Sin recurrir a la bibliografía, ni a otras fuentes tan sencillas ahora de encontrar, pero tirando de memoria, fueron 300 espartanos que cerraron el paso de las Termópilas a un impresionante, en número, ejército persa.
Los héroes clásicos nos ilustran y hacen buenos a los héroes actuales.
De pequeño en la escuela, colegio, garden, guardería o kindergarten, nos rodean de ositos, jirafitas, gatitos salvajes, bambis y resto de animales humanizados, horrible remedo mercantil del señor Disney, del que aún se discute que su nacimiento ocurrió en nuestra piel de toro.
Explicar que no se sale de marcha porque el padre o el abuelo se lo va a llevar al campo para ir de caza
De más mozo, explicar que no se sale de marcha porque quizás sea el padre, en demasiadas ocasiones el abuelo, que se lo va a llevar al campo para ir de caza. Nadie lo entiende, ni el colega, más colega de todos.
Con la primera novia, supuso un castigo. La verdad es que estaba tremenda, pero también se ponía tremenda cuando le anunciabas que el finde lo pasarías con la escopeta, el rifle, el arco o el tirachinas. Prefirió quedarse embarazada muy pronto de un seguro funcionario del estado con casa en la sierra, y apartamento en La Manga.
La definitiva, se arrancó como montera, tiraba como los ángeles, pero el primer niño, y la niña y el nuevo borrico, que cerraba el núcleo familiar, le apartó para siempre de la senda de San Eustaquio, San Huberto y la diosa Diana.
En el trabajo fue duro, desconocía el resultado del fútbol, pero tenía en la retina el doblete de perdices, muertas en el aire, cuando despavoridas buscaban el regato del arroyo Mayor.
Pasar de morralero a ocupar la mano alta, o la armada de la penitencia a disfrutar del primer coto soriano más que escasito de corzos que de precio, podía recordar un mini safari en el sur de Africa, quizás un oso negro en Canadá, fue un largo proceso que acabó con la espalda hecha polvo, una lesión en la rodilla y un exceso de peso.
Un 20 de marzo de 2022 se subió a un autobús que salía de la plaza Mayor
Pero como le debía tanto a la caza, un 20 de marzo de 2022 se subió a un autobús que salía de la plaza Mayor y después de tres horas de viaje habiendo cruzado el Guadarrama, saltó a la arena del foro, y se encontró de nuevo con el mismo sentimiento de morralero, de generosidad de darse la paliza por la mano alta o de penitente en la armada de cierre, y mirando a su lado había trescientos, cuatrocientos, quizás quinientos, pero no cientos sino miles, y se emocionó, le saltó traviesa una furtiva lágrima, y se sintió cazador.