En los hoteles una de las formas de contratación es la media pensión, inteligente fórmula que te permite cenar o comer aparte de desayunar.
En la caza internacional en el mejor de los casos nos vamos a quedar a media pensión.
Pasaba hace unas fechas Artemisan un magnífico informe, que afirmaba que con la pandemia se habían perdido el 80 % de los ingresos de la caza internacional y el 100 % de los cazadores extranjeros con destino España. Este dato no es absolutamente correcto, porque algunos extranjeros sí han visitado España, de modo más o bastante menos legal de lo permitido.
En cuanto a la cifra de una actividad del 20 % en caza internacional de los españoles me parece bastante abultada por optimista.
Personalmente he viajado en cuatro ocasiones a África durante la pandemia, y he constatado, más que de sobra, la cuasi absoluta falta de cazadores de todas las nacionalidades.
El aeropuerto de Johannesburgo el 12 de junio había recibido a 512 personas con armas, menos de un 10 % que una temporada habitual
Incluso en este año 2021, en que la situación ha mejorado un poco, a mitad de año en el aeropuerto más ‘cazador’ del mundo, Johannesburgo, el día 12 de junio había recibido a 512 personas con armas, que no llega al 10 % de una temporada habitual.
El origen de los cazadores era de algunos europeos, aunque muy pocos, y entre estos cuatro españoles, contándome a mí, el resto un casi abrumador 100 % de cazadores americanos.
La fácil objeción es que muchos cazadores no llevan armas, es cierto, pero esto casi solo ocurre en Sudáfrica, para Zambia, Zimbabwe o Botswana de toda mi ya dilatada experiencia de cuatro decenios, nunca nadie alquiló armas en estos países, la razón es porque no suelen tenerlas a disposición, y las que ofrecen siempre han creado dudas sobre su calidad o estado, ya que suelen ser rifles de los profesionales muy poco fiables bajo mi punto de vista, y nunca me atreví a recomendarlas.
El número de entradas de armas en el aeropuerto de Johannesburgo en 2020 no he tenido necesidad de constatarlo, no hacía falta.
Sudáfrica se abrió solo por unos días el pasado octubre, y a nosotros, que pudimos pasar, casi nos miraban como alienígenas, como bichos raros después de casi seis meses de tener cerradas sus fronteras.
En el segundo semestre del año podemos pasar de una media pensión a una pantagruélica pensión completa
Las ferias de caza que en 2021 no se han celebrado, o lo están haciendo muy tarde, no han ayudado a cambiar el panorama.
Quizás, la esperanza y el vigor siempre adelante, es que el segundo semestre con muchas personas vacunadas el asunto se anime, y pasemos de una media pensión propia del quevediano Buscón don Pablos, a una pantagruélica pensión completa, aunque tampoco hay que pasarse, si de cena nos dan un socorrido café con leche y algo de mojar, pues a conformarse tocan, que todo es bueno para este desangelado convento regido por un abad Carpanta, siempre con hambre insatisfecha.
Otra profecía que aventuro, el 2022 será mejor que el 2021. Ya sé que era fácil…