solicitado a los Reyes
Podía incluir, como solía hacer siempre, al final de este escrito una relación por continentes de las mejores oportunidades de caza en todo el mundo, pero no lo voy a hacer.
Los Reyes, mis queridos e infantiles Magos de Oriente, entraron por los balcones de mi casa, pero con sus sacos vacíos de regalos materiales, ni siquiera el carbón que seguro que hubiera podido merecer, pero me dejaron una carta, como la que hacia mi madre escribiendo con la izquierda para cambiar el tipo de su bonita caligrafía colegial, en ella Baltasar, mi Rey de toda la vida, (¿sería el color negro de su piel una iniciática predicción de mi actividad africana?), me escribía una breve misiva: «José, espero que se cumplan tus deseos de este año, Baltasar».
Yo también anhelo que en 2021 se cumpla lo que había solicitado a los Reyes Magos: SALUD PARA TODOS.
Las cacerías, los safaris, las aventuras en las montañas, las visitas de amigos a nuestro Paoland, recorrer todo el mundo con un rifle, una cámara al hombro o una ilusión en nuestro morral, eso lo podemos hacer realidad nosotros.
Reyes José García Escorial
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Safari Headlands – José García Escorial
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