Le hemos birlado el artículo al amigo, tal cual, seguro que no se enfada por el pequeño hurto.
Ángel Luis tiene a bien enviar a los amigos –cazadores o no– algunas de sus vivencias no cinegéticas en modo artículo, en plan anónimo, no para publicar ni nada parecido, escribiendo lo bien que escribe, son recibidas con alborozo.
Sabíamos que este maravilloso alto en el camino se había producido en transito cinegético, además de cazar…
Acabo de volver del cielo. Allá dejé a Tito, entre atunes de Burela que peleaban por volver al mar desde el mismísimo Bierzo, acompañado por una botella de su rico Puil (godello) con la que maridamos la comida.
Junto a peregrinos de a pie y bicicleta, gentes de paso (como el que suscribe), amén de los fijos del lugar en busca de las mejores viandas y servicio del Restaurante El Apóstol, donde confluyen todos los caminos a la mejor hora del día.
Tito, hombre carismático, de habitual sonrisa y mejor ánimo, recibe a los clientes tal que pareciéramos viejos amigos.
En la casa donde cada plato tiene estrella no entiendo cómo la famosa guía ha podido obviar sus menús. Desde el pote berciano hasta la insuperable ensalada de tomate y queso con pesto. O el citado atún de Burela o el bacalao o la lubina de anzuelo del mismo Cantábrico ¡Y no me olvido de la carne! Rematar el plácet con la tarta de queso y coronarlo todo con un excelente café de puchero es colocar la guinda a un menú de tan sólo 15 euros.
No puede haber más calidad ni mejor experiencia en menor precio.
Cocina fantástica que no de fantasía, no requiere de interpretación alguna. Al alcance de todos, recomendable siempre, incluso, para aquellos paladares más exigentes. Sólo es necesario dejarse caer y disfrutar este acogedor lugar que cuenta con las estrellas que no otorga ninguna guía: las que te dan los clientes.
Si tu camino no conduce al Restaurante el Apóstol, o está s mal con Dios o no te funciona el GPS.
El Apóstol, un placer para los sentidos. No olvides el camino.
Cacabelos (León), un 25 de julio de 2024, día de Santiago Apóstol.
De camino, por Ángel Luis Casado Molina
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