Corren tiempos en que lo imposible parece cierto.
Si viese un burro volando preguntaría cuánto tiempo lleva por ahí arriba. A la mascota hay que preguntarle si quiere que le hagamos una foto (antes de hacérsela, claro). Otra pregunta al veterinario qué puede hacer por la limpieza dental diaria de su perro. Y termino con la moda/manía de ponerle nombre de persona a la mascota de turno y parecer, además de gracioso, correcto.
La jefa de la oposición en la Comunidad de Madrid, comunista, «médica y madre», le echa en cara a la presidenta no poner encima de la mesa en su discurso de investidura «el mayor reto que tenemos: el cambio climático» y añade «al menos podría haberles recordado a los madrileños que tienen una maceta en el balcón, que han de regarla». Menos mal que la tenemos y mantenemos (a ella), si no, no sé qué sería de nosotros. Este partido, con casi 620.000 votos, lleva en su programa la abolición de los toros y me pregunto si de verdad lo saben sus votantes.
Si a usted le gustan los toros, bien, si no, no vaya, pero deje la fiesta en paz
El analista económico y director del Foro Regulación Inteligente, Diego Sánchez de la Cruz, cuantifica el impacto de la feria de Madrid en 75 millones de euros (Diario El Mundo 10.05.23), cifra nada desdeñable dado el volumen de deuda que tenemos (1,5 billones de euros / abril 2023), sin olvidar que detrás de cada euro hay empleo, familias, turismo, inversiones, cultura de país, etc., además de ser ¡nuestras raíces, oiga! Si a usted le gustan, bien, si no, no vaya, pero deje la fiesta en paz. Y, ojo, porque están poniendo en riesgo tanto el porvenir del toro como especie animal como el de la dehesa, uno de los ecosistemas más importantes de España.
Recibir tarascadas del anticaza, del ecologismo mal entendido, del interesado subvencionado, a portagayola, no debería ser siquiera una opción. Convendría buscar la seguridad del burladero desde una buena información y mejor educación. Y no por cobardía sino por pragmatismo y hartazgo. Por dejar de llevar corriendo a la fiesta taurina, a la caza y al campo en volandas, camino de la enfermería. Gastamos más en los areneros rastrillando sangre que en evitar la cogida.
Cambio de tercio. Unas lágrimas
Dice Lotta Edholm, ministra de Educación en Suecia:
«… LOS NIÑOS que hoy crecen en Suecia viven en un mundo lleno de tabletas, ordenadores y teléfonos móviles. Muchos pasan una parte considerable del día delante de las pantallas.
… La digitalización en las escuelas ha sido, mayormente, un experimento en el que ha habido una ausencia de crítica, se la ha considerado buena independientemente del contenido. Hace poco, el Comité de Cultura del Parlamento Europeo apeló a una mayor presencia de videojuegos en las escuelas, pero en lugar de ello, el nuevo plan sueco quiere más libros.
… El futuro de Suecia depende del día a día de los niños y niñas que hoy están en la escuela. El Gobierno quiere que esta esté llena de lectura y conocimiento, y no de tiempo delante de pantallas».
Hay que mirar al norte esta vez para bien
Los del sur de Europa, que nos pasamos la vida mirando al norte, podemos tomar buena nota de los resultados que para nuestros hijos (y para el país) traerá la sustitución del libro físico por tabletas, ordenadores, etc. Y las consecuencias que esto acarreará en su formación y comprensión lectora, que ni son ni serán capaces de entender un informe, una noticia o el programa electoral de turno, etc., etc.
Que las librerías no quieran libros de caza me parece una confirmación de que tenemos un futuro preocupante
En Madrid, la semana pasada, una gran librería de la calle Serrano me ha pedido que no le reponga los libros vendidos «porque es mala época y ya lo podré hacer en otoño». Y esto, tras llevar vendidos algo más de medio centenar de ejemplares. ¿Qué ocurre, en verano no se leen libros de caza? Y si alguien pretende hacerlo, ¿cómo lo vas a vender si no los tienes?
La caza necesita, y más en los tiempos que corren, quien la divulgue, la defienda, vele por ella y por quienes la practicamos. Que las librerías no quieran libros de caza me parece una confirmación de que tenemos un futuro preocupante.
Unas lágrimas: «Si de crío no eres capaz ni de leer un cuento, de mayor tragarás muchos cuentos»
Señalaba la ministra de educación sueca que «el futuro está en los libros» y por eso los van a poner de nuevo en manos de los niños en las escuelas.
Y añado lo que dijo el poeta: «si de crío no eres capaz ni de leer un cuento, de mayor tragarás muchos cuentos».
¿A alguien le sobra un pañuelo?
Por Ángel Luis Casado Molina
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